¡°Ser fr¨¢gil es una fuerza, porque te permite cambiar¡±
Juliette Binoche recibe aplausos en la Quincena de los Realizadores con ¡®Un beau soleil int¨¦rieur¡¯, comedia depresiva dirigida por Claire Denis
Una vez dijo que las comedias le deprim¨ªan. Tal vez por eso, Juliette Binoche encontr¨® la comedia perfecta en Un beau soleil int¨¦rieur (Un bello sol interior), estrenada en la Quincena de los Realizadores del Festival de Cannes. ¡°No s¨¦ muy bien c¨®mo definirla¡±, duda la actriz francesa, sentada en una terraza del puerto de la ciudad. ¡°No es una comedia, pero tampoco una tragedia. Es una mirada sincera sobre nuestro intento de alcanzar al otro¡±, termina por responder. La pel¨ªcula marca su primera colaboraci¨®n con la directora Claire Denis, que se adentra en este filme en territorios algo distintos de los que sol¨ªa transitar en su cine. De entrada, la directora se propuso adaptar Fragmentos de un discurso amoroso, el ensayo seminal de Roland Barthes sobre la naturaleza del amor y el deseo. Termin¨® abortando sus planes. Denis prefiri¨® escribir esta comedia depresiva junto a la novelista Christine Angot, muy conocida en Francia por sus textos de autoficci¨®n, autora de obras como El incesto y Una semana de vacaciones.
El argumento se resume en una frase. Una pintora divorciada busca el amor verdadero. Isabelle, el personaje de Binoche en la pel¨ªcula, lo persigue por todos los rincones. Persevera por muchos fracasos que experimente. Se acuesta con un banquero cretino. Sale a cenar con un actor casado. Lo prueba otra vez con su exmarido. Da una oportunidad a un hombre de otra clase social. Queda fascinada por un enigm¨¢tico galerista. Cada vez, se da de bruces con la dura realidad: sus relaciones est¨¢n condenadas al fracaso, tanto por la inmadurez de sus compa?eros potenciales como por sus altas exigencias.
Este punto de partida, digno de una comedia rom¨¢ntica de Nancy Meyers, se termina desviando hacia otros derroteros. Lo que vive el personaje no tiene nada de gracioso, aunque la pel¨ªcula haya sido acogida en Cannes con grandes risotadas. ¡°Bueno, hay gente que tambi¨¦n se r¨ªe en los entierros¡±, relativiza Binoche. ¡°Cuando suceden cosas tr¨¢gicas, suele surgir ese tipo de risa. A m¨ª me parece bonito que nos reconozcamos en la pel¨ªcula. En el fondo, eso es lo ¨²nico que nos une: las emociones que podemos sentir unos y otros son muy parecidas¡±.
Un beau soleil int¨¦rieur puede entenderse como un reflejo en negativo de la comedia rom¨¢ntica que incluye todo lo que la variante hollywoodiense del g¨¦nero suele preferir obviar. Los silencios inc¨®modos. Las torpezas y malentendidos. Las mochilas repletas de traumas que los personajes cargan a cuestas. Y la neurosis que parece consumirlos, aunque Binoche diga odiar esa palabra ¡°por lo que tiene de reductora y malintencionada¡±. La actriz asiente, pero luego aporta su propio an¨¢lisis. ¡°Todos buscamos desesperadamente el amor. Existe una fragilidad en cada ser. Pero las flaquezas son buenas, porque nos permiten crecer y cambiar. Ser fr¨¢gil es una fuerza, porque comporta una porosidad, que es lo que permite el di¨¢logo y el cambio. Sin esas grietas, nada entra en nuestro interior. Cuando somos demasiado duros, nos rompemos¡±, sostiene la actriz, de 53 a?os, con su habitual intensidad compensada por carcajadas casi tabernarias.
Su carrera est¨¢ repleta de personajes en estado de sufrimiento y angustia. Cuando le proponen un papel que no tiene esas grietas, ?lo rechaza? Binoche duda unos segundos. ¡°Un actor siempre termina encontrando las grietas a su personaje¡±, sonr¨ªe. Hubo un tiempo en que rechaz¨® todo lo que ven¨ªa de Hollywood. Por ejemplo, dijo que no a Steven Spielberg, que quiso hacerle protagonizar Parque Jur¨¢sico (seg¨²n la leyenda, le respondi¨® que solo aceptar¨ªa si le dejaba interpretar a un dinosaurio). Ahora no duda en participar en blockbusters como Godzilla o la reciente Ghost in the Shell, donde logra dotar de humanidad a un personaje que podr¨ªa haber sido anecd¨®tico: la cient¨ªfica que controla al cyborg protagonista. ¡°Fue un personaje muy dif¨ªcil de interpretar, que conllev¨® discusiones sobre los di¨¢logos¡±, explica la actriz, como dando a entender que podr¨ªan haber estado mejor escritos. ¡°Esta vez, en cambio, que hubo que tocar nada¡±.
Cuando era una adolescente y viv¨ªa en un internado, donde sus padres comunistas y faranduleros decidieron meterla ¨C¡°fue para protegerme¡±, jura ella¨C, Binoche ten¨ªa dos hero¨ªnas: Camille Claudel y Marilyn Monroe, con quien comparte esa intensidad incandescente y la misma mezcla de fuerza y fragilidad. Para interpretar a esta cincuentona que vive tiempos de abundancia sexual pero escasez afectiva, tuvo dos otros modelos: la cantante Etta James y la pintora Joan Mitchell. La primera aparece en una escena en la pista de baile a trav¨¦s de su gran ¨¦xito At last. La segunda, en una peque?a fotograf¨ªa que la protagonista observa, como buscando consuelo.
¡°Escuch¨¦ la m¨²sica de Etta James durante toda la pel¨ªcula. Es esa enamorada que, pese a estrellarse una y otra vez, contin¨²a creyendo en que terminar¨¢ por suceder. A Mitchell la conoc¨ª cuando rod¨¢bamos Los amantes del Pont-Neuf. ?bamos a verla con L¨¦os [Carax, su director y excompa?ero sentimental] en las afueras de Par¨ªs y beb¨ªamos copas con ella. Era una mujer que le daba mucho a la botella. Tuvo una vida dif¨ªcil, pero fue una pintora extraordinaria y una mujer bell¨ªsima¡±, recuerda.
Un beau soleil int¨¦rieur tambi¨¦n es su primer filme con G¨¦rard Depardieu, que aparece al final de la pel¨ªcula interpretando a un hilarante m¨¦dium, que la incita a alcanzar el estado que encapsula el t¨ªtulo a la pel¨ªcula. ¡°Yo tambi¨¦n recurr¨ª a videntes en una ¨¦poca dif¨ªcil, cuando ya no sab¨ªa qu¨¦ m¨¢s hacer¡±, admite Binoche. Es su primer encuentro tras un proyecto frustrado: Almod¨®var intent¨® reunirlos en los noventa para rodar una adaptaci¨®n queer de Un tranv¨ªa llamado deseo, en la que Depardieu hubiera interpretado a Blanche Dubois.
Tambi¨¦n es su primera vez tras las palabras poco amables que el actor le dedic¨® en 2010. ¡°Me gustar¨ªa saber por qu¨¦ se le tiene tanta estima. No tiene nada y no es nada¡±, sostuvo entonces. ¡°Poco despu¨¦s, me lo encontr¨¦ un d¨ªa en un mercado de Par¨ªs. Corr¨ª hacia ¨¦l y le pregunt¨¦: ¡°?Qu¨¦ tienes contra m¨ª?¡±. Me respondi¨® que no le hiciera caso, que solo dec¨ªa estupideces¡±, recuerda Binoche, poniendo los ojos en blanco. ¡°En todo caso, que aceptase rodar esta pel¨ªcula fue un gesto bonito¡±. Reconciliaci¨®n completada. Igual que la de su personaje con esa hecatombe llamada amor.
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