Los Fabulosos Cadillacs ahora son punkis seducidos por la ¨®pera rock
La hist¨®rica banda argentina presenta ma?ana s¨¢bado en Madrid su regreso en un registro inaudito para ellos y dentro del Festival R¨ªo Babel
¡°Si en 1986 alguien nos dice que vamos a hacer una ¨®pera rock en 2017, yo le hubiera dicho: m¨¢tame ahora, hazlo ya, no me hagas pasar por ese sufrimiento¡±. Nos lo dice - casi entre risas y desde Buenos Aires, a pocas horas de subir a un avi¨®n que le traer¨¢ hasta Espa?a- Sergio Rotman, saxofonista de la veterana banda argentina Los Fabulosos Cadillacs. El disco al que se refiere es La Salvaci¨®n de Solo y Juan (Sony, 2016), que llega 19 a?os despu¨¦s del ¨²ltimo ¨¢lbum enteramente nuevo del sexteto que completan el cantante Vicentico, el bajista Flavio Cianciarulo, el teclista Mario Siperman, el bater¨ªa Fernando Ricciardi y el trompetista Daniel Lozano.
Avalado por dos grammies latinos (mejor ¨¢lbum de rock y mejor canci¨®n por ¡°La Tormenta¡±), y concebido como obra conceptual que cuenta la historia de dos hermanos, que viven con su taciturno padre en un faro costero, seg¨²n idea de Vicentico y Cianciarulo (con la colaboraci¨®n del escritor mexicano Adolfo Vergara), muestra a unos Fabulosos Cadillacs del siglo XXI a¨²n en permanente b¨²squeda de nuevas v¨ªas de expresi¨®n. No es poco para una banda que fundi¨® rock, ska, punk, ritmos latinos y buenas dosis de groove en un discurso ¨²nico e influyente. Tras separarse en 2002, la banda volvi¨® a la carretera en 2008, y visita ahora nuestro pa¨ªs. Tras pasar por el Cru?lla de Barcelona y el Weekend Beach de M¨¢laga, el s¨¢bado 15 de julio es el turno de Madrid, dentro del festival R¨ªo Babel.
Lejos de acolchar su enfoque creativo en la mera nostalgia, los bonaerenses se sumergen en una obra ambiciosa, reminiscente de la era de las grandes ¨®peras rock, los a?os setenta. ?Tiene sentido en una ¨¦poca en la que casi nadie dispensa tiempo a escuchar ¨¢lbumes? ¡°Da mucho m¨¢s miedo repetirse, da m¨¢s miedo convertirse en una de esas bandas que repiten la misma f¨®rmula que cuando tuvieron ¨¦xito¡±, afirma con orgullo Rotman al hilo del ¨²ltimo fleco de una carrera en la que siempre han tratado de ¡°modificar la f¨®rmula que nos hab¨ªa llevado al ¨¦xito, y no repetirnos¡±. De hecho, propina incluso un aviso para navegantes: ¡°Para el m¨²sico, es importante la lecci¨®n de que no importa nada de lo que el mercado diga: si te paras a pensar en eso, seguramente no tengas ni ¨¦xito y la gente te olvide¡±. La apuesta, que podr¨ªa resultar aut¨¦ntico sacrilegio en manos de unos m¨²sicos amamantados en el punk (de ah¨ª su primera confesi¨®n, primera l¨ªnea de este texto), se resuelve con un saldo del que sienten profundo orgullo: ¡°Uno es m¨²sico para sorprender y agitar el tablero en un sentido que la gente no espera, y proponer una ¨®pera rock en un tiempo en el que nadie le da m¨¢s de 20 segundos a una canci¨®n tambi¨¦n es una forma de llamar la atenci¨®n del oyente¡±, afirma.
Su compa?ero Vicentico, principal cara visible del sexteto, lleva meses afirmando que los Cadillacs, por funcionamiento y filosof¨ªa, ya m¨¢s que por sonido, siguen siendo una banda de punk rock. Rotman coincide, argumentando que ¡°tirarte un disco conceptual en 2017, que dura 72 minutos, es mucho m¨¢s punk hoy en d¨ªa que un disco de Green Day, ya que lo ¨²ltimo que le faltaba por consumir a la industria es el punk rock, ?y vaya si lo hizo!¡±. Y cree que el giro es plenamente coherente con la historia del banda, ya que ¡°si a final del siglo XX hicimos discos muy extra?os, como Fabulosos Calavera -1997- o La Marcha del Golazo Solitario ¨C 1999- , y ya nos hab¨ªamos movido del ska a lo latino, ya directamente cuando nos metimos en el jazz rock y la m¨²sica progresiva era como decirle a la gente que ¨ªbamos a hacer justo aquello que no esperaban¡±. En cualquier caso, es m¨¢s proclive a tildarlo de conceptual que de ¨®pera rock: ¡°Su encanto tiene m¨¢s que ver con contar un cuento que con la t¨ªpica ¨®pera rock, est¨¢ mucho m¨¢s cerca de Quadrophenia ¨C 1973 - que de Tommy ¨C 1969 ¨C (ambos de The Who), m¨¢s basado en una historia que en una especie de delirio m¨ªstico hippie: es m¨¢s un disco conceptual, que es una idea a¨²n peor que una ¨®pera rock (risas)¡±.
Sea como fuere, que su p¨²blico espa?ol ¨C al que llevan mucho tiempo sin poder satisfacer - no tema, porque aunque su nueva producci¨®n obtenga eco sobre el escenario, no faltar¨¢n sus cl¨¢sicos: ¡°Hemos tocado el disco un par de veces completo, pero tenemos como 17 canciones que no podemos no tocar, como Mal Bicho, Vasos Vac¨ªos o Matador, y todas est¨¢n fluyendo muy bien¡±, esgrime.
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