Carmen de Mairena: sobrevivir no es gracioso
La dibujante Carlota Juncosa publica la biograf¨ªa de la artista, un relato que la aleja del personaje televisivo de los noventa
¡°Soy puta, pero mi co?o lo disfruta¡±. ¡°Soy perfecta, tengo pene y tengo teta¡±. Poca gente hay en Espa?a que no reconozca a la due?a de estas frases, ya hitos de la televisi¨®n de finales de los noventa y comienzos de los 2000, cuando reinaban programas como Al Ataque o Cr¨®nicas Marcianas. Carmen de Mairena, con su cuerpo y rostro llenos de silicona ¨Cinyectada de forma clandestina en los setenta-, y su vocabulario procaz, se hizo un hueco en las pantallas y en el imaginario colectivo de los televidentes. Y provocaba la risa y daba audiencia. Era el c¨®ctel perfecto en aquella Espa?a en la que todo iba bien.
Sin embargo, detr¨¢s de aquella fachada, como ocurr¨ªa con otros tantos personajes denominados freaks de entonces, hab¨ªa una persona que hab¨ªa malvivido casi toda su existencia en las calles de Barcelona, que hab¨ªa sido detenida por la Ley de Vagos y Maleantes por su condici¨®n homosexual en los tiempos del franquismo, que se hab¨ªa tenido que ganar el pan con la prostituci¨®n, que hab¨ªa sido maltratada, y que, tiempo despu¨¦s, una vez apagadas las luces de ne¨®n de la televisi¨®n, que incluso la llevaron a protagonizar dos cintas de cine porno, hab¨ªa regresado a su peque?o piso de El Raval de Barcelona donde se hab¨ªa quedado sola, sin recursos econ¨®micos, enferma y pr¨¢cticamente desahuciada.
Esta es la Carmen ¨Cnacida Miguel en el barrio barcelon¨¦s de Gracia en 1933- que la dibujante Carlota Juncosa se encontr¨® en el verano de 2012. Hab¨ªa dado con ella casi por casualidad, ya que su idea era hacer un v¨ªdeo sobre ella para presentar un fanzine que hab¨ªa preparado. Nunca pudo hacer el v¨ªdeo, pero de aquella relaci¨®n surgi¨® la idea de hacer una biograf¨ªa que ahora acaba de publicar Blackie Books. Un relato en el que se entremezcla el texto y el dibujo de los personajes y que produce una sensaci¨®n de tristeza y devastaci¨®n. Carmen de Mairena, la real, no hace gracia. Porque como dice el escritor Javier P¨¦rez And¨²jar en el pr¨®logo, ¡°s¨ª tiene gracias y ocurrencias, pero intentar vivir no es gracioso¡±.
La propia Juncosa reconoce el ¡°shock¡± que tuvo cuando la vio por primera vez en su piso, lleno de mugre e incluso or¨ªn, y por el que s¨®lo pasaban ¡°amigos¡± que, en realidad, iban buscando el poco dinero que le quedaba. Nada que ver con el personaje televisivo. ¡°Yo era de las que me quedaba por las noches para verla. Y era la que m¨¢s gracia me hac¨ªa. Pero cuando la conoc¨ª, me dejo la cabeza un poco rota. Ahora cuando veo esas apariciones en tele me causan tristeza y dolor¡±, comenta. Era la Carmen sin pelucas, sin bravuconadas altisonantes. Melanc¨®lica.
La relaci¨®n entre ambas tampoco fue f¨¢cil durante los siete meses que dur¨®. Como se muestra en el libro, Carmen aparece retra¨ªda y le da poca importancia a que se escriba un libro sobre ella. ¡°Lo que quer¨ªa era el libro, pero no hacerlo, que es distinto. Pero es que es una persona que se considera indigna hacia s¨ª misma y eso limita mucho las muestras de cari?o y amor¡±, se?ala la dibujante.
En parte, esta personalidad Juncosa la explica por los tiempos que le toc¨® vivir. Nacida en plena dictadura, pronto tuvo clara su condici¨®n homosexual y, aunque quiso triunfar en el mundo de los caf¨¦s y cupl¨¦s de los a?os sesenta como el cantaor Miguel de Mairena, la situaci¨®n entonces, que condenaba a todo aquel que se sal¨ªa de la estricta l¨ªnea moral franquista, la llev¨® a operaciones con ninguna rigurosidad m¨¦dica y la c¨¢rcel. ¡°Es una persona que tambi¨¦n ha recibido una educaci¨®n franquista, que se ha cre¨ªdo el discurso del agresor. Ella se cree eso de que ser maric¨®n era ir contra Franco por lo que se merec¨ªa el maltrato¡±, apunta Juncosa. Un razonamiento que casa poco con la libertad de expresi¨®n que exhib¨ªa en televisi¨®n. ¡°S¨ª, es llamativo, pero en ella hay mucha transfobia. De hecho, no soporta ver a gays de la mano. Eso hace que a s¨ª misma se trate muy mal¡±, a?ade la dibujante.
Todo esto est¨¢ en el libro. Juncosa, sin embargo, no juzga. Ni siquiera lo que hizo en la televisi¨®n y por lo que ha quedado en la mente de todos. ¡°Exponerte as¨ª es una decisi¨®n. Es una manera de sobrevivir. Lo que pasa es que la televisi¨®n marca esa distancia en la que no ves todo lo que hay detr¨¢s¡±, afirma. Quiz¨¢, como resume P¨¦rez And¨²jar, si bien ¡°Valle-Incl¨¢n dec¨ªa que le hab¨ªa fallado su ¨¦poca. A Carmen lo que le han fallado son sus contempor¨¢neos¡±. Sus frases, simplemente, eran pura resistencia.
Babelia
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