Saltimbanquis
Se han repetido hasta la saciedad los momentos estelares del partido de la orejona
El abuso del opio futbol¨ªstico es malo para la salud cuando pierde el equipo del drogodependiente porque se altera mucho y hace el rid¨ªculo sin darse cuenta, pero puede resultar salut¨ªfero si la victoria es extraordinaria, como fue la del Real Madrid ante la Juventus. Los beneficios terap¨¦uticos del triunfo compensan los quebrantos y locuras del paciente durante las derrotas, a juzgar por los manuales que abordan el mundo del bal¨®n y la teor¨ªa de Freud sobre la interpretaci¨®n de los sue?os.
La noche de la so?ada duod¨¦cima Copa de Europa presenci¨¦ un milagro parecido al de la resurrecci¨®n de L¨¢zaro de Betania: un anciano con pr¨®tesis de cadera saltaba con la agilidad de un canguro cada vez que marcaba el Madrid. Cuatro botes portentosos y cuatro espasmos de felicidad. La adrenalina y el anhelo alcanzado eliminaron sus problemas de locomoci¨®n, y las preocupaciones de los que botaban a una con el prot¨¦sico.
A lo largo de esta semana, con especial intensidad el domingo, lunes y martes, el canal del club y las cadenas generalistas repitieron hasta la saciedad los momentos estelares del partido de la orejona: f¨²tbol y celebraciones privadas e institucionales hasta en la carta de ajuste. Las masas merengues consumieron los bises con babero: barra libre en consumo de dicha. Los tifosi del N¨¢poles que aborrecen al equipo de Tur¨ªn se unieron al festejo.
Incluso los aficionados mansos se alegraron porque hay que ser muy desalmado, sin entra?as, para no conmoverse ante el espect¨¢culo de amigos y parientes enajenados frente al televisor, disfrutando de una pasi¨®n intergeneracional, fabricante de sue?os y de segundas oportunidades, casi una heredad.
Los trastornos sufridos por el forofo en la derrota son tan incurables como bienaventurados los arrebatos durante el triunfo. La bibliograf¨ªa sobre la pasi¨®n es abundante, y las posibilidades de sentirla, muchas y cultivables con inteligencia emocional. La deportiva es barata y muy intensa y sanadora: el carcamal saltimbanqui es un ejemplo.
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