El becario de los Vengadores

Que este reseteo y tercera reformulaci¨®n de la saga de Spiderman convierta al superh¨¦roe en una suerte de becario, empe?ado en entrar en n¨®mina en el equipo de los Vengadores, tienta a proponer una lectura de la pel¨ªcula como particular triunfo del meritoriaje. Da la impresi¨®n de que, en una era marcada por la urgencia de la gran industria para incorporar nuevos activos, al director Jon Watts le ha costado bastante menos que a su Peter Parker llegar adonde ha llegado: tan s¨®lo dos largometrajes ¡ªla cinta de terror Clown (2014) y la eficaz Coche policial (2015), el tipo de pel¨ªcula que hace a?os habr¨ªa sido apreciada como un peque?o hallazgo de la serie B¡ª han sido suficientes para que se le conf¨ªe la direcci¨®n de la ¨²ltima palabra en trenes-el¨¦ctricos-m¨¢s-caros-del-mundo, que dir¨ªa Welles.

No estar¨ªa de m¨¢s recordar que Watts tambi¨¦n hab¨ªa participado en la colectiva Our Robocop Remake (2014), en la que cincuenta directores se repart¨ªan la direcci¨®n de escenas de un remake de Robocop (1987) con alma de fan-fiction: algo de la insolencia de ese proyecto parece filtrarse en esta s¨²perproducci¨®n, que incluye una pel¨ªcula dentro de la pel¨ªcula ¡ªdirigida, por cierto, por Peter Parker¡ª en la que se revisitan, en clave amateur, algunas escenas de Capit¨¢n Am¨¦rica: Civil War (2016).

Quiz¨¢ sea un espejismo pensar que, en un proyecto de estas dimensiones ¡ªconcebido, adem¨¢s, bajo el imperativo de integrarse dentro del megaserial cruzado que forman las vigentes franquicias Marvel¡ª, un cineasta reci¨¦n llegado puede dejar su impronta personal, pero Spiderman: Homecoming contiene los suficientes rasgos de originalidad como para sostener esa ilusi¨®n. La pel¨ªcula aprovecha con brillantez algunos puntos ciegos de sus hermanas mayores para empezar a construir su discurso: la presentaci¨®n del villano en la escena precr¨¦ditos, ambientada en las ruinas del cl¨ªmax de Los Vengadores (2012), es un buen ejemplo de ello.

La elecci¨®n de Michael Keaton para interpretar al Buitre va bastante m¨¢s all¨¢ de la broma cin¨¦fila con Birdman (2014) para permitir al actor una libertad de juego que trasciende el arquetipo y, sorpresa, suma un inesperado valor a?adido a la voluntad de esta pel¨ªcula de superh¨¦roes de ser, al mismo tiempo, comedia de instituto. Tom Holland hiperboliza con sostenida gracia la condici¨®n adolescente del protagonista y aguanta el pulso con los personajes de Robert Downey Jr y Jon Favreau. Al personaje le han restado dimensi¨®n tr¨¢gica, pero la pel¨ªcula es una fiesta.