El cineasta del hombre
Laurent Cantet entrega en 'L'Atelier' una pel¨ªcula fiel a sus principios humanistas y una de las favoritas a ganar la secci¨®n Una cierta mirada
Durante gran parte del metraje uno no deja de preguntarse: ?qu¨¦ hace L¡¯Atelier en la secci¨®n Una cierta mirada? ?C¨®mo no est¨¢ en la competici¨®n? La respuesta se encuentra en su doble final. Primero uno seco, de bofet¨®n y portazo a lo narrado, muy del gusto festivalero. Pero quien dirige L¡¯Atelier es Laurent Cantet (Melle, 1961), y el cineasta no traiciona nunca sus principios. Su humanismo impregna cada uno de sus fotogramas, y necesita un ep¨ªlogo acorde a sus creencias, a su cine y a lo contado en los 110 minutos previos. En persona, Cantet, Palma de Oro por La clase, reconoce todo lo anterior. ¡°La cuesti¨®n surgi¨® en el montaje. Mi punto de vista es el que es, necesito algo de optimismo en la vida y en el cine. Ese primer final me parec¨ªa demasiado? monumental, y decid¨ª evitarlo como fuera¡±.
L¡¯Atelier refleja un taller literario que dirige una escritora parisiense de cierto ¨¦xito ¡ªencarnada por Marina Fo?s¡ª para un grupo de chavales de La Ciotat, ciudad francesa en las Bocas del R¨®dano, que conoci¨® tiempos de prosperidad gracias a su astillero y que hoy languidece. En ese microcosmos se ve reflejada toda la sociedad francesa, y en el esfuerzo de los chavales por levantar entre todos una novela saltar¨¢n chispas entre ellos, especialmente desde Antoine, un adolescente que va radicaliz¨¢ndose: m¨¢s que neonazi en realidad siente que en su alma hierve la violencia. Y necesita dejarla salir. ¡°En realidad en todo el mundo existen estos choques y deber¨ªamos de evitar la compartimentaci¨®n, que cada uno hace en su peque?o mundo, o luchar contra el rechazo entre peque?os grupos¡±, asegura el cineasta. ¡°Tenemos que espabilar, porque la situaci¨®n se est¨¢ encrispando. Yo he hecho este peque?o esfuerzo, y espero que muchos artistas tambi¨¦n llamen la atenci¨®n ante esta segregaci¨®n. Aunque, en realidad, la situaci¨®n solo mejorar¨¢ desde la educaci¨®n¡±.
En su cine siempre hay ese algo m¨¢s, ese contar historias que lleguen m¨¢s all¨¢ del entretenimiento, que existe, y empujen a su p¨²blico. ¡°Lo mejor que me ocurri¨® con La clase es que la vieron con curiosidad muchos adolescentes, espectadores que habitualmente solo se acercan a los taquillazos, y que sintieron que all¨ª se hablaba de ellos y de sus problemas. Mis pel¨ªculas quieren dar espacio para que se expresen quienes habitualmente no tienen voz¡±. Es decir, Laurent Cantet est¨¢ rodando lo que Gu¨¦diguian deber¨ªa de estar haciendo.
Como en el d¨ªa a d¨ªa de La clase y en las conversaciones sobre las que giraba Retorno a ?taca, Cantet graba los di¨¢logos con varias c¨¢maras y los mezcla con un ¨¢gil montaje. El espectador se siente uno m¨¢s, escucha c¨®mo las charlas se acaloran, los rostros enfatizan las palabras gruesas. En este espiral verbal, el franc¨¦s es un maestro. ¡°Es cierto que con La clase puede sentirse cierto paralelismo en lo documental, pero aqu¨ª vamos al interior de unos personajes, hay un desarrollo dram¨¢tico¡±, asegura el cineasta. Para encontrar a los chavales, el equipo de Cantet realiz¨® una exhaustiva criba por colegios de la zona, contando con hasta 400 chavales. Hicieron grupos que leyeron ideas del guion e improvisaron, y poco a poco fueron llegando a los protagonistas.
"Mis pel¨ªculas quieren dar espacio para que se expresen quienes habitualmente no tienen voz"
De ese Antoine, hipn¨®tico, seductor, temible, Cantet apunta: ¡°El reto era crear un personaje condenable y a la vez entendible. Me siento al principio como la escritora: quieres cambiarle, darle algo de libertad y acercarte a ¨¦l. Pero a la vez sus actos son condenables y no lo podemos dejar pasar. Fue complejo construirlo. Es v¨ªctima de su tiempo y de su lugar, aunque a la vez toma sus propias decisiones¡±. Para llegar al thriller, Cantet usa incluso un tono fantasmal en el tramo final, en un juego acertado que a la vez acerca y aleja a la historia a la fantas¨ªa y a la realidad. ¡°Hay muchas capas y muchos temas, como la sexualidad, la comunicaci¨®n entre generaciones¡ El guion ha ido m¨¢s lejos de lo que pensaba al principio de su escritura¡±, cuenta el cineasta. Eso s¨ª, en el camino no ha olvidado que, al final, quien importa es el ser humano.
Babelia
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