Spiderman contra el doctor Octopus

Quedan 59 minutos para el fin del mundo: los pasajeros de la nave fletada por Transportes Interplanetarios Sanchidri¨¢n se disponen a partir. ¡°A bordo se prepara una fiesta con dj¡¯s¡±, dice el personaje que da nombre a Las cr¨®nicas de Peter Sanchidri¨¢n, y en semejante contexto futurista suena tan anacr¨®nico como si un chico de hoy le dijera a pap¨¢: ¡°Voy a Mondo Disko a escuchar al maestro de capilla Tom¨¢s Luis de Victoria¡±.

El comienzo de esta comedia de episodios, escrita y dirigida por Jos¨¦ Padilla, evoca el de pel¨ªculas de cat¨¢strofes como La aventura del Poseid¨®n o El coloso en llamas, cuyos directores saltan de un foco a otro, ofreciendo as¨ª una visi¨®n impresionista o de puzzle. El episodio de la ex pareja, por el uso del lenguaje que hace la cient¨ªfico y por su habla, resulta tan escasamente veros¨ªmil como los cuentos peores de Poe o aquella pel¨ªcula de Jes¨²s Franco cuyo protagonista da vida a un cad¨¢ver utilizando gran aparataje el¨¦ctrico en un laboratorio iluminado con velas. Solo hay sorpresa y verdad en la excelente doble r¨¦plica final.

En la escena entre ex alumna de ¨¦xito y profesora, emerge el buen dialoguista que Padilla ha demostrado ser en tantas ocasiones. Pero es en la recreaci¨®n que hace del cuento terror¨ªfico La pata de mono, de W. W. Jacobs (llevada al teatro por Louis Parker), donde el autor canario demuestra genio y figura, pues si el original cuenta que no hay deseo ego¨ªsta alguno que no lleve aparejado un da?o colateral horrible, la versi¨®n lib¨¦rrima de Padilla viene a sugerir que incluso el anhelo m¨¢s altruista conlleva tambi¨¦n la perdici¨®n. Vamos, que no hay bien que por mal no venga

Este episodio lapidario pero lleno de giros, el m¨¢s extenso con mucho, justifica y da cuerpo a un espect¨¢culo de c¨¢mara cuyo ep¨ªlogo no baja el pist¨®n: solo con grandes medios o con much¨ªsimo sentido del humor puede llevarse al teatro un duelo en OK Corral entre Spiderman y el Doctor Octopus (Doc Ock para los enemigos). El cierre circular de la funci¨®n consolida el buen sabor de boca que va dejando. El genio terrible que exhibe Antonia Paso en La pata de mono, la mezcla de fortaleza y ternura de Laura Gal¨¢n y la indefensi¨®n y apocamiento que transmiten los personajes de Juan Vinuesa se ganaron mi coraz¨®n.