Un para¨ªso del juego digital en Tenerife

¡°?Te gustan nuestros disfraces? pues cuando entres vas a flipar¡±. Carlos y Andrea son novios y universitarios. Van vestidos de Tracer y Genji, dos de los personajes de Overwatch, el juego online con el que la compa?¨ªa Blizzard ha enganchado a m¨¢s de 30 millones de jugadores a lo largo del mundo. En la calle llaman la atenci¨®n, pero cuando pasan al interior del recinto ferial de Santa Cruz de Tenerife son como una gota en el oc¨¦ano: solo dos de los cientos de personas disfrazadas de sus personajes de juegos o c¨®mics preferidos. Es el TLC Tenerife, el evento tecnol¨®gico m¨¢s masivo de Espa?a.

Hace 12 a?os, un grupo de j¨®venes del pueblo tinerfe?o de El Rosario comenzaron a jugar en una sesi¨®n LAN (de red local) en el antiguo local de la funeraria de su pueblo. La cosa levant¨® curiosidades y fue creciendo sin parar. Hoy, 12 a?os despu¨¦s, el TLP es todo un acontecimiento, que re¨²ne de media 50.000 visitas en los cinco d¨ªas que est¨¢ abierto al p¨²blico.

El recinto ferial est¨¢ partido en dos: la Arena de juego y la zona LAN. La zona LAN es el n¨²cleo duro del TLP. 2.000 plazas con sus equipos que se agotaron un minuto y medio despu¨¦s de ponerse a la venta a principios de abril. Estas 2.000 personas (que se hacen llamar teleperos) disfrutan de los 30 gigas de conexi¨®n directa que hay disponibles para descargar archivos, ver v¨ªdeos pero, sobre todo, jugar. Esa zona funciona, seg¨²n dice Juana, una telepera, como un "campamento de verano" donde gente que durante el curso juega desde sus casas particulares se junta en el recinto ferial. El 70% de ellos son universitarios.

El evento dura cinco d¨ªas, y los teleperos conviven 24 horas (la entreplanta est¨¢ llena de tiendas de compa?a) en partidas que se prolongan hasta la madrugada. Ayer, los pantalones rosas de una chica que se echaba una siesta debajo de su mesa destacaban entre los monitores. La presencia de mujeres, por cierto, es llamativa en un mundo que las exclu¨ªa hace no tanto y que cada vez es m¨¢s inclusivo.

En la arena de juego, dos enormes pantallas retransmiten la gran final de Overwatch. Alrededor, una zona para jugar al Minecraft o al juego de lucha del manga?Naruto, muchos de cuyos personajes son modelo para varios disfraces. No solo hay afici¨®nados. Empresas como Intell o Telef¨®nica (que recientemente ha entrado en el negocio de los e-sports) tienen sus parcelas. Pero las actividades no terminan: tiendas de merchandising, programas en directo en RNE, el podcast del TLP y hasta una moneda propia del evento, los summercoins. El cosplay es ingente, hay cientos de disfrazados y, entre ellos, 300 voluntarios (se presentaron 600) vestidos de rojo ayudan a coordinarlo todo. En la planta baja del recinto hay tiendas, manualidades, juegos de rol, c¨®mics, anime, figuras de coleccionista y cultura asi¨¢tica.

"Es un ¨¦xito, esperamos superar a la edici¨®n anterior", dice Marce Concepci¨®n, director del evento, que apenas da abasto. "Quiz¨¢ nos hemos venido arriba con el n¨²mero de actividades", reflexiona. El n¨²mero asusta. En total, son m¨¢s de 400 actividades repartidas entre los 5 d¨ªas. "Todo para que nadie se quede sin hacer cosas. Para que siempre haya algo en lo que participar". Desde que tom¨® las riendas en 2011, Concepci¨®n ha visto c¨®mo cambiaban las cosas. Despu¨¦s de que el Cabildo de Tenerife decidiera apostar por el evento, el TLP pas¨® de punto de encuentro minoritario y sin recursos a tener una vocaci¨®n universal. De hecho, Concepci¨®n tiene claro el fin ¨²ltimo del TLP. "Acercar a mi madre este tipo de ocio", dice entre risas. "O sea, llevar a la gente este tipo de entretenimiento digital, estas tendencias culturales, y celebrar este tipo de actividades alternativas". Cabr¨ªa decir: cada vez menos alternativas.