Pasado que vuelve
Es sin duda dif¨ªcil agrupar cada semana unas cuantas pel¨ªculas espa?olas bajo un mismo tema aunque, bien visto, TVE lo tendr¨ªa m¨¢s f¨¢cil si se decidiera a emitir todo el material que mantiene prohibido sobre la Segunda Rep¨²blica o la Guerra Civil. Ya se ha comentado aqu¨ª repetidas veces que tal anomal¨ªa viene ocurriendo, y por recordar una de esas pel¨ªculas retenidas citemos La conspiraci¨®n, sobre el golpe de estado organizado por el general Mola, que Pedro Olea y El¨ªas Querejeta filmaron hace ya cinco a?os, y que a¨²n no nos dejan ver.
A cambio, no son pocas las pel¨ªculas de propaganda franquista que se asoman impunemente por la tele, algunas de forma inevitable, especialmente en el programa Historia de nuestro cine, ya que la historia es la que es y en lo referente al cine es intocable, pero en otras ocasiones lo hace de forma sorprendente. Un ejemplo, el del pr¨®ximo lunes, que se emitir¨¢ una peli superpatri¨®tica, La nao capitana, que Flori¨¢n Rey dirigi¨® en 1946 a mayor gloria de la espa?olidad. Camino de las Indias, pasajeros ¡°de todos los rincones de los reinos espa?oles¡±, van perdiendo su habla nativa, ¡°uniendo las lenguas y los sentimientos¡± hasta que ¡°finalmente todo es espa?ol¡±, mientras que en las Indias, los nativos ¡°rezar¨¢n con el idioma de la madre patria¡±, siempre bajo la tutela de Castilla: ¡°Sus hombres han nacido para gobernar pueblos, y cuando Castilla habla todas las regiones escuchan. Miren como la voz de esa muchacha castellana que canta ha conseguido en mi barco la unidad nacional¡±¡ Y as¨ª m¨¢s o menos durante hora y media hasta que el malvado traidor grita: ¡°?Os odio a todos, por cristianos y espa?oles!¡±¡ momentos antes de recibir su justo merecido.
Lo que esta emisi¨®n tiene especialmente de chocante es que se incluya en un ciclo titulado Al margen de la ley, sin que se entienda muy bien la relaci¨®n entre este barco y la legalidad. En cualquier caso, pelillos a la mar. Prevalece la propia propaganda de la pel¨ªcula. ?Qu¨¦ tiempos aquellos, se?or! Y se resisten a desaparecer. Como los censores, que se reproducen y reproducen, y no cejan, vistan los collares que sean.
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