Danielle van Zadelhoff: ¡°La sombra es el lado del ser humano que m¨¢s me interesa¡±

Buscarse a uno mismo en los dem¨¢s y adem¨¢s hacerlo mirando atr¨¢s en el tiempo es indudablemente remar a contracorriente en la era del selfie. El narcisismo se ha convertido en vicio y, alejado del camino del autoconocimiento, distrae con complacientes banalidades. De esta suerte, Danielle van Zadelhoff (?msterdam 1963) ha encontrado un camino solitario e introspectivo, intentando reflejar su propia identidad en las im¨¢genes que capta de los otros. Personajes que en ocasiones nos trasladan a otras ¨¦pocas envueltas en un claroscuro que ensalza su psicolog¨ªa. El retratado cobra tanta importancia como la idea del autorretrato en la obra de la fot¨®grafa holandesa. El tiempo pierde su dimensi¨®n.

¡°Me fascina 'el tiempo'. El tiempo es un concepto relativo. En mis fotograf¨ªas conecto el pasado, el presente y el futuro. La vida y la muerte son importantes en mi obra¡±, se?ala Van Zadelhoff, cuya obra llega por primera vez a Espa?a en una exposici¨®n en el Centro de Arte Contempor¨¢neo de M¨¢laga. Bajo el titulo Relatos del alma se muestran 55 de sus fotograf¨ªas. La artista ¡°no solo posee un gran conocimiento e inter¨¦s por el arte antiguo, sino que es, adem¨¢s, una manera de distanciarse de los asuntos que desea interpretar¡±, escribe Fernando Franc¨¦s, director del CAC M¨¢laga y comisario de la muestra, en el cat¨¢logo que la acompa?a. ¡°Pudi¨¦ramos pensar en una treta, un sortilegio, un se?uelo, en el que distraer la atenci¨®n del espectador para que este no se percate de la cualidad reflexiva de la autora¡±.

La fot¨®grafa vive en un castillo que fue reconstruido en 1610. ¡°Una casa llena de historia. Fue viviendo all¨ª cuando me acostumbr¨¦ a la luz y a la sombra, que para mi representan las contradicciones del ser humano¡±, cuenta Van Zadelhoff. ¡°Creo que la emoci¨®n radica en la contradicci¨®n entre la luz y la oscuridad. Jugar con esto me fascina. La luz y la sombra muestra al ser humano de forma integral. La luz es el lado m¨¢s obvio; la sombra, el menos desarrollado y el m¨¢s interesante. La sombra representa la parte subconsciente e inconsciente del hombre. Es la parte que me interesa descubrir tanto en los dem¨¢s como en m¨ª misma.¡± El existencialismo de Sartre y Simone de Beauvoir, as¨ª como Willem Frederik Hermans, ha marcado su obra. ¡°Me atrae la 'condici¨®n humana', las emociones y la vulnerabilidad del ser humano¡±.

Su padre, pintor y escultor, sent¨® las bases para su creatividad art¨ªstica. Dedicada a la restauraci¨®n de castillos medievales, poco a poco su mente fue pobl¨¢ndose de unos seres a los que recrear¨ªa despu¨¦s de una crisis personal. ¡°Sent¨ª que necesitaba expresarme. Compr¨¦ una c¨¢mara y tom¨¦ mis primeras instant¨¢neas¡±, recuerda la autora. ¡°El resultado me conmovi¨®. Descubr¨ª que pod¨ªa ser capaz de capturar y congelar aquella emoci¨®n que me sacud¨ªa. Me considero m¨¢s una artista que una fot¨®grafa¡±.

Sus modelos proceden de distintos c¨ªrculos de su vida. ¡°No son del todo extra?os y en cualquier caso son personas que me han conmovido como seres humanos antes de que posaran para m¨ª¡±, se?ala la fot¨®grafa. ¡°Con frecuencia, vienen a mi estudio en m¨¢s de una ocasi¨®n. Normalmente no s¨¦ cual va a ser el resultado. Es un proceso intuitivo, una b¨²squeda, una din¨¢mica entre el modelo y yo misma¡±.

En su obra se identifica la influencia de la pintura renacentista y barroca, caracterizada por ese claroscuro que da vida a unos personajes que nos inquietan tanto como nos reconfortan. Estos personajes, aunque situados a veces en una escenograf¨ªa del pasado, hacen referencia a temas de la actualidad social, como lo son el feminismo o la iglesia. Por ejemplo, en Paradise 1 y Paradise 2, al tratar el tema de la tentaci¨®n, Ad¨¢n ha dejado de ser la v¨ªctima y se convierte en el provocador. ¡°Una mirada atenta descubre que las tentaciones por las que la artista siente atracci¨®n no son las legendarias del Antiguo Testamento sino las que nuestro complejo y controvertido mundo contempor¨¢neo nos ofrece cada d¨ªa. Ese gui?o sutil no est¨¢ oculto pero requiere una capacidad interpretadora del espectador¡±, apunta Franc¨¦s. En Believe 1 y Believe 2, un representante de la iglesia da la espalda al espectador, en clara alusi¨®n a su actitud frente a la pederastia, el sida o la homosexualidad.

La religi¨®n ha tenido mucho peso en la trayectoria de la artista. ¡°Mi abuela era cat¨®lica. Y adem¨¢s hubo otras religiones (la iglesia protestante o el juda¨ªsmo) que conformaron mi ambiente familiar, escolar y cultural, explica Van Zadelhoff. ¡°Me intriga mucho el sentimiento de entrega total. Es un tema que est¨¢ muy presente en muchas de mis fotograf¨ªas. Confiar y entregarse completamente, bien a un Dios o a otra persona (la entrega emocional o sexual) es lo m¨¢s duro de la vida.

Resulta inevitable establecer una comparaci¨®n con la obra del fot¨®grafo franc¨¦s Pierre Gonnord. ¡°Para mi existe una diferencia entre la mirada del hombre y de la mujer como fot¨®grafos¡±, destaca la artista. ¡°Creo que mis im¨¢genes enfatizan m¨¢s el tema de la vida y la muerte, y lo hacen desde una perspectiva femenina y existencial. Busc¨® las emociones humanas que me conmueven, los reflejos psicol¨®gicos de mi psique¡±.