?Holmes? ?Dupin? ?No! La novela policiaca naci¨® en el Antiguo Testamento
Holmes y Dupin son los padres modernos del invento, pero la pasi¨®n por la muerte y el misterio tiene ra¨ªces muy profundas
Sherlock Holmes es el detective m¨¢s famoso de la historia. De hecho, su ¡°Elemental, querido Watson¡±, frase que nunca pronunci¨®, es homenajeada en el t¨ªtulo de este blog dedicado a la literatura policiaca. Pero no es ni de lejos el primer investigador. El periodista Michael Sims analiza sus or¨ªgenes en un reciente ensayo, Arthur and Sherlock, Conan Doyle and the creation of Holmes (Londres, Bloomsbury, 2017). El detective victoriano est¨¢ inspirado directamente por Joseph Bell, uno de los profesores del escritor escoc¨¦s en la facultad de medicina en Edimburgo, que mostraba una enorme capacidad deductiva: con contemplar a un enfermo, era capaz de sacar muchas conclusiones. Pero, m¨¢s all¨¢ de la influencia directa de la sabidur¨ªa de su maestro, Doyle se inspir¨® en los profundos cambios sociales de su tiempo y en un g¨¦nero, las novelas de misterio, que empezaba a cobrar impulso entre los lectores.
El primer relato de Sherlock Holmes, Estudio en Escarlata, se imprimi¨® en 1887 aunque transcurre en 1881, cuando Londres era la capital del mundo y viv¨ªa una revoluci¨®n t¨¦cnica de insospechadas consecuencias, en todos los ¨¢mbitos de la vida cotidiana. Las aventuras de Holmes se prolongan en una ¨¦poca en la que se generalizaron la electricidad, los coches de combusti¨®n o los transportes p¨²blicos.
Otros descubrimientos ten¨ªan aplicaciones muy claras en el oficio de Holmes. Por ejemplo, el hallazgo de la hemoglobina permit¨ªa distinguir los restos de sangre de otro tipo de manchas. De hecho, cuando los lectores conocemos al detective, no s¨®lo es capaz de deducir la profesi¨®n y la experiencia b¨¦lica de Watson en Afganist¨¢n, sino que est¨¢ trabajando en un laboratorio de qu¨ªmica, precisamente con el objetivo de ser capaz de identificar con claridad la sangre. En esa ¨¦poca, tambi¨¦n arrancaron los experimentos con las huellas dactilares. En el siglo XIX, comenz¨® a organizarse la polic¨ªa como la conocemos actualmente. Sims recuerda que Fran?ois Vidoq fund¨® en Francia la brigada de la S?ret¨¦ en 1811 y que en los a?os treinta los bobbies uniformados comenzaron a patrullar las calles.
Pero Conan Doyle, que acab¨® creyendo en las hadas y el espiritismo al final de su vida, como si necesitase un hueco para la fantas¨ªa en ese mundo que se iba haciendo cada vez m¨¢s t¨¦cnico, no se inspira solo en la revoluci¨®n industrial y en los avances de la medicina. Tambi¨¦n bebe de fuentes literarias anteriores, algunas sin duda sorprendentes.
Los cr¨ªmenes de la calle Morgue, publicada por Edgar Allan Poe en 1841, es considerada la primera obra policiaca de la historia, con Auguste Dupin como protagonista. Tambi¨¦n se cita a menudo La piedra lunar, la inmensa novela de Wilkie Collins, que vio la luz en 1861. Ciento cincuenta a?os despu¨¦s de su publicaci¨®n, sigue siendo una obra sorprendente, divertida y profundamente moderna, que m¨¢s que adelantarse a su tiempo, abri¨® una nueva ¨¦poca en la literatura. Tambi¨¦n est¨¢n las novelas de ?mile Gaboriau y su comisario Lecoq, a las que se refiere el propio Holmes en los libros. La primera edici¨®n data de 1867.
En su b¨²squeda de las influencias que marcaron a Conan Doyle, Sims va m¨¢s all¨¢ en el tiempo y considera que el m¨¦dico escoc¨¦s fue un buen lector de Voltaire y de su Zadig, una novela humor¨ªstica y de cr¨ªtica social sobre un fil¨®sofo de la antigua Babilonia, que utiliza el m¨¦todo deductivo. Pero antes de Zadig, nos explica Sims, estuvo el Libro de Daniel, ¡°que seg¨²n los estudiosos modernos data del siglo II o III antes de nuestra era¡±, explica el periodista. ¡°Como Los cr¨ªmenes de la calle Morgue, Daniel resuelve un misterio en una habitaci¨®n cerrada¡±, explica Sims.
El profeta jud¨ªo se encuentra, como su pueblo, exiliado en Babilonia. En un momento, el rey Ciro le pregunta la raz¨®n por la que no adora al dios Bel y Daniel replica que no cree en ¨ªdolos falsos, fabricados con las manos. El monarca le dice que no, que es un dios vivo porque todas las noches le dejan comida y vino en una habitaci¨®n sellada y por la ma?ana no est¨¢n, lo que es una prueba de su existencia. Y el rey, bastante mosqueado con Daniel, asegura que si no es capaz de demostrar que alguien come y bebe por la noche, le ejecutar¨ªa por imp¨ªo. ?Qu¨¦ hizo Daniel para no perder la cabeza y demostrar la falsedad del dios babil¨®nico? Cubri¨® con ceniza la habitaci¨®n. A la ma?ana siguiente, lleg¨® con el rey y comprob¨® que el sello no hab¨ªa sido tocado. Sin embargo, al entrar en la estancia, se encontraron con huellas en la ceniza, que mostraban claramente que por una puerta secreta entraban los sacerdotes y se com¨ªan y beb¨ªan todas las ofrendas. ¡°Daniel proporciona el tipo de narrativa que llev¨® a los lectores a las obras de Arthur Conan Doyle, al reemplazar lo que realmente ha ocurrido por lo que pensamos que ha ocurrido. Tambi¨¦n reivindica la importancia de las evidencias f¨ªsicas¡±, se?ala Sims. S¨ª, la novela policiaca naci¨® en el Antiguo Testamento.
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