Roc¨ªo M¨¢rquez deslumbra en la noche de UB40
La onubense ilumina el festival de Cartagena en una velada que oscil¨® del ritmo cadencioso del grupo brit¨¢nico al frenes¨ª de Systema Solar
Puede sonar afectado recurrir al lugar com¨²n, pero hay que asumir que cuando los astros se alinean y la creatividad sin cors¨¦s fluye en el mejor de los entornos, toca rendirse incondicionalmente. La de Roc¨ªo M¨¢rquez en el Patio de Armas del Parque de Artiller¨ªa de Cartagena, dentro de la programaci¨®n de un La Mar de M¨²sicas que cierra este fin de semana su vig¨¦simotercera edici¨®n, es una de esas noches que explican por qu¨¦ esta joven onubense deber¨ªa convertirse ya en uno de los grandes fen¨®menos de la m¨²sica popular espa?ola. Si es que no lo es ya, claro. Aferrada a su poderoso y vers¨¢til cante y a su magn¨¦tica presencia, y surcando con desenvuelta naturalidad -como si cualquier cosa- entre los territorios del flamenco, del jazz y del lieder, deslumbr¨® a propios y extra?os con un concierto en el que el tr¨ªo Proyecto Lorca levant¨® una fascinante arquitectura sonora (sin guitarra alguna, ojo) con la que realzar todos los argumentos que atesora Firmamento (2017), ese tercer ¨¢lbum pulido en el estudio junto a Ra¨¹l Refree y Pedro G. Romero.
Entre lo popular y lo culto, filtrando lo experimental y a la vez accesible, con el poder¨ªo sutil de quien adorna la tradici¨®n de modernidad sin incurrir en una hueca banalidad cool, el directo de M¨¢rquez sedujo ¨C en ese otro crisol de tradici¨®n y modernidad que es ahora mismo Cartagena ¨C con un pase tan hondo como multidireccional. Desde esa sentida oda a los mineros que se encerraron en Santa Cruz del Sil (El Bierzo) que es Tierra y centro, hermanando norte y sur en un lamento de vocaci¨®n universal, hasta el cierre con una atronadora Firmamento, en la que el saxof¨®n de Juan Jim¨¦nez evoc¨® texturas free jazz. Infundiendo respeto por la herencia de lo popular (buler¨ªas, seguiriyas, fandangos de Huelva) y audacia y credibilidad a raudales para llevarla siempre un paso m¨¢s all¨¢, de la mano de las singulares percusiones de Antonio Moreno (marimba incluida) y el vuelo lib¨¦rrimo, imposible de acotar, de las teclas del piano de Dani Marente. El concierto de la onubense en el abarrotado patio de armas fue una absoluta gozada, compitiendo seriamente con algunos de los momentos ¨¢lgidos que ¨C eso nos aseguran voces m¨¢s que acreditadas ¨C han protagonizado esta semana Franco Battiato, Residente o el exquisito t¨¢ndem formado por Scott Matthew y Rodrigo Leao.
Subiendo escaleras hasta un concurrid¨ªsimo Auditorio Parque Torres, la noche empez¨® a moverse al son de la cadencia morosa de UB40, el veterano combo brit¨¢nico de reggae blanqueado que lleva m¨¢s de un lustro girando sin el concurso de Ali Campbell, quien fuera su vocalista durante m¨¢s de tres d¨¦cadas. Poco importa, ya que la marca (que ahora comanda su hermano, el guitarrista Robin Campbell, y cuyas canciones canta otro hermano, Duncan, motivo del agrio litigio legal que les enfrenta a Ali por el uso del nombre) sigue teniendo muy claro cu¨¢l es el producto que su clientela demanda: si bien dejaron caer a mitad de concierto Midnight Rider y Blue Eyes Crying in The Rain, dos de los cl¨¢sicos del country (Greg Allman y Fred Rose, respectivamente) que pasaban por tamiz jamaicano en el que fuera su ¨²ltimo ¨¢lbum, de 2013, lo que activ¨® como un resorte los traseros y, sobre todo, los m¨®viles del personal, fue Red Red Wine, seguido de otros cl¨¢sicos ¨C en calculada bater¨ªa final ¨C como Kingston Town o I Can't Help Falling In Love With You, su relectura del cl¨¢sico de Elvis. Coinciden esta semana en Epa?a, por cierto, tres de los grupos presentes en el hist¨®rico concierto de U2 hace 30 a?os en el Bernab¨¦u: UB40, Pretenders y los propios U2 (solo faltan Big Audio Dynamite).
La irresistible verbena gal¨¢ctica de los colombianos Systema Solar, en cuya batidora se funden cumbia, hip hop, champeta y electro pop, sirvi¨® otro cruce entre tradici¨®n y contemporaneidad (bastante m¨¢s liviano y bailable, desde luego) en lo alto del castillo ¨¢rabe de Cartagena, justo cuando los barriles de cerveza situados en su barra comenzaban a quedarse secos. No hay mejor prueba del crecimiento de La Mar de M¨²sicas, cita m¨¢s que consolidada como uno de los mejores y m¨¢s funcionales cert¨¢menes de m¨²sicas del mundo de nuestro pa¨ªs.
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