Slavoj Zizek, el fil¨®sofo viral
El pensador esloveno triunfa en las redes con sus v¨ªdeos y su lenguaje desprejuiciado, y conecta con el desencanto de los j¨®venes, que hacen cola para escucharlo
Hilar un discurso l¨²cido mezclando el porno con el subjetivismo, la escatolog¨ªa con la refundaci¨®n de la izquierda, o Lacan con Ernst Lubitsch, salpimentado con chistes regionales y referencias a Taylor Swift es algo que est¨¢ al alcance de pocos. En el caso del fil¨®sofo Slavoj Zizek (Liubliana, Eslovenia, 1949), la cuesti¨®n se convierte en todo un arte. O en todo un espect¨¢culo, como dicen sus detractores.
Es el pensador esloveno un fil¨®sofo controvertido y pol¨¦mico, un agitador de conciencias afiliado a lo pol¨ªticamente incorrecto. Su erudici¨®n, su solvencia te¨®rica y su vasto abanico cultural le han convertido en una suerte de Sartre de este primer tramo de siglo, al menos, en su capacidad de penetraci¨®n en la esfera p¨²blica, afirman sus defensores. Al tiempo, su capacidad de comunicaci¨®n (apabullante), su desprejuiciado uso del lenguaje (en las ant¨ªpodas de la Academia), y su dominio de las referencias de la cultura pop le han ayudado a llevar su mensaje a veintea?eros y treinta?eros descontentos con el estado actual de las cosas, disconformes con el orden que configura el paradigma neoliberal. Ha enganchado con ellos por lo que defiende, s¨ª.
Y por los v¨ªdeos de YouTube.
La viralidad de sus intervenciones, como esa desternillante perorata en que explica las diferencias entre el pensamiento franc¨¦s, ingl¨¦s y germano haciendo una analog¨ªa con c¨®mo se dise?a en cada uno de estos pa¨ªses los retretes, ayudan a explicar, al menos en parte, la cola que el mi¨¦rcoles pasado se form¨® en torno al madrile?o C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid para asistir a la conferencia titulada Alegato a favor de un socialismo burocr¨¢tico. En torno a 500 personas, seg¨²n los c¨¢lculos elaborados en este pulm¨®n cultural de la ciudad, se quedaron con las ganas de entrar.
Perlas y chistes
Perlas. En su encuentro de ayer con periodistas en el Museo Reina Sof¨ª¨ªa, Zizek desliz¨® frases como...
¡°Al ver a Trump, uno siente nostalgia de George Bush¡±.
¡°La alternativa pol¨ªtica ser¨¢ alguna forma de comunismo. El capitalismo se est¨¢ aproximando a su l¨ªmite¡±
"No me f¨ªo de las m¨¢quinas. La tecnolog¨ªa no es neutra"
Chistes.? Al autor esloveno le gusta trufar sus intervenciones con bromas. El mi¨¦rcoles pasado explic¨® en el C¨ªrculo de Bellas Artes por qu¨¦ a los marxistas les gusta tanto el psicoan¨¢lisis: porque es lo ¨²nico que explica por qu¨¦ la gente no ha hecho a¨²n la revoluci¨®n.
El caso de Carlos Fulgado, joven estudiante de Ciencias F¨ªsicas de 18 a?os, ayuda a explicar el fen¨®meno. El mi¨¦rcoles, se plant¨® poco antes de las 17.00 en el C¨ªrculo de Bellas Artes para reservarse un buen sitio para la conferencia, que empezaba a las 19.30. Cuenta que accedi¨® a Zizek ¡°por la parte m¨¢s mainstream [corriente mayoritaria]¡±, es decir, oy¨® hablar de ¨¦l y vio c¨¢psulas de sus v¨ªdeos en YouTube, sobre todo, extractos de su Gu¨ªa de cine para pervertidos y Gu¨ªa ideol¨®gica para pervertidos, documentales presentados y escritos por ¨¦l. Intent¨® adentrarse en palabras mayores y trat¨® de hincarle el diente al libro En defensa de la intolerancia, que se antoj¨® droga dura para un chico que entonces apenas ten¨ªa 15 a?os. Ayer, fue el primero en abalanzarse para estrechar la mano del fil¨®sofo al llegar este al C¨ªrculo de Bellas Artes. ¡°Ha subvertido la forma cl¨¢sica de acceder a la filosof¨ªa¡±, manifiesta con solvencia Fulgado, ¡°en vez de hablar desde una torre de marfil, ha apelado al fen¨®meno h¨ªpster. Sabe empatizar con la juventud, con esas referencias que maneja, David Lynch, Starbucks...¡± Asegura que, a estas alturas, ya se ha merendado entre ocho y diez libros de Zizek. A sus 18 a?os.
Poco antes que ¨¦l, sobre las 15.45, lleg¨® Pablo Castellano, de 24 a?os, el primero de la cola, estudiante de Filosof¨ªa que confiesa no haber le¨ªdo los libros m¨¢s importantes de Zizek (s¨ª ley¨® Lacrimae rerum; ensayos sobre cine moderno y ciberespacio, pero que s¨ª conoce bien sus v¨ªdeos de YouTube. ¡°Entre los alumnos de la facultad es muy popular, pero acad¨¦micamente no tiene presencia, no se estudia¡±.
Estertores del capitalismo
El tir¨®n de Zizek en directo es incontestable. La sala de columnas del C¨ªrculo de Bellas Artes se abarrot¨® con cerca de 500 personas, la gran mayor¨ªa, veintea?eros y treinta?eros, que acudieron a escuchar su digresi¨®n en defensa de una burocracia socialista. Su provocador eslogan esconde una reflexi¨®n: tras la rebeli¨®n en las plazas, es necesaria una maquinaria invisible que se encargue de las cosas importantes de nuestra rutina, la Sanidad, la Educaci¨®n. Zizek proclam¨® que estamos viviendo los ¨²ltimos estertores del capitalismo; clam¨® contra la vacuidad de Emmanuel Macron, candidato del establishment; dispar¨® contra la globalizaci¨®n; y reclam¨® a la izquierda que luche por constituir una mayor¨ªa moral. Todo ello, ali?ado con referencias a Lacan, Althusser o Malcolm X y declamado en un estilo emparentado con Roberto Benigni, tanto por el acento, como por la capacidad de seducci¨®n, y la facilidad para hacer re¨ªr a la audiencia. El p¨²blico se enfrent¨® a un monologuista brillante, atropellado y ca¨®tico, incisivo, que despleg¨® toda una colecci¨®n de tics que lo convierten en un personaj¨®n: se agarra la nariz, saca la lengua por la derecha, se despega la camiseta, se echa el pelo para atr¨¢s, da un respingo; y todo, as¨ª, como compulsivamente, mientras despacha sus reflexiones a contracorriente.
Ayer, en un encuentro con periodistas en el Museo Reina Sof¨ªa ¡ªdonde esta tarde, impartir¨¢ la conferencia Lecciones del 'airepocalipsis'¡ª, dijo que considera que es muy dif¨ªcil dar una charla seria a m¨¢s de 40 personas pero que es crucial expandir los l¨ªmites de la filosof¨ªa. ¡°Ha llegado el momento de volver a las grandes cuestiones metaf¨ªsicas. No vivimos en la era de la superficialidad. Hay un p¨²blico para grandes y serios trabajos te¨®ricos¡±. Y se remiti¨® a los 10.000 ejemplares que ha vendido la versi¨®n inglesa de Menos que nada (Akal), obra de enjundia en la que lidia con Hegel.
Hay quien piensa que el personaje creado por Zizek y su viralizaci¨®n han devorado al pensador que es. Pero lo cierto es que hay un pensador detr¨¢s de su personaje.
El agitador que gusta de los debates inc¨®modos
¡°Zizek escribe muy bien¡±, sostiene el fil¨®sofo C¨¦sar Rendueles. ¡°Tiene gran capacidad argumentativa y habilidad para llevarte a lugares reflexivos que no te esperabas y en los que, en realidad, preferir¨ªas no entrar. En eso es insuperable: sabe c¨®mo plantear debates inc¨®modos¡±.
El autor esloveno, que edit¨® a finales de 2016 en Espa?a Problemas en el para¨ªso (Anagrama) es un fil¨®sofo rechazado por una parte de la Academia, que le considera un showman. "Est¨¢ lejos de la filosof¨ªa light de [Jos¨¦ Antonio] Marina o [Jos¨¦ Luis] Pardo", asegura Fernando Castro Fl¨®rez, profesor de Filosof¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Madrid que dirigi¨® una tesis doctoral sobre el pol¨¦mico y valiente (u osado, seg¨²n se mire) intelectual, uno de cuyos ¨²ltimos atrevimientos ha sido reescribir y analizar Ant¨ªgona, la tragedia de S¨®focles. "Sus libros no son ligeros; yo sigo ley¨¦ndole; busco al Zizek pensador. En realidad, es un fil¨®sofo antiposmoderno, m¨¢s volcado a Hegel que al siglo XXI. Pero es mucho m¨¢s din¨¢mico que los f¨®siles de la Academia, con esa cosa que tienen de sotana".
El prol¨ªfico autor esloveno, un graf¨®mano compulsivo, capaz de publicar hasta tres y cuatro libros al a?o (algunos, recopilaciones de art¨ªculos), supo anticipar, tal y como se?ala Rendueles el ¡°agotamiento de la globalizaci¨®n neoliberal¡± y ¡°proporcion¨®¡±, tal y como escribe Rendueles por correo electr¨®nico ¡°armas filos¨®ficas para entender la crisis¡±.
Su tir¨®n en Espa?a tambi¨¦n tiene que ver con La Tuerka, el programa televisivo de Pablo Iglesias, se?alaba el mi¨¦rcoles una de las asistentes a la conferencia, la estudiante de Derecho y Econ¨®micas Mar¨ªa Merch¨¢n, de 24 a?os. Y por supuesto, con su capacidad de conectar con una juventud descontenta, la que se ha sentido apartada, ninguneada, esa con la que se ceb¨® el ajuste salarial ¡ªlos menores de 40¡ª tal y como se?alaba ayer mismo un estudio del INE.
Babelia
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