Los caminos que llevan a Lisboa
Apertura de galer¨ªas y museos, Arco Lisboa... Las inversiones en creaci¨®n art¨ªstica convierten a la capital portuguesa en objeto de atenci¨®n
Cuando todos los caminos llevan a Lisboa, debemos preguntarnos qu¨¦ caminos son esos, c¨®mo y cu¨¢ndo se formaron y, principalmente, cu¨¢les son las razones de su (creciente y merecida) visibilidad en el campo art¨ªstico. Caminhos da m?o ¨C Ways of the Hand, primera exposici¨®n de la galer¨ªa MaisterraValbuena en Lisboa, re¨²ne en su propio t¨ªtulo muchas de estas razones. Con el comisariado de Jo?o Mour?o y Lu¨ªs Silva, esta exposici¨®n persigue la polisemia de la manualidad, de un hacer (auto)performativo en el que el movimiento y la intenci¨®n del cuerpo art¨ªstico producen una realidad de pertinencia ¨¦tico-est¨¦tica, pero producen tambi¨¦n energ¨ªa, din¨¢micas relacionales y afectos. Las obras de Andr¨¦ Rom?o, Christodoulos Panayiotou, Haris Epaminonda, Iman Issa, Joana Escoval, Leonor Antunes y Magdalena Jitrik incluidas en esta exposici¨®n muestran, de modos distintos y visualmente localizados, momentos de encuentro entre la forma, la materia y la narrativa. Esta exposici¨®n trata precisamente de la persistencia de gestos que dan forma, materializan y narran.
La apertura de la galer¨ªa MaisterraValbuena muestra uno de esos gestos, por diversos motivos. En primer lugar, la elecci¨®n de Lisboa, una ciudad relativamente pr¨®xima a Madrid, donde la galer¨ªa tiene su sede, para la internacionalizaci¨®n de este proyecto galerista, revela un trabajo de b¨²squeda de un lugar con potencial en el que, para bien o para mal, todav¨ªa hay mucho que hacer, a pesar de todas las plusval¨ªas de contexto (conocidas): el establecimiento de artistas y otros agentes culturales en Lisboa, el inter¨¦s creciente y generalizado por la ciudad, la proximidad del mar y el clima, entre otras muchas. En segundo lugar, el local escogido por la galer¨ªa para establecerse en Lisboa, en el barrio de Alvalade, donde se encuentra uno de los n¨²cleos culturales m¨¢s importantes, dedicados al arte contempor¨¢neo, y que cuenta con espacios como la galer¨ªa Vera Cort¨ºs, la Quadrado Azul, la Appleton Square y la Fundaci¨®n Leal R¨ªos. Esta elecci¨®n es, sin duda, s¨ªntoma de una voluntad de convivencia interinstitucional. En tercer lugar, la elecci¨®n de los dos comisarios, Jo?o Mour?o y Lu¨ªs Silva, que han desempe?ado un trabajo simpar en la Kunsthalle Lissabon, instituci¨®n fundada en 2009.
La persistencia de gestos es, sin duda, la principal raz¨®n de que Lisboa haya empezado a considerarse una de las capitales europeas de relieve cultural. Tambi¨¦n la reci¨¦n inaugurada galer¨ªa Francisco Fino indica este camino de trabajo persistente y con caracter¨ªsticas contempor¨¢neas. Desde 2012, este proyecto cultural se ha presentado en un formato n¨®mada, a trav¨¦s de alianzas con instituciones muse¨ªsticas y galeristas. En 2017, obtuvo una sede fija, en Xabregas, y le pidi¨® a Jo?o Laia que comisariase su exposici¨®n inaugural, Morphogenesis. Tanto la galer¨ªa MaisterraValbuena como la Francisco Fino presentan el arte contempor¨¢neo como un territorio que acompa?a a las macroestructuras actuales ¡ªla globalizaci¨®n, la glocalizaci¨®n, la falta de metanarrativas, el Antropoceno¡ª y las condiciona, y no solo como un intervalo cronol¨®gico de creaciones art¨ªsticas que datan de un determinado momento hist¨®rico, sea pasado o presente.
Las galer¨ªas de arte contempor¨¢neo lisboetas sirven as¨ª de bar¨®metro para un territorio art¨ªstico que ampl¨ªa la geograf¨ªa cultural de la capital portuguesa y, al mismo tiempo, expande los puntos de vista contempor¨¢neos y de lo contempor¨¢neo en la ciudad. No por casualidad, la segunda edici¨®n de Arco Lisboa, causa y consecuencia de estas ampliaciones diversas, se inscribe de nuevo en la ciudad, m¨¢s all¨¢ de un espacio ferial circunscrito, para incluir en su programa la visita a la mayor parte de las galer¨ªas portuguesas. Para acompa?ar a la expansi¨®n del sistema art¨ªstico, Arco incluye este a?o en su programaci¨®n el espacio Opening, en el que participan galer¨ªas portuguesas y extranjeras que han abierto sus puertas recientemente.
En octubre de 2016 se inaugur¨® el MAAT ¡ªMuseo de Arte, Arquitectura y Tecnolog¨ªa¡ª, que ha pasado a engrosar la tesitura institucional dedicada a la producci¨®n de arte y de pensamiento cr¨ªtico contempor¨¢neos. Ya solo en la semana de celebraci¨®n de Arco Lisboa, el MAAT inaugura tres nuevas exposiciones, APQHome-?MAAT, de Ana P¨¦rez-Quiroga; Yo nunca he sido surrealista hasta el d¨ªa de hoy, de Carlos Garaicoa, y Untitled (orchestral), de Jo?o Onofre. Esta ¨²ltima se insin¨²a como ejemplo perfecto de la mayor¨ªa de edad expositiva en Portugal. Onofre ha sido invitado a exponer en la Sala das Caldeiras, una de las estancias que forman parte del recorrido pedag¨®gico de uno de los edificios del MAAT, una antigua central el¨¦ctrica. Ante la imposibilidad de competir con la maquinaria que habita en este espacio, el artista ha decidido aprovechar todos los componentes de la sala para crear una pieza sonora y visual. Un conjunto de robots ¡ªbaquetas motorizadas y otros instrumentos de percusi¨®n¡ª presenta en tiempo real una composici¨®n de Miquel Bernat en el cuerpo de las calderas. Toda la energ¨ªa necesaria para esta exposici¨®n, comisariada por Benjamin Weil, se obtiene mediante paneles solares colocados en el espacio exterior del MAAT. El sol y las condiciones atmosf¨¦ricas de Lisboa gu¨ªan tambi¨¦n la velocidad y la intensidad de los sonidos. Esta exposici¨®n es tambi¨¦n Lisboa, diferente d¨ªa a d¨ªa, hora a hora.
Lisboa es, con todo, la punta del iceberg de un pa¨ªs que ha avanzado e insistido en una inversi¨®n, muchas veces personal, en la producci¨®n art¨ªstica contempor¨¢nea y que comienza ahora a ser objeto de atenci¨®n por ello. Otras ciudades como Oporto, ?vora, Co¨ªmbra o Elvas tienen igualmente un alineamiento efectivo con lo que es actual y responsable en la programaci¨®n de las artes visuales, explorando y legitimando nuevos formatos de colaboraci¨®n y producci¨®n. M¨²ltiples espacios museol¨®gicos, galeristas, as¨ª como nuevas instituciones han surgido en los ¨²ltimos a?os por todo el pa¨ªs, y hoy vale la pena hacer un mapa topogr¨¢fico de la mancha cultural en tierras portuguesas, pues es toda esta malla la que concurre para confirmar que el arte contempor¨¢neo produce realidad y mundo.
Los caminos que llevan a Lisboa llevan a muchos lugares.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.