Nunca le hables mal a un actor
El director teatral Frank Hauser y su alumno Russell Reich resumen en 130 notas el intrincado proceso de subir una obra a un escenario
Nada menos que la cita de un famoso almirante abre las 130 lecciones desde la silla del director que componen el libro Notas de direcci¨®n, reci¨¦n publicado por Alba en Espa?a en la colecci¨®n dirigida por Luis Magriny¨¤ dedicada a las artes esc¨¦nicas: ¡°Tenemos que aprender de los errores de los dem¨¢s, no vivimos lo suficiente para cometerlos todos nosotros mismos¡± (Hyman G. Rickover, 1900-1986).
Y qu¨¦ mejor territorio para incurrir en decenas de errores que el montaje de una obra de teatro. ¡°Lim¨ªtate a contar la historia¡±. ¡°No unas siempre todos los puntos¡±. ¡°No intentes complacer a todo el mundo¡±. ¡°Si un actor te falta al respeto en p¨²blico, mant¨¦n la calma¡±. ¡°Todas las escenas son escenas de persecuci¨®n¡±. En este manual para aprender a dirigir, Frank Hauser (Cardiff, 1922-Londres, 2007) ¡°dej¨® para la posteridad una recopilaci¨®n de su sabidur¨ªa depurada hasta la perfecci¨®n¡±, seg¨²n explica Russell Reich, que fue su alumno y ayudante, y que ha sido el art¨ªfice y coautor de estas observaciones que van a sacar no de uno sino de muchos apuros a directores tanto consagrados como noveles.
Porque Hauser se las sab¨ªa todas. Dirigi¨® el prestigioso teatro Oxford Playhouse durante 17 a?os, de 1956 a 1973, y muchas de sus producciones saltaron a Londres y Nueva York. Su obituario en The Independent comenzaba: ¡°Pocos directores de teatro han sido tan amados por los actores como Frank Hauser¡±. Entre los que trabajaron con ¨¦l figuran Judi Dench, Richard Burton e Ian McKellen.
?Alguien se imagina temblando a estos tres astros de la escena durante la preparaci¨®n de un montaje? En el cap¨ªtulo sobre el papel del director se lee: ¡°Da por hecho que todo el mundo se halla en un estado permanente de terror catat¨®nico. Esto te ayudar¨¢ a alcanzar ese estado imposible de infinita paciencia y benevolencia que los actores y los dem¨¢s esperan de ti¡±.
Por eso la empat¨ªa, la llaneza y, sobre todo, el genuino humor brit¨¢nico son las armas de Frank Hauser para el combate. Seg¨²n cont¨® el director teatral y bi¨®grafo Alan Strachan, la palabra favorita de Hauser para dirigirse cari?osamente a los que le rodeaban era pussy (gatito o gatita), t¨¦rmino con un doble sentido sexual (vulva); y de ah¨ª que la gala de despedida, atestada de famosos de la escena, que le tributaron cuando dej¨® su teatro de Oxford se titulara Pussies Galore, es decir, Gatitos a gog¨® (y tambi¨¦n referencia a Pussy Galore, el personaje femenino l¨¦sbico de la pel¨ªcula James Bond contra Goldfinger).
La mitolog¨ªa del director tot¨¦mico y pagado de s¨ª mismo nada tiene que ver con el estilo de Frank Hauser (¡°Ten cuidado con el mayor vicio de los directores: enrollarse repitiendo el mismo argumento una y otra vez; hacer re¨ªr con tus an¨¦cdotas incre¨ªbles, e interminables; perder el tiempo¡±). El suyo es un estilo basado en la rectitud y la cortes¨ªa, en el que no cabe alzar la voz durante los ensayos (y ni siquiera la palabra ¡°acci¨®n¡±). La nota 58 se titula ¡®Empieza con buen pie¡¯: ¡°Da estas indicaciones para empezar una escena: ¡®Preparados. Sube la luz. Luz¡¯. Simulan la situaci¨®n real y asustan mucho menos que el grito de ¡®?Acci¨®n!¡¯, adem¨¢s de crear un ritual de ensayo que tranquiliza a todo el mundo¡±.
Todo delicadeza, el proceso para la escritura del libro, seg¨²n cuenta Russell Reich, comenz¨® cuando un d¨ªa, siendo ¨¦l todav¨ªa alumno de Hauser, este le entreg¨® en mano, ¡°como en una ceremonia japonesa¡±, 12 p¨¢ginas de notas que eran el resumen de su conocimiento teatral en pedagog¨ªa y direcci¨®n. ¡°Cuando las le¨ª¡±, a?ade Reich, ¡°me parecieron ¨²tiles, bellas y po¨¦ticas, claras, directas y sin adornos, como un maravilloso vino. Esas notas formaban parte de un proceso de muchos a?os de cortar y cortar hasta llegar a lo esencial, con el esp¨ªritu de Pascal cuando dijo: ¡®Y si le he escrito esta carta tan larga ha sido porque no he tenido tiempo de hacerla m¨¢s corta¡±.
Como orgulloso coautor, Reich se siente especialmente satisfecho de haber sabido condensar la sabidur¨ªa de su maestro haciendo al mismo tiempo sus propias aportaciones, de manera que, dice, ¡°muy poca gente sabr¨¢ qu¨¦ notas escribi¨® ¨¦l y cu¨¢les yo. Lo que nos propusimos fue encontrar una voz y un personaje para el libro¡±.
Frank Hauser no pudo disfrutar de ver el texto publicado, en 2003, ya enfermo de alzh¨¦imer, ni de las alabanzas recibidas. Por ejemplo, del cr¨ªtico teatral de The Wall Street Journal, Terry Teachout, que vio muchas de estas notas aplicables en el mundo de los negocios: ¡°Identifica la pregunta crucial de la historia¡±, ¡°Expresa el n¨²cleo de la funci¨®n en tan pocas palabras como te sea posible¡±, ¡°La direcci¨®n se basa esencialmente en la selecci¨®n de los actores¡±, ¡°Convierte los momentos dif¨ªciles en descubrimientos¡±, ¡°Nunca, nunca, les hables mal¡±.
Estos t¨ªtulos podr¨ªan funcionar como aforismos, pero vienen arropados por reflexiones de una profundidad reveladora. A modo de resumen: ¡°Lo mejor que puede hacer el actor es crear la menor cantidad de oportunidades para que el p¨²blico deje de creer. As¨ª que di a los actores que se relajen, que sean sencillos y que se atrevan a hacer menos. Acons¨¦jales que vean a los grandes actores y que observen lo poco que hacen, lo poco que se esfuerzan, y luego que se fijen en las acciones min¨²sculas e importantes que eligen¡±.
Aun hoy, Russell Reich, que vive en Nueva York, echa de menos a su profesor por su rapidez mental, su entusiasmo y su humildad, ¡°porque para ¨¦l lo m¨¢s importante era ayudar a un actor a que diera lo mejor de s¨ª mismo, porque sab¨ªa lo terrible que es subirse a un escenario, esa clase de desnudez, ese acto de enorme valent¨ªa¡±.
Y, claro, ah¨ª est¨¢n los cr¨ªticos para juzgarlo todo. El mejor consejo que Hauser y Reich le dan al director es un rotundo ¡°No te agobies¡±. ¡°No muere ning¨²n ni?o de hambre por culpa de un mal ensayo, una mala funci¨®n o una mala cr¨ªtica. Ponle pasi¨®n, por supuesto, pero tienes que saber cu¨¢ndo no tomarte demasiado en serio a ti mismo¡±. Y los cr¨ªticos, qu¨¦ mejor que el comentario burlesco del dramaturgo y guionista David Ives: ¡°La verdad es que hay que compadecer a esas pobres criaturas que conocen todos los secretos de la escritura, la direcci¨®n, el dise?o, la producci¨®n y la interpretaci¨®n, y se ven atados a ese lamentable trabajo rutinario de escribir cr¨ªticas. Por favor, ?podr¨ªa alguien echarles una mano?¡±.
¡®Notas de direcci¨®n. 130 lecciones desde la silla del director¡¯. Frank Hauser y Russell Reich. Traducci¨®n de Manu Ber¨¢stegui. Alba, 2017. 112 p¨¢ginas. 14 euros.
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