A la liberaci¨®n por la pornograf¨ªa

La brasa de un cigarrillo colocada a la altura de una entrepierna era un signo de invitaci¨®n inequ¨ªvoco en la oscuridad de los parques p¨²blicos del Helsinki de posguerra: un espacio p¨²blico reciclado como zona de cruising en un contexto donde el deseo homosexual masculino se ve¨ªa obligado a desarrollar sus propios c¨®digos en clandestinidad, bajo la perpetua amenaza de la represi¨®n policial. Como si el deseo fuera algo parecido a los planos secretos que deb¨ªa transportar un esp¨ªa en zona hostil.

A?os m¨¢s tarde, una ilustraci¨®n de Tom de Finlandia, con sus musculados hombretones entregados a los m¨¢s felices juegos l¨²bricos, colgada en el interior de la taquilla de un gimnasio ser¨ªa otro mensaje en clave susceptible de propiciar complicidades inesperadas. El arte del finland¨¦s Touko Laaksonen, alias Tom de Finlandia, proporcion¨® a la comunidad homosexual un imaginario que parec¨ªa una puerta abierta a un mundo ideal donde la sexualidad se viv¨ªa como incesante juego sin culpas, un espacio de ed¨¦nica carnalidad en el que toda instancia represiva hab¨ªa sido radicalmente abolida. Los hombres de Tom de Finlandia, sancionados como carne pornogr¨¢fica por casi toda mirada situada fuera del c¨®digo, marcaron un punto de ruptura en el seno de una cultura homosexual que pudo contemplar c¨®mo el talento de un ¨²nico artista romp¨ªa con el t¨®pico que asociaba la atracci¨®n de un hombre por otro con el afeminamiento. Sus personajes eran rabiosamente masculinos, obscenamente saludables y se entregaban a rituales de dominaci¨®n y sumisi¨®n con la luminosa pureza de una pandilla de ni?os que saben que, en el fondo, todo es un juego y no hay nada s¨®rdido mientras exista consenso y celebraci¨®n igualitaria del placer.

Tom of Finland, el biopic de Dome Karukoski, narra el camino entre la brasa del cigarrillo y el dibujo l¨²brico en la taquilla del gimnasio como una aventura ¨¦pica de camarader¨ªa y liberaci¨®n colectiva. La pel¨ªcula se divide entre el pulso contra la invisibilidad en un Helsinki iluminado con perpetuos tonos de Guerra Fr¨ªa y la exaltaci¨®n dionis¨ªaca bajo el sol californiano a los sones de la m¨²sica disco. El cineasta propone una soluci¨®n brillante al puntuar, con planos detalle del sensual roce del l¨¢piz sobre el papel, el encuentro con cada imagen inspiradora para este artista que valoraba sus resultados seg¨²n la consistencia de sus erecciones. Su trazo idealizaba. El biopic como g¨¦nero, tambi¨¦n. Ambas idealizaciones tienen aqu¨ª una clara intencionalidad pol¨ªtica.