?dolos juveniles que mudan en atractivos actores de culto

Escondida bajo los rasgos de un ser blanco, virginal e improbablemente bautizado como Bella Swan, la actriz Kristen Stewart se convirti¨® en un modelo a seguir para cientos de miles de ni?as en edad prep¨²ber. Las mismas que, en la intimidad de sus dormitorios, fantaseaban con otro personaje ilusorio, Edward Cullen, al que interpretaba el actor brit¨¢nico Robert Pattinson. Media d¨¦cada despu¨¦s del final de la saga Crep¨²sculo, los actores que dieron vida a esa pareja a lo largo de cinco lucrativas pel¨ªculas se han convertido en nombres de cabecera de un cine de calidad y riesgo.

Esta inveros¨ªmil transici¨®n hacia el cine de autor empez¨® en el Festival de Cannes de 2012. Y pareci¨® terminar en el mismo certamen, solo que un lustro m¨¢s tarde, en la edici¨®n que concluy¨® el pasado domingo, a la que ambos acudieron con sus nuevos proyectos. Stewart present¨® su primer corto como directora, Come Swim, en la secci¨®n oficial. Pattinson protagoniz¨® Good Time, aplaudido thriller independiente por el que no se llev¨® el premio de interpretaci¨®n del festival, pero s¨ª las mejores cr¨ªticas de su trayectoria.

Cinco a?os atr¨¢s, la situaci¨®n era otra. La ¨²ltima entrega de Crep¨²sculo segu¨ªa pendiente de estreno y el esc¨¢ndalo ad¨²ltero que pondr¨ªa fin a su relaci¨®n sentimental a¨²n no hab¨ªa estallado. Ambos acudieron al mismo festival para dar inicio al segundo acto de sus carreras. ?l lo hizo con Cosmopolis, adaptaci¨®n de la novela de Don DeLillo que dirigi¨® David Cronenberg. M¨¢s tarde, trabaj¨® con autores como Werner Herzog, Anton Corbijn o James Gray, con quien rod¨® la reciente Z, la ciudad perdida. En su agenda, Pattinson tiene los nuevos proyectos de la francesa Claire Denis, la brit¨¢nica Joanna Hogg y el colombiano Ciro Guerra. ¡°Solo intento hacer cosas que no sean aburridas¡±, explic¨® durante una entrevista con este diario en una terraza interior de la Croisette.

Stewart se present¨® a aquel lejano festival con En la carretera, la adaptaci¨®n del m¨ªtico libro de Jack Kerouac, road trip repleto de alcohol, drogas y sexo a cargo del brasile?o Walter Salles. Escondida tras una enormes gafas negras y envuelta en una chupa de cuero naranja, a Stewart no le preocupaba entonces alienar a sus fans. ¡°Eso no es asunto m¨ªo. Hago lo que quiero y lo que me gusta¡±, respondi¨®. ¡°S¨¦ que sonar¨¢ muy pretencioso, pero la industria del entretenimiento no me interesa lo m¨¢s m¨ªnimo. Lo que quiero es hacer pel¨ªculas que sean importantes¡±. Esa declaraci¨®n de intenciones se tradujo en una toma de riesgo que le report¨® sus frutos.

Dos a?os despu¨¦s, regresaba a Cannes con Viaje a Sils Maria, a las ¨®rdenes del cineasta franc¨¦s Olivier Assayas, con el que repti¨® con Personal shopper, ahora en la cartelera espa?ola. El cineasta dice haberla escogido porque detect¨® algo especial en ella. ¡°Sent¨ª que todav¨ªa no nos hab¨ªa ense?ado todo lo que sab¨ªa hacer¡±, explica Assayas. ¡°Hollywood es un sistema muy oprimente, una maquinaria terriblemente pesada y formateada, con una din¨¢mica de poder a¨²n m¨¢s dura que en el pasado. Los actores se marchan porque necesitan respirar¡±. Stewart ha seguido manteniendo una distancia prudencial respecto a los blockbusters. En los ¨²ltimos tiempos ha trabajado con autores como Woody Allen (Caf¨¦ Society), Ang Lee (Billy Lynn) y Kelly Reichardt (Certain Women).

¡°Es una situaci¨®n que beneficia a las dos partes. El int¨¦rprete obtiene una credibilidad como actor serio trabajando con directores de renombre, y a los directores les supone m¨¢s facilidad para financiar sus proyectos, en especial, en el mercado internacional¡±, explica Jordan Mintzer, uno de los corresponsales de The Hollywood Reporter en Par¨ªs. El cr¨ªtico observa diferencias entre ambos casos. ¡°Stewart estuvo vinculada al cine de autor desde el principio, al trabajar con David Fincher, David Gordon Green o Sean Penn. La saga Crep¨²sculo es, en el fondo, una anomal¨ªa en su carrera¡±, opina Mintzer. No es el caso de Pattinson, con menos bagaje en ese terreno. ¡°Pero est¨¢ tomando el camino de Leonardo DiCaprio, que pas¨® de ser el ¨ªdolo adolescente de Titanic a convertirse en un actor serio trabajando con Martin Scorsese, Quentin Tarantino o Christopher Nolan¡±, concluye.