La gran odisea pop de los Beatles suena en est¨¦reo 50 a?os despu¨¦s

En el centro del estudio espera Giles Martin, hijo de George Martin, el c¨¦lebre productor de la banda y tambi¨¦n aspirante a quinto beatle junto al manager Brian Epstein. Esta alt¨ªsima sala de ladrillo blanco y suelo de madera guarda tambi¨¦n una atm¨®sfera especial, como una resonancia ¨ªntima que, bajo el efecto rojizo de su luz interior, permitiese vislumbrar como un fogonazo ilusorio a John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr d¨¢ndole a los instrumentos. ¡°Escuchando todas aquellas sesiones, trabajando tanto tiempo en el gran archivo de la grabaci¨®n de este disco, solo dos palabras permanecieron en mi mente, las dos que les defin¨ªan: eficiencia y genialidad¡±, cuenta ante varios periodistas Martin, encargado de remezclar por primera vez este ¨¢lbum en est¨¦reo y con audio 5.1 surround.

57 personajes para una m¨ªtica portada

Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band rompi¨® varias convenciones en la m¨²sica. Fue uno de los primeros ¨¢lbumes con funda doble, las letras de los temas impresas, una bolsa interior decorada y una portada dise?ada por un artista famoso, Peter Blake.

De las 57 personalidades elegidas por los Beatles para la portada, hoy un mito, 18 eran actores y 15 escritores. Entre los primeros, Marlon Brando, Fred Astaire, Marilyn Monroe o Tony Curtis; entre los segundos, Poe, Dylan Thomas, H. G. Wells, Oscar Wilde, Lewis Carroll o Joyce. Tambi¨¦n aparecen Dylan, Marx o Einstein. El cuarteto aprovech¨® para meter al futbolista del Liverpool Albert Stubbins, pero nada comparado con lo que hizo George Harrison al colar a cuatro yoguis indios.

A prop¨®sito del aniversario, Martin, que ya particip¨® en la producci¨®n The Beatles Anthology y colabor¨® en discos de McCartney, ha trabajado tambi¨¦n en tomas iniciales de 34 grabaciones in¨¦ditas que se recogen en una caja de lujo, pero, tras reconocer que no era partidario de alterar la grabaci¨®n original en mono, destaca la importancia del nuevo sonido. ¡°Las voces suenan m¨¢s centradas. El est¨¦reo, escuchando los instrumentos cada uno en su sitio, hace que los Beatles suenen m¨¢s directos y ellos son mejores cuanto m¨¢s directos¡±, incide.

Hace 50 a?os, Sgt. Pepper¡¯s Lonely Hearts Club Band se convirti¨® en la gran odisea del pop, un disco que cambi¨® el panorama de la m¨²sica para siempre. El grupo hab¨ªa dejado de girar porque estaba hastiado de la histeria colectiva. Motivados por la excelencia conseguida en Pet Sounds por los Beach Boys ¡ªespecialmente por el genio de Brian Wilson¡ª, los de Liverpool se encerraron cuatro meses en Abbey Road para experimentar en el estudio hasta conseguir ensanchar todos los l¨ªmites sonoros posibles. La idea fue de McCartney, verdadero motor ante los desvar¨ªos de Lennon con las drogas. Y se quitaron presi¨®n creando el personaje que da t¨ªtulo a la obra. El sargento Pimienta y su banda les permit¨ªa tener m¨¢s libertad creativa, sin pensar que eran los Beatles.

Tras revisar todas las cintas originales, Martin destaca adem¨¢s la fe en ellos mismos. Recalca que es una cualidad que el disco transmite y recuerda una conversaci¨®n que tuvo con su padre, antes de que falleciese en marzo del a?o pasado, cuando se hallaba metido en el proyecto de remezclarlo en est¨¦reo: ¡°Le pregunt¨¦ un d¨ªa si cre¨ªa que hab¨ªa sido bueno en la m¨²sica. Cerr¨® los ojos, se lo pens¨® y dijo: ¡®No, fui brillante¡¯. Aquello no era arrogancia. No iba con mi padre. Era sencillamente que fueron todos brillantes. Ten¨ªan esa virtud de ir a por algo y conseguirlo. Este disco es el mejor ejemplo de su fe¡±.

Con su ambiente carnavalesco y aleg¨®rico, Sgt. Pepper¡¯s Lonely Hearts Club Band es un trabajo rebosante en matices: los efectos de sonido, como esas voces de muchedumbre lejana que abren el ¨¢lbum o esos gallos de Good Morning, Good Morning, y juegos de voces, como el glorioso enfrentamiento entre Lennon y McCartney en la radiante Getting Better, conviven con una instrumentaci¨®n plet¨®rica, cuyo cl¨ªmax llega con A Day in the Life cerrando el disco con una orquesta de 40 m¨²sicos suspendiendo un mi mayor hasta la estratosfera. Es lo que Martin, antes de pinchar todo el ¨¢lbum en est¨¦reo, destaca como ¡°sonido expansivo¡±, que, bajo el efecto m¨ªstico del estudio donde fue concebido, suena como si los Beatles rodeasen al oyente por todos los frentes. ¡°Al final, parece que est¨¢s m¨¢s cerca de su m¨²sica¡±, sugiere. Una m¨²sica que, medio siglo despu¨¦s, sigue sonando humanamente imbatible.