Perd¨®n por ver ¡®Friends¡¯ 23 a?os despu¨¦s

Hace unas horas que M¨®nica y Chandler han sido padres de mellizos, que Rachel se despidi¨® de todos y que Phoebe pis¨® el acelerador por las calles de Nueva York. S¨ª, junto a Ross en el m¨ªtico taxi amarillo. ?Pero es que nadie va a comentar EL final en Twitter? Aqu¨ª solo se habla de Manolete, de Catalu?a y de Mujeres y Hombres y Viceversa. Casi nada. ?Ni un solo comentario del final de LA SERIE?, ?o es que los tertulianos solo tienen prohibido hablar de Friends?

He llorado. Y lo confes¨¦ en el grupo de WhatsApp del trabajo. Adi¨®s a los d¨ªas de Acci¨®n de Gracias en pleno marzo, abril y mayo. Adi¨®s al sof¨¢ naranja, al caf¨¦ con leche de Gunther en el Central Perk y a la risa inigualable de Janice. Adi¨®s al pato y al pollito. Al futbol¨ªn. Al pelo de Rachel. Al ingenio de Phoebe. Al piso de Chandler y Joey. Y a Ross. A Ross. Adi¨®s, adi¨®s, Friends. Empieza el duelo y esa sensaci¨®n parecida a la muerte de alguien cercano. Una especie de viudedad. Un punto y final a una etapa. ¡°Smelly cat, smelly cat¡­¡± Y el comienzo de otra en WhatsApp: ¡°Te lo dije¡±, ¡°?lo ves?¡±, ¡°te lo dije¡±. ?Por cierto, hab¨¦is visto ya el ¨²ltimo cap¨ªtulo de Hardketrtg?

Al contrario que mis amigos¡ªellos no ten¨ªan otra opci¨®n al verla en Canal Plus y en Cuatro¡ª, apost¨¦ por verla en versi¨®n original. He pecado, Se?or. El d¨ªa que lo solt¨¦ en aquella cena puse el rostro de incredulidad de Ross al observar los gestos que ten¨ªa en frente. El contubernio de Friends lanz¨® miradas furtivas, como si de una infidelidad¡ª consentida¡ª se tratara. ¡°?En versi¨®n original?, ?en serio?¡±, insist¨ªan. ¡°Qu¨¦ suerte, dicen que la voz de M¨®nica no tiene nada que ver¡±. Y prob¨¦ a verla doblada. Un episodio, claro. Bueno, dos minutos tras escuchar todas las voces. El doblaje no est¨¢ mal, pero es distinto. Sucede algo similar cuando viajas en un avi¨®n y te ponen una pel¨ªcula doblada en espa?ol latino. Es un s¨ª, pero no, como la famosa cobra de Bisbal a Chenoa.

23 a?os despu¨¦s no creo que la serie haya envejecido del todo mal. Al contrario. Sus chistes y sus peripecias no han pasado de moda. Comedia pura. Cl¨¢sica. A fin de cuentas la vida no ha cambiado mucho. Es lo mismo, pero contado en Redes Sociales. Un chico conoce a una una chica. Un grupo de amigos de 30 a?os. Un ligue, dos, tres. Una cena, un caf¨¦, una panda de seis colegas. Jodidamente colegas.

Es curioso que durante las 10 temporadas no he sufrido ning¨²n spoiler. Si los quer¨ªa, los ten¨ªa que buscar en Google. Rara avis en tiempos de Netflix, HBO y Movistar: llegar 23 a?os tarde a ver Friends es lo que tiene.

Y 236 cap¨ªtulos despu¨¦s, la historia termin¨®. Por poner peros, la historia de Rachel y Joey, o cuando ¨¦ste, al final, se volvi¨® demasiado tonto. Que s¨ª, que todos sab¨ªamos lo que iba a pasar, pero qu¨¦ cierre. ?C¨®mo hubiera sido eso con Redes Sociales? En Twitter, miles de cr¨ªticas, claro. En Facebook, halagos¡ªy de los mismos autores, por supuesto¡ª. Y en Instagram, fotos de la pizza de pepperoni de Joey, de la famosa tarta de queso robada y de las galletas con chocolate de la abuela Nestle Toulouse.?

En fin, que ahora que soy uno de los vuestros, supongo que cumplir¨¦ el ritual de volver a ver episodios de vez en cuando. Esta noche, por ejemplo. Empezar¨¦ por mis favoritos: el del disfraz del Armadillo de Hanukkah, el del intercambio de los apartamentos, el del porno gratis. O?aquel en el que Phoebe ayuda a Joey a ensayar el guion. Y despu¨¦s, cap¨ªtulos al azar. Gracias, Friends. Por cierto, el protagonista de Hardketrtg muere.?