Alfonso Cuar¨®n, el obrero del cine mundial
Durante m¨¢s de dos horas, el cineasta mexicano desgrana su carrera en una clase magistral en Cannes
Seis veces candidato al Oscar, ganador de dos estatuillas de Hollywood por Gravity (mejor direcci¨®n y montaje, junto a Mark Sanger), y cuando Alfonso Cuar¨®n (Ciudad de M¨¦xico, 1961) se sent¨® delante de Michel Simon, cr¨ªtico de Positif, quiso aclarar que no era ni un artista ni un hombre de oropeles: ¡°Jam¨¢s recomendar¨ªa a nadie mi viaje, porque ha sido una traves¨ªa llena de inseguridades. Crec¨ª en una industria cinematogr¨¢fica devastada, en la que la generaci¨®n previa a la m¨ªa no pudo hacer nada. M¨¢s a¨²n, yo tuve un hijo con 20 a?os, muy joven, as¨ª que soy un currante del cine porque siempre he luchado por mantener econ¨®micamente a mi familia: durante muchos a?os trabaj¨¦ como ayudante de direcci¨®n. As¨ª que mi carrera, en resumen, tiene m¨¢s que ver con la supervivencia que con la creaci¨®n art¨ªstica¡±,
As¨ª arrancaron m¨¢s de dos horas de charla, salpicadas por v¨ªdeos de sus pel¨ªculas, y con la presencia en primera fila desde la mitad de la lecci¨®n, de Guillermo del Toro. Tanto mexicano junto azuz¨® a Cuar¨®n para que afirmara: ¡°No estoy seguro de que Cannes quiera las pel¨ªculas mexicanas, pero desde luego s¨ª s¨¦ que le gustan nuestras fiestas¡±.
"Para m¨ª las pel¨ªculas son m¨¢s bien como exesposas. Casados les doy lo mejor y luego las quiero en la distancia"
El director record¨® como a los 12 a?os se colaba en unos estudios cinematogr¨¢ficos cerca de su casa. ¡°Aprend¨ª que no me interesaba nada lo que all¨ª hac¨ªan¡±. Estudi¨® cine y filosof¨ªa, no acab¨® ninguna de ambas, y en esos momentos conoci¨® al que se convertir¨ªa en otro ¡°genio¡± del cine, Emmanuel Lubezki. ¡°Guillermo del Toro apareci¨® m¨¢s tarde en mi vida. Es, como yo, otro currante del cine. Yo llevaba la p¨¦rtiga del sonido y o¨ª hablar de un genio del maquillaje en Guadalajara. Finalmente, nos conocimos en una serie de televisi¨®n, Hora marcada. Nos cruzamos en un camerino: ¡°T¨² eres Del Toro¡±; ¡°T¨² eres Cuar¨®n¡±. Me dijo que hab¨ªa cazado la referencia en mi historia a un cuento corto de Stephen King, yo le contest¨¦ feliz que gracias, y ¨¦l me respondi¨® que hab¨ªa traicionado la historia y hecho basura. As¨ª nos hicimos grandes amigos¡±. Tambi¨¦n reconoci¨® la influencia de la generaci¨®n de Felipe Cazals y de Arturo Ripstein. "Me fascina Canoa. Y ellos fueron muy generosos, aunque nosotros quer¨ªamos hacer otra cosa en cuanto a la forma". Y a continuaci¨®n repas¨® su carrera:
¡®S¨®lo con tu pareja¡¯ (1991). En esa pel¨ªcula, desde el inicio, ya se ve la apuesta visual que con el tiempo ser¨ªa su marca natural: la primac¨ªa del color verde. ¡°Siempre quise hacer algo al estilo Lubitsch, y con aquel ritmo, y a la vez quer¨ªa que fuera cercana a cine de ese momento, como Jo, qu¨¦ noche de Scorsese. En la trama quer¨ªa burlarme de los prejuicios existentes entonces en M¨¦xico sobre el sida, que solo parec¨ªa afectar a mujeres y sobre todo a homosexuales, y no a los machos. Estrenamos la pel¨ªcula en Toronto, donde fui con el Chivo [apodo de Emmanuel Lubezki] y mi hermano y productor, Carlos. Est¨¢bamos en la bancarrota, yo hab¨ªa quemado los puentes con el gobierno mexicano y no pod¨ªa financiar otra pel¨ªcula. Pero en Toronto el filme gust¨®, la vio Sidney Pollack, y ¨¦l me lanz¨® a Hollywood. Daba igual: yo necesitaba el dinero. Descubr¨ª que en Hollywood t¨² puedes estarte toda la vida sobreviviendo y dando saltos de une un proyecto en desarrollo en otro. Yo estuve mucho tiempo en ese limbo, y lo m¨¢s que film¨¦ fue un episodio de la serie ?ngeles ca¨ªdos¡ con la mitad de tiempo y presupuesto que el resto¡±.
¡®La princesita¡¯ (1995). ¡°Le¨ª el guion, me encant¨® y me reun¨ª con el equipo para ver si pod¨ªa dirigirlo yo. Recuerdo que cuando comenz¨® la reuni¨®n nadie me quer¨ªa all¨ª y sal¨ª contratado. Por cierto, una vez que acabo una pel¨ªcula no vuelvo a verla. Guillermo y Alejandro consideran sus filmes como sus hijos, y les ayudan y les aman. Para m¨ª son m¨¢s bien exesposas. Casados les doy lo mejor y luego las quiero en la distancia¡±.
¡°Insist¨ª con el color verde, algo que comenc¨¦ asustado por otras posibilidades y por mi ignorancia. En mis trabajos siempre hay un conflicto de clases¡ excepto en Gravity porque al espacio solo van los ricos. En aquellas primeras pel¨ªculas aprend¨ª mucho de las limitaciones que me pon¨ªa conscientemente. Por ejemplo, aqu¨ª nunca puse la c¨¢mara por encima de la ni?a, y eso me frustraba y a la vez me incentivaba¡±.
¡®Grandes esperanzas¡¯ (1998). ¡°Nunca tuve que haberla hecho. Me la ofrecieron tres veces y las tres la rechac¨¦. Al final acept¨¦ por razones equivocadas: estaba arruinado. Me llevaron a Nueva York a cenar con De Niro y, claro, piqu¨¦. Que te convenzan los estudios es muy peligroso, y en este caso olvid¨¦ que yo era escritor, que no hab¨ªa desarrollado aquel guion. Pens¨¦ que en el rodaje compensar¨ªa lo malo del libreto con lo visual. Y el error fue solo m¨ªo. No hay la amargura de Dickens en aquel texto. En fin, tuve estupendos colaboradores, pero como no veo mis pel¨ªculas, lo que recuerdo es lo que me dej¨® la experiencia. Un d¨ªa le dije al Chivo por qu¨¦ estaba toda aquella puesta en escena tan estilizada y tan bien dise?ada, y me respondi¨®: ¡®Es un poco tarde ya para decirlo, ?no?¡¯. Otro ejemplo: la m¨²sica es preciosa, pero todo junto al final es lo que los italianos califican de troppo (demasiado)¡±.
¡®Y tu mam¨¢ tambi¨¦n¡¯ (2001). ¡°Estaba perdido en el limbo de Hollywood, y desencantado no del cine sino del proceso en el que yo estaba metido. Un d¨ªa entr¨¦ en un videoclub y descubr¨ª todo lo que no hab¨ªa visto en a?os. Me puse una semana de dieta de cine y decid¨ª volver a lo que quer¨ªa hacer. Ni escrib¨ªa ni generaba mis propios proyectos: y era muy culpa. Yo viv¨ªa en Nueva York ¨Cnunca lo he hecho en Los ?ngeles-, llam¨¦ a mi hermano, y le dije: ¡®Tenemos que hacer esa historia de la que hablamos¡¯. Vino a Nueva York y en tres semanas acabamos el guion¡±.
¡°En el rodaje combinamos guion escrito e improvisaciones. Hice el mismo viaje que realiza luego el tr¨ªo protagonista y el viaje en s¨ª me dio much¨ªsima informaci¨®n. Otra vez la pel¨ªcula est¨¢ llena de limitaciones, pero me los impuse para crear un lenguaje f¨ªlmico en el que los caracteres y el contexto fueran igual importantes. Los dos chavales eran como yo en aquel momento, buscaban su identidad, y a la vez ese viaje hizo que recuperara la confianza en mi pa¨ªs. Ah, y Guillermo me dio la soluci¨®n del final¡±. Durante esos a?os Cuar¨®n conoci¨® a Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu y aqu¨ª ha hecho un inciso para recordar su amistad.
¡®Harry Potter y el prisionero de Azkab¨¢n¡¯ (2004). ¡°Empec¨¦ a escribir un guion para un estudio, lo acab¨¦ en enero de 2001 ¨Cluego dir¨¦ cu¨¢l es- y lo rechazaron. Me volv¨ª a quedar sin fondos para levantar por m¨ª mismo otra pel¨ªcula mexicana. Gael y Diego se burlaban de m¨ª cuando se enteraron de que me hab¨ªa ofrecido un Harry Potter. Lo rechac¨¦, y Guillermo me dijo: ¡®?No has le¨ªdo los libros?¡¯. ¡®No, he visto las pel¨ªculas y¡¡¯. Y me grit¨®: ¡®?Eres un bastardo arrogante, l¨¦ete los libros y hablamos despu¨¦s!¡¯. Llevaba raz¨®n¡±.
¡°Me aproxim¨¦ a ella de forma realista, no natural. Cuando le¨ª y habl¨¦ con J K Rowling me fij¨¦ en las modernas referencias sociales que usaba. A m¨ª me gusta trabajar con ni?os porque ofrecen milagros instant¨¢neamente. Aqu¨ª les ped¨ª que vieran Los cuatrocientos golpes; siempre pido a los actores que lean o vean referencias¡±.
¡®Hijos de los hombres¡¯ (2006). ¡°Aquel guion que me rechazaron los estudios fue Hijos de los hombres. El estreno en Toronto de Y tu mam¨¢ tambi¨¦n fue apote¨®sico, maravilloso¡ y al d¨ªa siguiente ocurri¨® el 11-S. Y eso me empuj¨® a proseguir con ese guion. Tras Harry Potter tuve tiempo para investigar e interesarme en un mont¨®n de cosas de forma intensa. Ten¨ªa muy claro desde el principio que quer¨ªa que se pareciera a La batalla de Argel, de Pontecorvo. A Clive Owen le gustaba el guion, aunque con dudas, y le recomend¨¦ que viera ese filme. Al d¨ªa siguiente confirm¨® su presencia. El Chivo y yo tuvimos claro que tendr¨ªamos tomas largas no por un r¨¦cord ol¨ªmpico, sino porque era lo necesario¡±.
¡®Gravity¡¯ (2013). No, el apellido de Kowalski no viene de Marlon Brando ni de teatro, que esa referencia es demasiado intelectual para nosotros [Del Toro lo corea desde la primera fila]. Con el Chivo ya sab¨ªamos desde el principio que ser¨ªa digital. Esta es la pel¨ªcula que tuve en mi cabeza durante a?os. Ten¨ªa el dinero para sobrevivir¡ pero mi vida personal dio un buen vuelco, y tuve que volver a empezar. Las referencias a Bresson son del coguionista, mi hijo Jon¨¢s. F¨ªjate que el primer guion solo ten¨ªa un personaje, la mujer, y ni un di¨¢logo. Puede que sea mi pel¨ªcula con m¨¢s detalles filos¨®ficos, como la reflexi¨®n sobre el renacer. Gravity no es exactamente ciencia ficci¨®n, sino que ahonda en por qu¨¦ existimos. Parte de mi b¨²squeda cinematogr¨¢fica tiene que ver con poner cosas y temas sin expresarlos expl¨ªcitamente¡±.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.