Joseph Fiennes: ¡°Hay pa¨ªses donde el mundo de ¡®The Handmaid¡¯s Tale¡¯ es el presente¡±
El protagonista de 'Shakespeare enamorado' es ahora el villano en un mundo que acepta la cultura de la violaci¨®n
¡°Ser o no ser. Esa es la pregunta¡±. Joseph Fiennes (Salisbury, 1970) saluda a EL PA?S chapurreando en espa?ol las l¨ªneas m¨¢s famosas jam¨¢s escritas por William Shakespeare. Al fin y al cabo sin el bardo ser¨ªa imposible entender su carrera. Hace ya 20 a?os el cine lo convirti¨® en ese Shakespeare enamorado que acab¨® ganando el Oscar y le dio fama mundial. Pero poco queda del t¨ªmido y afable ingl¨¦s que se present¨® cual h¨¦roe rom¨¢ntico. El actor, que vive cinco meses al a?o entre Mallorca y Ourense con su esposa de origen gallego, prefiere ahora, siguiendo los pasos de su hermano Ralph, ser el malo de la pel¨ªcula. O, mejor dicho, el de las series. Y es que es la televisi¨®n, con Camelot o American Horror Story, la que le ha ofrecido la oportunidad de ser m¨¢s que una cara bonita.
Pregunta. Ha comparado su personaje de The Handmaid's Tale (estreno de cap¨ªtulos los mi¨¦rcoles en HBO), un comandante de un futuro en el que las mujeres son tratadas como ganado, con el l¨ªder sirio Asad. ?C¨®mo utiliza la realidad para construir este universo?
"La obra es una advertencia para defender la democracia
Respuesta. Viendo a Asad, puedes pensar que es un agradable profesor universitario. Nunca imaginar¨ªas que podr¨ªa estar relacionado con gasear a ni?os, porque no es la ic¨®nica imagen de un gobernante decr¨¦pito. El rostro de la autoridad no siempre es Hannibal Lecter. Puede ser un hombre noble y elegante porque estos reg¨ªmenes se ven como la cara del bien. El Comandante tambi¨¦n es m¨¢s joven que en los libros. Esa fue mi entrada. Su dualidad lo hace m¨¢s peligroso. Por fuera lleva una armadura militar, y en su interior es pat¨¦tico y benigno. Quiere ayudarte, cuidar de una sociedad fr¨¢gil e imponer el c¨®digo moral de los valores tradicionales. Pero cuidado, detr¨¢s solo hay fanatismo.
P. Cuando se rod¨®, ?contemplaron las similitudes con la administraci¨®n Trump?
R. El guion se escribi¨® durante las primarias. En el rodaje vivimos el viaje completo hasta su toma de posesi¨®n. Hay paralelismos en su campa?a contra la autonom¨ªa de las mujeres y las pol¨ªticas provida. Pero, para muchos espectadores de otros pa¨ªses, esto no es tanto una distop¨ªa imaginaria. Es su presente. Ocurre con la comunidad gay en Chechenia: palizas, torturas, encarcelamientos¡ Y tambi¨¦n con Boko Haram, responsable de secuestrar y abusar de 400 ni?as. All¨ª la cultura de la violaci¨®n sigue imperando, aunque no queramos verlo. Margaret Atwood [autora de la novela en la que se basa la serie] dice que escribe ficci¨®n especulativa, como una realidad paralela. Podemos hablar de Trump, pero la epidemia del fundamentalismo, los estados totalitarios o las teocracias viven con nosotros.
P. Ese fanatismo se refleja en las escenas de sexo. ?Fueron un reto?
"El mundo de Gilead se construye en la cultura de la violaci¨®n, disfrazado bajo escrituras sagradas
R. El mundo de Gilead se construye en la cultura de la violaci¨®n, disfrazado bajo escrituras sagradas. Es una teocracia que permite violar con la excusa de incrementar la poblaci¨®n. Las escenas de la ceremonia son horrendas. No es sexo. Son dif¨ªciles de rodar, s¨ª, pero el ¨¦xito de The Handmaid¡¯s Tale es que, aunque sea terror¨ªfico, nada es gratuito.
P. En el pasado de la serie, los ciudadanos aceptan las medidas como algo normal...
R. Lo que jam¨¢s pudimos so?ar puede convertirse en el modo de vida de un d¨ªa para otro. La obra es una advertencia para defender la democracia. Mi generaci¨®n lo da todo por hecho. Pero no podemos descansar. La democracia sigue siendo fr¨¢gil y joven.
P. ?C¨®mo ve el Brexit un brit¨¢nico viviendo en Espa?a?
R. Estoy muy triste, pero sigo consider¨¢ndome europeo. Cuando separas, creas una polarizaci¨®n entre el ellos y el nosotros. Ahora mismo la Europa de los populismos y la extrema derecha da miedo. Y por eso nos vemos reflejados en la serie. La opresi¨®n es siempre cercana al ser humano.
P. ?La considera una serie feminista?
R. Sin duda. La obra de Atwood escrita en 1984 es profundamente feminista y la adaptaci¨®n le hace honor. El impacto permanece porque la desigualdad de oportunidades sigue muy presente.
P. Es uno de los pocos hombres en el reparto. ?Ha sido distinto?
R. No he tenido demasiadas oportunidades de trabajar con directoras, pero aqu¨ª el 90% son voces femeninas, lo que enriquece la serie y mi interpretaci¨®n. Necesitamos m¨¢s.
P. El piloto de la serie Pretty/Handsome era bastante feminista y no prosper¨®.
R. El guionista?Ryan Murphy fue quien me introdujo en televisi¨®n con ese proyecto y luego en American Horror Story. En Pretty/Handsome interpretaba a un protagonista transg¨¦nero y el guion era magn¨ªfico. Quiz¨¢s se adelant¨® a su tiempo. Hoy s¨ª se podr¨ªa hacer.
P. En 2018 cumplen 20 a?os Shakespeare enamorado y Elizabeth, ?c¨®mo lo recuerda?
R. Era una ¨¦poca excelente para pel¨ªculas medianas pero con buen presupuesto. Hoy solo se ruedan filmes de superh¨¦roes por 200 millones o peque?os por miles. Los formatos, la distribuci¨®n y el presupuesto han ayudado a que la televisi¨®n pueda dar luz verde a proyectos as¨ª. Espero seguir muchos a?os con esta historia.
Michael Jackson in¨¦dito
Tras varios trompicones profesionales, Fiennes lleg¨® a The Handmaid's Tale en plena pol¨¦mica televisiva. Hab¨ªa rodado la antolog¨ªa Urban Myths donde se transformaba en un albino Michael Jackson metido un incre¨ªble viaje de carretera con Marlon Brando y Elizabeth Taylor. Pero, tras las quejas de los espectadores y de la hija del rey del pop, la cadena Sky decidi¨® guardar el episodio en el caj¨®n de leyendas.
"Me gusta asumir retos y as¨ª planteo mis elecciones, pero quiz¨¢s este iba demasiado lejos", reconoce Fiennes, diplom¨¢tico y con las respuestas bien aprendidas: "No busco hacer nada que ofenda as¨ª que hicieron bien en no emitirlo". El episodio dej¨® adem¨¢s su huella como uno de los ¨²ltimos trabajos de la fallecida Carrie Fisher, con quien habr¨ªa compartido una larga historia si el actor no hubiera perdido a ¨²ltima hora el papel de Obi-Wan Kenobi en las precuelas de Star Wars. "Era hijastra de Elizabeth Taylor. Fue maravilloso. A ella le encant¨®"
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