Ese humor invencible del creador de G¨¢lvez
Jorge M. Reverte presenta la s¨¦ptima entrega de la serie, en la que novela ¡°la prepotencia de las multinacionales¡±
No hay estad¨ªsticas al respecto, pero seguramente la presentaci¨®n de G¨¢lvez y la caja de los truenos (Ediciones del Viento), de Jorge Mart¨ªnez Reverte, estar¨¢ entre las m¨¢s alegres registradas en los m¨¢s de 70 a?os de la Feria del Libro de Madrid. Fue anoche, en el Retiro, y estaban los hermanos y los innumerables amigos de una de las personas m¨¢s queridas y virtuosas del periodismo y de la literatura espa?ola.
?En 2014, sufri¨® un ictus, experiencia que narr¨® en In¨²tilmente guapo. Y con este libro que present¨® anoche no solo desaf¨ªo el maldito padecimiento, sino que muestra, otra vez, el humor invencible sin el cual no hubiera escrito varios libros y no hubiera seguido siendo el que invent¨® el personaje de G¨¢lvez (en Demasiado para G¨¢lvez, de 1979) cuyas aventuras siguen con esta nueva entrega, la s¨¦ptima, de la serie. La gente quiere saber en qui¨¦n se inspir¨® para crear a ese periodista ingenuo e impetuoso. A esa pregunta (¡°?Qui¨¦n co?o es G¨¢lvez?¡±) respondi¨® Mart¨ªnez Reverte por boca de su mujer, Mercedes Fonseca: si despu¨¦s de todas las pr¨®tesis que emplea (gracias a la cual las mujeres que lo cuidan hicieron de su ¡°cuerpo devastado algo que se parece a uno de verdad¡±), es incapaz de saber qui¨¦n es ¨¦l mismo, ¡°?c¨®mo voy a saber qui¨¦n es G¨¢lvez?¡±.
Su hermano Javier dijo que G¨¢lvez podr¨ªa ser ¡°un Quijote moderno, un tipo ¨¦tico en un pa¨ªs sin ¨¦tica¡±. Guillermo Altares, periodista de EL PA?S, se?al¨® que este quijote que no es G¨¢lvez pero se le parece ¡°es un inmenso periodista de hechos¡±, capaz de investigar bien hasta la ficci¨®n. Jes¨²s Egido, editor, amigo suyo, celebr¨® ¡°la recuperaci¨®n de la tradici¨®n del humor en la escritura; con ese humor contagia la realidad¡±. Eduardo Riestra, editor de la novela, se sinti¨® agradecido de ser citado entre sus personajes.
En la sala estaban otros nombres que festonean las p¨¢ginas de la nueva entrega. La risa con la que asisti¨® a los paneg¨ªricos fue el p¨®rtico a su broma final, que ley¨® su mujer: ¡°Un consejo que les ofrezco gratis si me lo permiten: si les dan a elegir, no escojan ictus; qu¨¦dense con susto¡±.
El periodista, nacido en 1948, colaborador de EL PA?S, autor de novelas, ensayos, historias y columnas, va en su recuperaci¨®n al logopeda y a rehabilitaci¨®n, vive las consecuencias de aquel golpe del abismo y en estos tres a?os desde aquel miedo ha escrito cuatro obras, solo o en compa?¨ªa de otros. Dice Javier sobre esa energ¨ªa: ¡°Jorge tiene mucha fuerza mental y siempre ha sido un hombre lleno de voluntad. Esa es la historia¡±. La ra¨ªz de su humor. Ese humor es Jorge. Hace dos a?os, cuando public¨® acaso el m¨¢s dif¨ªcil de todos sus libros, dijo: ¡°Sin el humor yo no hab¨ªa salido adelante¡±. Aquel libro ten¨ªa el humor hasta en el t¨ªtulo, In¨²tilmente guapo (Esfera de los Libros). Ahora sigue escribiendo como si aquella negra sombra no estuviera en el recuerdo.
Demasiado para G¨¢lvez fue el primer t¨ªtulo de la serie. Ese G¨¢lvez coexisti¨® con otro gran detective popular de la ¨¦poca, Pepe Carvalho, la criatura de V¨¢zquez Montalb¨¢n. Mart¨ªnez Reverte se?alaba ayer a este diario antes de la presentaci¨®n que Carvalho ¡°transitaba por una v¨ªa m¨¢s pol¨ªtica. G¨¢lvez viv¨ªa con perplejidad la sociedad que le hab¨ªa tocado¡±. Lleg¨® al personaje ¡°porque la profesi¨®n de periodista no estaba en causa. Y me parec¨ªa importante re¨ªrme de m¨ª y de mis compa?eros, que siempre nos tomamos muy en serio a nosotros mismos. Y no hablemos de los empresarios de prensa, que parec¨ªan todos saber c¨®mo hab¨ªa que hacer la democracia y gobernarla. Se hac¨ªa un periodismo muy malo. Ahora ha mejorado algo¡±.
Esta nueva entrega va de ¡°la prepotencia de las multinacionales, que solo se puede combatir con grandes movilizaciones en los Estados democr¨¢ticos, es decir, con la necesaria complicidad de las instituciones democr¨¢ticas¡±. Lo que no hay, ahora, es aquel terrorismo etarra que marc¨® la salida de G¨¢lvez. ¡°El terrorismo nos marc¨® mucho a todos, G¨¢lvez incluido. Y ha dejado una gran huella en la gente. En Euskadi falta un gran debate que haga que la gente se responda a muchas preguntas. Sobre todo, cu¨¢l fue su actitud ante las v¨ªctimas, esos h¨¦roes que plantaron cara no solo al terror, sino tambi¨¦n a la actitud de sus vecinos, que les consideraban solo como la otra cara de la moneda¡±.
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