Alias y la edici¨®n independiente
Alias, la iniciativa editorial del artista Dami¨¢n Ortega, publica textos referentes del arte contempor¨¢neo pero desde otro polo: con nuevas versiones recontextualizadas
Dami¨¢n Ortega empez¨® el proyecto Alias hace diez a?os. Instalado ya entre Berl¨ªn y su M¨¦xico natal, disfrutaba de un momento dulce. Su Cosmic Thing, el m¨ªtico volcho alias Volkswagen suspendido a trozos en la 50? Bienal de Venecia, la de 2002, hab¨ªa recibido el aplauso un¨¢nime de la cr¨ªtica y le hab¨ªa colocado en el mapa internacional. Un d¨ªa le recomendaron leerse Conversaciones con Marcel Duchamp, el libro de Pierre Cabanne, en aquel momento s¨®lo publicado en ingl¨¦s. El suyo no era tan bueno como para comprenderlo, explica, por lo que hizo de la necesidad, virtud. Ser artista siempre le ha permitido actuar como puente y facilitar el intercambio, dice. Tir¨® de amigos para que le ayudaran a traducir algunos p¨¢rrafos que se convirtieron en cap¨ªtulos enteros. Cuando vio que ten¨ªa el libro entero traducido, de forma casera, pens¨® en publicarlo, buscando el equivalente a lo que pasaba en los a?os ochenta y noventa con los libros fotocopiados, que iban de mano en mano. As¨ª es como naci¨® uno de los proyectos m¨¢s especiales dentro de la edici¨®n independiente, una editorial de autor dispuesta a romper las barreras de los c¨ªrculos especializados en arte y alcanzar un p¨²blico m¨¢s amplio.
La edici¨®n independiente vinculada al arte contempor¨¢neo es una actividad que, desde la d¨¦cada de los sesenta y especialmente a partir de los planteamientos del arte conceptual, ha ido adquiriendo cada vez m¨¢s importancia. Hoy resulta fundamental en el desarrollo y la difusi¨®n de muchos proyectos art¨ªsticos que utilizan el libro como soporte o fin en s¨ª mismo, y facilita planteamientos te¨®ricos que ya est¨¢n formulados o en proceso de serlo. En ese contexto, Alias da una vuelta de tuerca m¨¢s y propone una nueva versi¨®n recontextualizada. Publica textos que son considerados valiosas referencias dentro del arte contempor¨¢neo: los poemas de Francis Picabia, Para los p¨¢jaros, de John Cage, Rock, mi religi¨®n, de Dan Graham... Lo hace de otro modo al convencional: copiando el original o adapt¨¢ndose a ¨¦l. Es algo as¨ª como un libro gemelo, ¡°el libro apodo¡± o el ¡°libro mote¡±. De ah¨ª el nombre.
El proyecto editorial busca resaltar las virtudes de los apodos y las lecturas singulares. La selecci¨®n de t¨ªtulos responde a un criterio completamente personal, siempre realizada de manera subjetiva, con el prop¨®sito de difundir escritos que provengan del pu?o y letra de los artistas, o textos publicados en formato entrevistas o transmitidos a partir de conferencias. Hay autores muy conocidos: John Cage, Robert Filliou, Jimmie Durham, Gabriel Orozco, Cildo Meireles, Lawrence Weiner, el citado Duchamp...
Lo m¨¢s interesante de un proyecto como Alias est¨¢ en su mirada pedag¨®gica: desmitificar este tipo de literatura considerada a priori cerrada o inaccesible para difundirla de manera asequible a estudiantes y p¨²blico interesado. Desde su inicio, mantiene un dise?o coherente a los objetivos que plantea, ya que busca conservar una l¨ªnea austera y econ¨®mica en relaci¨®n con las ediciones comunes de libros de arte, al tiempo que enfatiza la relaci¨®n entre el contenido y la apariencia de cada libro. Adem¨¢s, la editorial busca medios diferentes de distribuci¨®n con tal de encontrar nuevos lectores. El papel que tiene en el contexto en que se edita, Ciudad de M¨¦xico, se expande con la colecci¨®n Antitesis, que busca reconocer artistas mexicanos que no han tenido publicaciones, as¨ª como hacer memoria sobre artistas marginales o que no est¨¢n dentro del mercado del arte. Tras una peque?a pausa, el proyecto sigue creciendo ahora con un nuevo t¨ªtulo de Lucy R. Lippard sobre Eva Hesse, publicado originalmente en 1976, y otro dedicado al pionero de la performance en M¨¦xico, Melquiades Herrera. Hablamos con Dami¨¢n Ortega, que hace balance de esta biblioteca ins¨®lita que estos d¨ªas llega a una de las exposiciones de La Casa Encendida de Madrid.
?Sabe qui¨¦n lee los libros editados por Alias?
De esa pregunta surge el proyecto Alias, desde una postura distinta: la voluntad de los artistas, m¨ªa y del p¨²blico de buscar nuevas formas de relacionarnos. Alias es un canal de comunicaci¨®n entre estudiantes de arte, coleccionistas j¨®venes y gente que ten¨ªa la puerta del arte cerrada por no ser ¡°experta¡±. Aqu¨ª encuentran canal de acercamiento a las ideas de los artistas, que se vuelven accesibles m¨¢s all¨¢ de la posibilidad de adquirir sus obras o no. Hay que ponernos en contexto: nuestra generaci¨®n no tuvo una industria cultural ya consolidada, todos hemos trabajado escribiendo cr¨ªtica, publicando revistas, siendo expositores y consumidores de las obras. Alias tiene ese origen: generar escuela con referencia a textos que no exist¨ªan y a los que como estudiantes no ten¨ªamos acceso. Es curioso, porque era imposible conseguir libros. Por ejemplo, de Helio Oiticica o Cildo Meireles, a pesar de ser artistas latinoamericanos. La informaci¨®n se compart¨ªa a trav¨¦s de fotocopias, no hab¨ªa la fluidez de internet. Cuando alguien viajaba, tra¨ªa ejemplares de libros que compraba para compartir entre amigos y conocer expresiones o movimientos que hab¨ªa fuera de M¨¦xico. Creo que hasta la fecha, a pesar de que internet nos pone en contacto con la historia universal, hay mucho de valioso en tener una mano que gu¨ªe, o alguien que haga recomendaciones. Si no, no hay referencias, nos perdemos en la inmensidad de posibilidades. Adem¨¢s, creo importante la labor de traducir. El lenguaje predominante del arte sigue siendo el ingl¨¦s y es interesante pensar tambi¨¦n en que la riqueza de otros idiomas se reivindique para no dejar que el arte se exprese en un ¨²nico lenguaje.
Piensa el libro casi como una escultura p¨²blica. ?Es parte de su obra como artista?
S¨ª, y adem¨¢s, con el tiempo, me he dado cuenta de que pueden ser interpretados como una pieza en s¨ª misma. Sin darme cuenta, con Alias estaba haciendo, de manera natural, algo que me interesaba que pasara en mi obra: los libros eran de alguna manera una escultura p¨²blica, que conviv¨ªa en el espacio y que no ten¨ªa el hero¨ªsmo o grandilocuencia de lo monumental, siendo un emplazamiento viral, que lo mismo est¨¢ en una librer¨ªa que en un parque que en el bolsillo del pantal¨®n de alguien.
Entonces, ?es Alias un libro de artista apropiacionista?
Creo que la idea de originalidad, que durante muchos a?os fue de los principales conceptos en el arte, a m¨ª ya no me toc¨®. Me toc¨® vivir un momento en que el arte se refer¨ªa al arte, escritores a escritores, un m¨²sico sampleaba una pieza de otro autor y la convert¨ªa en otra cosa... En M¨¦xico, adem¨¢s, los canales de apropiaci¨®n son tan comunes, que la apropiaci¨®n es el pan de cada d¨ªa.
?C¨®mo elige los t¨ªtulos? ?Cuenta con un comit¨¦ de selecci¨®n o asesor?
No hay comit¨¦. Por lo general, soy yo quien arbitrariamente decide las obras que me interesan de acuerdo con mi necesidad y experiencia. O tal vez habr¨ªa que decir gusto y preferencia. Hacer los libros tambi¨¦n es un aprendizaje para m¨ª. Es una forma caprichosa de seleccionar mis propios maestros o pagar mi propia educaci¨®n. Casi todos los libros los comento con mis amigos m¨¢s cercanos. Creo que Abraham Cruzvillegas ser¨ªa la persona m¨¢s cercana al puesto de "asesor".
?C¨®mo se financia el proyecto? ?Cuenta con ayuda externa?
No mucha. Es una buena pregunta, por un principio ¨¦tico no he querido pedir demasiado apoyo institucional. Me parece indispensable contar con autonom¨ªa para empujarnos a hacer un proyecto que pueda sostenerse y gestionarse de manera independiente. La compra y apoyo de la gente se vuelve as¨ª indispensable para el proyecto, volvi¨¦ndolo colectivo. Yo considero mis aportaciones como un pr¨¦stamo a la editorial, que te¨®ricamente recupera ese dinero cuando se agota el tiraje, al cabo de un par de a?os. Ese mismo dinero se invierte entonces en otro t¨ªtulo. Lo que s¨ª ha habido es apoyo en momentos dif¨ªciles. El Patronato de Arte Contempor¨¢neo (PAC) nos ha apoyado con algunas publicaciones, tambi¨¦n colaboramos con la Universidad Aut¨®noma de M¨¦xico para La f¨®rmula secreta, por ejemplo.
Cu¨¦ntenos los entresijos. ?C¨®mo se organiza? ?C¨®mo es el equipo?
En alg¨²n momento vimos una situaci¨®n compleja, ya que las librer¨ªas cobran cerca de un 45% por costes de distribuci¨®n, dejando a productores y autores un porcentaje m¨ªnimo. Decid¨ª entonces que nos encargar¨ªamos de la distribuci¨®n en M¨¦xico. En el equipo hay dos personas que hacen esta labor. En Espa?a contamos con el apoyo de La Central, que nos permite conservar los precios bajos all¨ª. Esto es muy importante, ya que es uno de los principios de la editorial. De la producci¨®n me encargo yo con Olga Rodr¨ªguez, desde el estudio, con los mismos t¨¦rminos que producimos cualquier pieza de las que generamos en mi estudio. Tambi¨¦n nos apoya un dise?ador y un chico que se encarga de difusi¨®n y publicidad.
Proyectos como ¨¦ste siempre suelen ser respuesta del contexto en el que surgen. H¨¢blenos de ¨¦l. ?C¨®mo es el contexto art¨ªstico en M¨¦xico?
M¨¢s all¨¢ del campo art¨ªstico, M¨¦xico est¨¢ viviendo un momento muy complejo por la crisis de su sistema judicial y legal. El proyecto de pa¨ªs vigente, de los ¨²ltimos treinta a?os, ha sido un fracaso absoluto. Hay nula credibilidad en las instituciones, incluso los personajes con fiabilidad civil son vistos con ojo cr¨ªtico, atento a despedazarlos en cualquier momento. El arte comenz¨® hace unas d¨¦cadas a transformarse ben¨¦ficamente, a profesionalizarse, a abrirse a la arena internacional. Fueron unos a?os muy ricos, de mucho intercambio de informaci¨®n, pero con el tiempo, se cre¨® una ¨¦lite a la que creo que la gente de mi generaci¨®n pertenecemos. El espacio para el arte, que antes era casi underground, se ha vuelto otra cosa. Ahora hay una b¨²squeda por la legitimaci¨®n, donde tambi¨¦n estudiantes y p¨²blico ven un canal para pertenecer a un mundo que da estatus social y a la vez es buen negocio. Esta presencia del arte como negocio ha marcado mucho la relaci¨®n de los artistas con los cr¨ªticos y los espectadores. Pareciera que el arte fuera un mercado y nada m¨¢s; se ha olvidado un poco la posibilidad de replantear la historia desde un individuo que trabaja con materiales e ideas.
?C¨®mo es la relaci¨®n de Alias con el entramado institucional?
Hay situaciones que se vuelven paradojas absurdas y ha sido interesante jugar con esa coyuntura. Un museo, por ejemplo, puede tener la facultad de producir una obra de arte y, sin embargo, no estar legalmente constituido para producir proyectos editoriales. El Museo Tamayo me invit¨® una vez a hacer una obra: yo dije que mi obra era un libro y la obra se produjo en esos t¨¦rminos. Hay una l¨ªnea sutil para clasificar o nombrar obras de arte, esta es una posibilidad que el arte contempor¨¢neo permite: extender los l¨ªmites. Esto me recuerda a una historia de Michael Craig-Martin, que nombr¨® a un vaso sobre una repisa Roble, generando miles de problemas con las aduanas porque no ten¨ªa permiso para transportar madera. Los agentes dec¨ªan "pero si esto es un vaso de vidrio..." y ¨¦l insist¨ªa que era un roble...
?Qu¨¦ nivel de precariedad conlleva trabajar en el campo del arte?
Creo que la precariedad es una buena consejera para inevitablemente buscar soluciones nuevas, austeras, ingeniosas e inteligentes. El artista tiene el compromiso y la necesidad de encontrar canales de producci¨®n de acuerdo a su contexto y sus posibilidades, pero quien espera que las respuestas vengan del exterior vivir¨¢ frustraciones permanentemente.
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