Un cambio radical
En estos 20 a?os la historieta ha abandonado su escenario endog¨¢mico y ha avanzado en el reconocimiento social
A finales de los a?os noventa, el mercado del c¨®mic en Espa?a hab¨ªa olvidado ya esa burbuja de euforia y reconocimiento que supuso el llamado¡°boom del c¨®mic adulto¡±. Las revistas de Toutain, Norma o Nueva Frontera hab¨ªan dejado paso en los quioscos a los c¨®mics en grapa de Marvel o Forum, que dominaban el mercado junto a la emergente fuerza del manga. El c¨®mic espa?ol se refugi¨® en el activo circuito de librer¨ªas especializadas nacido en esa d¨¦cada, que actu¨® de muro de resistencia permitiendo la popularizaci¨®n del c¨®mic m¨¢s mainstream, pero tambi¨¦n de respaldo de una escena de edici¨®n independiente donde los fanzines resurgieron con fuerza, actuando de impulso para nuevos modelos editoriales como el de Edicions de Ponent, Inrev¨¦s o Sins Entido, que buscaban salir del c¨ªrculo cerrado donde el c¨®mic era publicado por editoriales que solo publicaban tebeos, para aficionados casi profesionales que compraban las publicaciones en librer¨ªas especializadas.
Casi 20 a?os despu¨¦s, el panorama no puede ser m¨¢s diferente: el mercado y las formas de consumir el c¨®mic han abandonado ese escenario endog¨¢mico y es casi imposible reconocer hoy herencias de la etapa anterior. El popular formato de cuadernillo sigue presente, pero ha sido ampliamente sustituido por el de libro, que ha permitido que la novela gr¨¢fica rompa antiguas fronteras y aparezca ahora de forma natural en librer¨ªas generalistas. Pero, adem¨¢s, se ha avanzado con claridad en el reconocimiento sociocultural de la historieta: del olvido medi¨¢tico se ha pasado a una presencia cotidiana en los medios de comunicaci¨®n, apoyada en el impulso de superaci¨®n de prejuicios pasados que ha supuesto el Premio Nacional de C¨®mic. Un aut¨¦ntico rompehielos que ha puesto en el punto de mira del inter¨¦s social obras que han actuado a su vez de ejemplo y llamada a una incre¨ªble generaci¨®n de j¨®venes autores que, desde la ausencia de prejuicios creativos preconcebidos, ha irrumpido con fuerza en el panorama del c¨®mic espa?ol.
Una situaci¨®n que se ha aliado con un gran cambio del mercado editorial patrio hacia el c¨®mic: las microeditoriales, que aprovechan los avances tecnol¨®gicos y los nuevos modelos de venta y distribuci¨®n, junto con el renovado auge de la autoedici¨®n, la edici¨®n colaborativa y, tambi¨¦n, la bajada de ventas del libro tradicional, han favorecido una nueva visi¨®n de las grandes editoriales, que ven ahora en el c¨®mic un nicho de expansi¨®n de inter¨¦s, expresado en la inclusi¨®n de colecciones de novela gr¨¢fica en su cat¨¢logo. Un proceso en el que, tambi¨¦n, se han asumido como propios los problemas de la industria del libro, de las tiradas raqu¨ªticas a la ausencia de lectores y el reto digital, pero que posiciona al c¨®mic ante una novedosa situaci¨®n, tan ilusionante como impredecible.
?lvaro Pons (Barcelona, 1966) acaba de publicar ¡®La c¨¢rcel de papel¡¯ (Confluencias), una antolog¨ªa de art¨ªculos sobre c¨®mics.
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