Nada por aqu¨ª y nada por all¨¢
Contin¨²a el inagotable muermo en las pel¨ªculas que compiten por los m¨¢ximos galardones
No recuerdo en 30 a?os de asistencia a Cannes una sola edici¨®n en la que no aparecieran varias joyas en la Secci¨®n Oficial destinadas a incrustarse duraderamente en la memoria, que otorgaran sentido y gozo al festival. El tono medio pod¨ªa ser mejor o peor, pero siempre aparec¨ªan pel¨ªculas con un nivel muy alto. Se supone que Cannes dispone de lo mejor del mercado anual por la plataforma publicitaria y prestigiosa que implica concursar aqu¨ª y que los programadores pueden elegir la mayor calidad que haya dado el cine de autor. Viendo el panorama de lo que nos han ofrecido hasta ahora, deduces que ya queda poco tiempo para que se produzcan milagros y saltan todas las alarmas. O los antiguos creadores est¨¢n en crisis galopante y tampoco hay gente nueva o desconocida capaz de sorprenderte con su presunto talento, o bien los programadores han sufrido un despiste intolerable en esta ocasi¨®n.
Los cin¨¦filos que disponen de tiempo y ganas para ver parte de las pel¨ªculas de las secciones paralelas aseguran que en Una Cierta Mirada se han exhibido filmes estimulantes como la mexicana Las hijas de abril, del director Michel Franco, o la argentina La cordillera, de Santiago Mitre. Tambi¨¦n revelan que en la Quincena de los Realizadores ha estado presente una pel¨ªcula extraordinaria titulada The Florida project, que retrata a un grupo de ni?os pertenecientes a la ¡°basura blanca¡±. Y si la calidad de ese cine es tan transparente, te preguntas las razones de que no figure en la lamentable Secci¨®n Oficial. Como tampoco comprendes al tragarte infinitas nader¨ªas del cine internacional (rodadas sospechosamente casi todas ellas en coproducci¨®n con Francia) que a?o tras a?o el cine espa?ol sea pr¨¢cticamente invisible en Cannes.
Y contin¨²a el inagotable muermo en las pel¨ªculas que compiten por los m¨¢ximos galardones. Me hab¨ªa hecho bobas ilusiones al leer el argumento de Good Time. Era cine estadounidense y promet¨ªa al menos acci¨®n y tensi¨®n cont¨¢ndote la historia de dos hermanos pertenecientes a los bajos fondos de Nueva York que se dedican a atracar bancos. Me conformaba con cositas tan elementales como persecuciones y tiros para poder entretenerme un rato. Pero no hay manera. Es un relato con pretensiones psicol¨®gicas, personajes excesivamente cutres, situaciones tontas, rodado caprichosamente con agotadores primeros planos, m¨²sica atorrante, que describe los atracos y la complicada supervivencia de una pareja de deficientes mentales; uno lo es y el otro lo parece. La dirigen con afanes experimentales dos hermanos llamados Josh Safdie y Benny Safdie y te asaltan escalofr¨ªos si pretenden representar el futuro del cine negro norteamericano.
Comentaba al principio del festival ante la dur¨ªsima y notable pel¨ªcula rusa Falta de amor, centrada en la huida de un ni?o de clase media alta, el mal rollo que desprend¨ªa sobre el estado de las cosas el feudo que dirige de forma medieval Vlad¨ªmir Putin.
Si los de arriba no disfrutan de la alegr¨ªa de vivir, los de abajo est¨¢n a punto de extenuaci¨®n como demuestra Una mujer dulce, dirigida por Sergei Loznista. Ambientada en la kafkiana, desesperada e in¨²til espera de una mujer para poder visitar a su encarcelado marido, recrea un cat¨¢logo de sordideces en todo lo que rodea a esa prisi¨®n sombr¨ªa. Son feroces las relaciones entre guardias, bur¨®cratas, presos y familiares. A ratos intenta crear ambientes esperp¨¦nticos y fellinianos y al final aquello se presta al onirismo seg¨²n un imitador eslavo del universo de David Lynch. Tanto en una faceta como en otra, sus 140 minutos de metraje resultan insufribles. Ser¨ªa deseable que tambi¨¦n funcionara el arte para describir lo mal que est¨¢n las cosas en Rusia.
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