El templo mexica del dios del viento escondido debajo de un hotel
Los arque¨®logos mexicanos dan por terminada la investigaci¨®n de un nuevo hallazgo en el coraz¨®n de la capital: un edificio religioso y una cancha del juego de pelota
Los sacerdotes entraban por una puerta con forma de boca de serpiente. Dentro, invocaban a Eh¨¦catl, el dios del viento, para que fuera piadoso y les enviara las corrientes de aire suave y continuo que necesitaban las canoas para circular por la ciudad. Eh¨¦catl era el gasolinero de Tenochtitl¨¢n, la majestuosa capital de los canales del imperio mexica.
Desecada durante la colonia y convertida hoy en una gigantesca mancha de asfalto y coches, los arque¨®logos de Ciudad de M¨¦xico contin¨²an encontrando restos del antiguo vergel. Despu¨¦s de ocho a?os de trabajo en el subsuelo de un edificio hotelero, el equipo del Instituto Nacional de Antropolog¨ªa e Historia (INAH) ha dado este mi¨¦rcoles por terminada la investigaci¨®n de un nuevo recinto religioso: el templo de Eh¨¦catl, una estructura de m¨¢s de 30 metros de largo de la que ha sido recuperada la entrada circular de piedra volc¨¢nica; y una cancha contigua del juego de pelota de 50 metros, de la que ha salido a la luz una escalinata por donde deb¨ªan entrar los contendientes del tambi¨¦n llamado juego de los dioses.
¡°El hecho de que las dos construcciones est¨¦n pr¨¢cticamente pegadas nos confirma su contenido religioso y nos ayuda a seguir descifrando el recinto del Templo Mayor¡±, explic¨® este mediod¨ªa el arque¨®logo Ra¨²l Barrera al pie del terreno, apenas 800 metros cuadrados encajonados entre paredes de edificios y a menos de 10 metros de la espalda de la catedral.
En los pr¨®ximos meses se permitir¨¢ la entrada de visitantes al recinto y ?se levantar¨¢ un peque?o museo all¨ª mismo
Los responsables del INAH anunciaron que en los pr¨®ximos meses se permitir¨¢ la entrada de visitantes al recinto y que incluso se levantar¨¢ un peque?o museo all¨ª mismo. No qued¨® claro, sin embargo, si el hotel, propietario del predio, seguir¨¢ construyendo sobre el terreno. ¡°El antiguo y el nuevo M¨¦xico pueden convivir. El hotel en ning¨²n caso da?ar¨¢ los hallazgos¡±, apunt¨® Barrera.
No ha sido el primer rescate de un templo de Eh¨¦catl. Debajo del sagrario de la catedral hay otra construcci¨®n de piedra volc¨¢nica con forma de boca de serpiente. Los templos del poder cat¨®lico de la colonia se levantaron sobre los templos del poder mexicas. Por los alrededores de la catedral van poco a poco emergiendo los restos del recinto sagrado prehisp¨¢nico, hoy conocido como Templo Mayor ¨Cel centro del universo para la cosmovisi¨®n mexica¨C, un espacio ceremonial que lleg¨® a ocupar casi dos campos de f¨²tbol.
De los 78 edificios religiosos que constan en las fuentes hist¨®ricas como la Historia general de las cosas de la Nueva Espa?a, de Fray Bernandino de Sahag¨²n, se han recuperado por ahora 36. El mausoleo de los gobernantes, Cuauhxicalco, las escuelas de los hijos de la nobleza, Calm¨¦cac, al altar de los cr¨¢neos, Tzompantli, donde se empalizaban las cabezas de los sacrificados a los dioses: Tl¨¢loc ¨Cel agua, la fertilidad¨C y Huitzilopchtli, ¨Cel sol, la guerra¨C las dos cabezas sagradas que mandaban desde la cima de una imponente pir¨¢mide escalonada de m¨¢s de 40 metros.
Las dos construcciones presentadas este mi¨¦rcoles est¨¢n hermanadas con los dos dioses. ¡°Eh¨¦catl era el ayudante de Tl¨¢loc, barr¨ªa los caminos del cielo para que lloviera. Su templo est¨¢ orientado al oriente, alienado con la pir¨¢mide de Tl¨¢loc. Mientras que la cancha, en la que la pelota representaba el sol, est¨¢ alineado con Huitzilopchtli¡±, explica el arque¨®logo.
En un pozo contiguo a la cancha, se encontr¨® la ¨²nica ofrenda ritual del recinto: decenas de cervicales humanas. La tesis de los expertos es que podr¨ªa tratarse de restos de jugadores decapitados, ya que todos los cuellos pertenecen a varones j¨®venes o incluso ni?os. Es probable que las cabezas fueran trasladadas al Tzompantli, el altar de los cr¨¢neos, descubierto en 2015 y sobre el que todav¨ªa contin¨²an trabajando.
Es probable tambi¨¦n que Hern¨¢n Cort¨¦s se hubiera paseado por esa misma cancha de juego de pelota invitado por Moctezuma, ¡°que era un gran jugador¡±, apunta el arque¨®logo. Fascinado por la supuesta divinidad del general espa?ol ¨Cel Quetzalc¨®atl blanco¨C le abri¨® las puertas a su ej¨¦rcito durante unos meses de tensa calma, que acabar¨ªan desembocando en su encarcelaci¨®n, la expulsi¨®n de los espa?oles de la ciudad, la Noche m¨¢s triste, la conquista y ca¨ªda final del imperio mexica.
Babelia
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