Vuelta a los noventa

Con eso de que las modas siempre vuelven, m¨¢s de un padre ha exclamado el ¡°en qu¨¦ estaba pensando¡± al observar las vestimentas de sus propios hijos, r¨¦plicas de las de 20 a?os atr¨¢s. Algo as¨ª nos ocurre con la programaci¨®n televisiva. Se nos ha llenado de los cl¨¢sicos de los noventa. Por alguna raz¨®n, los responsables de las cadenas se han empe?ado en que volvamos al siglo XX.

El ¨²ltimo estreno del verano se titula Me lo dices o me lo cantas. Rostros habituales de Telecinco comentan temas de actualidad modificando las letras de melod¨ªas conocidas por todos. En La parodia nacional, el original en el que se inspira, un cantante disfrazado de Jordi Pujol entonaba una vez: ¡°Jos¨¦ Mar¨ªa me quiere gobernar / Y yo le sigo, le sigo la corriente¡±. Hac¨ªa referencia al pacto entre el catal¨¢n y un presidente Aznar con mayor¨ªa simple, all¨¢ por 1996. Era tema recurrente entre el cancionero del programa. Y caemos en la cuenta, sin nostalgia, de lo mucho que ha cambiado Espa?a.

Tambi¨¦n nos ocurre con Lo que necesitas es amor. All¨ª todo era blanco, empezando por un Jes¨²s Puente que lo m¨¢s transgresor que hab¨ªa hecho antes era soltar alguna pregunta picante a las parejas de Su media naranja. Ahora las historias rom¨¢nticas las narra Risto Mejide en All you need is love¡­ o no. El t¨ªtulo va en ingl¨¦s y se cuestiona a s¨ª mismo para disimular lo rancio del concepto que adapta. En cuanto los testimonios de desconocidos no funcionaron en audiencia, se le meti¨® m¨¢s famosos al asunto. Es otro punto en com¨²n de todas estas secuelas.

Solo hace falta comparar las audiencias de las dos versiones actuales de Tu cara me suena, el nuevo Lluvia de estrellas, para comprobar que las cosas sin gente popular ya no interesan tanto. Al televidente le falta paciencia. No presta atenci¨®n a relatos de aquellos a quienes no conoce. Es curioso que cada vez haya menos hueco para los an¨®nimos en la televisi¨®n tradicional, teniendo en cuenta que en algo tan inmediato como YouTube son los que se hacen c¨¦lebres.