La nueva y cautivadora ola de cineastas catalanas

La industria est¨¢ en Madrid y la explosi¨®n del cine indie surge en Barcelona. Puede que la afirmaci¨®n sea demasiado categ¨®rica, pero no hay m¨¢s que ver los t¨ªtulos de los ¨²ltimos a?os para darse cuenta de la efervescencia catalana, que se concreta en estas tres semanas en la cartelera con los estrenos de J¨²lia ist, de Elena Mart¨ªn; Estiu 1993, de Carla Sim¨®n, y Brava, de Roser Aguilar. Mucho de ese tsunami procede de la ESCAC (Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya), y mucho tiene nombre de mujer. Ah¨ª est¨¢n Tres d¨ªas con la familia y Todos queremos lo mejor para ella, de Mar Coll; Blog, de Elena Trap¨¦; La plaga, de Neus Ball¨²s; Nadar y Volar, de Carla Subirana; Mercado de futuros, de Mercedes ?lvarez; Requisitos para ser una persona normal, de Leticia Dolera, Las amigas de ?gata, realizada por cuatro codirectoras... Y son solo algunas, precedidas por cineastas como Aguilar, Judith Colell o la misma Isabel Coixet. En el indie catal¨¢n tambi¨¦n entran cineastas masculinos, como Sergi P¨¦rez (El camino m¨¢s largo para volver a casa), Isaki Lacuesta (La pr¨®xima piel, pel¨ªcula en la que por fin se reconoce en los cr¨¦ditos la labor de Isa Campo, su pareja y cocreadora de su cine), Dani de la Orden (Barcelona, noche de invierno),?Carlos Marques-Marcet (10.000 km.), Marc Crehuet (El rey tuerto)...

Estudiantes de cine hombres y mujeres

Una de las razones de la eclosi¨®n del indie catal¨¢n puede proceder del incremento del presupuesto del Instituto de Cine catal¨¢n, dependiente de la Consejer¨ªa de Cultura, que en 2016 lleg¨® casi a los 18 millones de euros. Otra, las variadas posibilidades de estudiar cine en Barcelona, y ah¨ª surge la mayor¨ªa femenina: un 64% de los estudiantes de cine en Catalu?a son mujeres, seg¨²n CIMA Catalu?a. En la Universitat Pompeu Fabra el porcentaje llega al 74%. Tambi¨¦n est¨¢n Blanquerna, de la Universidad Ramon Llull, la Aut¨°noma y, por supuesto, la ESCAC, donde las chicas solo suponen el 40% del alumnado. Por comparar, es casi la misma proporci¨®n que se da en la ECAM, la Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid, donde hay un 37% de estudiantes mujeres. En Espa?a, las mujeres son el 51% de la poblaci¨®n, aunque solo un 20% de las pel¨ªculas est¨¢n encabezadas por una directora.

Para compartir pareceres, el lunes por la ma?ana, en el hotel Barcel¨® Sants de Barcelona, se juntaron Elena Mart¨ªn (Barcelona, 1992), protagonista y directora de J¨²lia ist, estrenada hace dos semanas y ganadora de los premios a la Mejor Pel¨ªcula y Direcci¨®n de la secci¨®n ZonaZine del festival de M¨¢laga; Roser Aguilar (Barcelona, 1971), directora de Brava, que se estrena el pr¨®ximo viernes 7 de julio, y Carla Sim¨®n (Barcelona, 1986), responsable del fen¨®meno de la temporada: Estiu 1993, premio a la mejor ¨®pera prima de la pasada Berlinale, Biznaga de Oro en el certamen de M¨¢laga y mejor pel¨ªcula en la secci¨®n ?crans Juniors del festival de Cannes, y que se estrena este viernes 30.

Sim¨®n y Aguilar se conocen en este encuentro y empiezan a comparar experiencias. Cada una se ha formado en sitios distintos: Sim¨®n estudi¨® en la Aut¨°noma, pero el cine lo mam¨® durante cuatro a?os en la London Film School, Mart¨¬n se gradu¨® en la Pompeu Fabra, y la veterana Aguilar, que debut¨® en 2007 con Lo mejor de m¨ª, tambi¨¦n estudi¨® en la Aut¨°noma antes de formar parte de la primera promoci¨®n de la ESCAC. Ella, que ha pasado un largo y tortuoso viaje para rodar su segundo largo, empieza: "Influye donde estudias por tu red de contactos, pero no creo que marque el cine que quieres hacer. Es una comadrona que te ayuda a sacar lo que tienes dentro". A Sim¨®n le empujaron mucho sus cuatro a?os en Londres: "Porque te empujan a contar las historias que albergas, lo que te emociona". Mart¨ªn -que hab¨ªa actuado ya en Las amigas de ?gata- s¨ª se siente muy marcada por la Pompeu Fabra: "Porque el filme es el trabajo surgido como fin de carrera, y porque al ser una universidad p¨²blica no hay una productora como en la ESCAC, no tienes presupuesto, y te animan a que hables de cosas que tengas cerca, para abaratar costes".

El tr¨ªo se r¨ªe cuando se habla de la importancia de la direcci¨®n. Han contado historias personales, pero... "En J¨²lia ist somos cuatro los autores de la pel¨ªcula, yo la dirijo, y en el ¨²ltimo momento uno de los profesores me anim¨® a protagonizarla. El cine se hace en grupo", cuenta Mart¨ªn. "Bueno"; incide Aguilar, "es que contando algo cercano a t¨ª es como no caes en los clich¨¦s. En la ESCAC se incide mucho en no olvidar al p¨²blico, y rehuir los t¨®picos es un buen camino". ?Existe de verdad un indie catal¨¢n en alza? "Puede que en Madrid se piense m¨¢s en industria y en cambio aqu¨ª te liberas, te permites m¨¢s desparpajo", cuenta Aguilar. "Es muy dif¨ªcil de contestar y concretar", aclara Sim¨®n, "pero por cantidad es cierto que somos de repente bastantes directoras catalanas. Creo que la clave est¨¢ en los referentes, en lo que te motiva. Es un mundo muy peque?o, e intercambias impulsos y energ¨ªas. Yo volv¨ª de Londres, no conoc¨ªa a nadie, cruc¨¦ mis pasos con Mar Coll y la productora Val¨¦rie Delpierre, y me lanc¨¦". Martin cuenta que a ella y a sus compa?eros de aventura les ayud¨® ver una pel¨ªcula estadounidense, Como locos, "porque la hab¨ªan rodado con la misma c¨¢mara, hablaba tambi¨¦n de personajes j¨®venes, en situaciones parecidas... Ves que hay gente en tu misma posici¨®n y de sus defectos y aciertos aprendes".

Las tres pel¨ªculas cuentan con protagonistas femeninas: en Estiu 1993 una ni?a se va a vivir con sus t¨ªos y su prima tras la fallecimiento de sus padres por el SIDA, digiriendo como puede ese hurac¨¢n de emociones; en J¨²lia ist, una estudiante de Arquitectura viaja a Berl¨ªn a estudiar un a?o de Erasmus, dejando por primera vez de depender sentimentalmente de quienes le rodean, y en Brava la vida de una mujer se derrumba tras un asalto en el metro, de ah¨ª que huya a su pueblo, a casa de su padre, sin que sus heridas ps¨ªquicas cicatricen. "Hace 20 a?os ten¨ªa mucho pudor en hablar del feminismo, de la desigualdad de g¨¦nero, y menos a¨²n en el cine", apunta Aguilar. "Hoy s¨ª sabemos que hay que alzar la voz porque la cultura imperante, muy machista, no nos deja ni reflexionar sobre el tema". Mart¨ªn no se siente capacitada para hablar de la industria ("Mi rodaje fue como una burbuja"), aunque s¨ª recuerda que en la Universidad no estudi¨® Historia del Cine, sino "Historia del Cine de los hombres". "Y el ambiente competitivo masculino del m¨¢s fuerte y el que m¨¢s chilla hace que haya mujeres que se aparten, que se hagan peque?as", remata. Sim¨®n cuenta que en su pel¨ªcula el 80% del equipo era femenino, "sin decisi¨®n consciente". Y saca el informe de CIMA (la Asociaci¨®n de Mujeres Cineastas), que pide que un 40% de las ayudas oficiales vayan destinadas a proyectos liderados por mujeres. O como asegura Aguilar: "Los hombres no dejar¨¢n de hacer cine, solo queremos resolver el desequilibrio, porque hemos naturalizado una vision del mundo masculina, que en realidad es una vision simplista, de un solo lado".