Figurante
Las cadenas que emiten 'Venezuela en llamas' deber¨¢n ampliar horarios porque el enredo se complica
Las cadenas que emiten 'Venezuela en llamas' deber¨¢n ampliar horarios porque el enredo se complica: arranc¨® como drama, pero se adentra aceleradamente en la categor¨ªa de tragedia. El actor principal, Nicol¨¢s Maduro, parece empe?ado en hacerla posible para superar a la brava su complejo de actor secundario, incurable desde que aceptara una misi¨®n imposible: interpretar al indiscutible protagonista de la obra, Hugo Ch¨¢vez.
Sin talento, ni conciencia de su ineptitud, se obsesion¨® con la emulaci¨®n de un caudillo que emocionaba a su audiencia con actuaciones memorables y la promesa de una Arcadia feliz y gratuita. El cuento de la lechera parec¨ªa posible con el barril por las nubes. Al menos, aquel hac¨ªa so?ar y re¨ªr a los suyos; su sucesor, s¨®lo llorar. La serie protagonizada por el figurante suma y sigue acumulando sangre, destrucci¨®n y odio.
Pese a todo, sigue el frente del elenco porque as¨ª fue acordado en los estudios de La Habana en 2011, cuando le fuera descubierto un c¨¢ncer al genial predicador bolivariano, fallecido dos a?os despu¨¦s. El guion original se escribi¨® desde la euforia de las regal¨ªas petroleras y a cuatro manos: las Ch¨¢vez y las de sus apuntadores cubanos, encargados del backstage, su especialidad.
La candidatura del segund¨®n no fue la ¨²nica. Otros aspiraban al puesto, principalmente Diosdado Cabello, demasiado montaraz e inmanejable. Recibi¨® una oferta que no pudo rechazar y se retir¨®. Maduro resulto ser un fiasco durante el rodaje de interiores y exteriores. Antip¨¢tico, carec¨ªa de las dotes de encantamiento necesarias para retener a la audiencia bolivariana, que cambia de canal o baja el volumen hasta silenciarlo.
El problema es que se ha cre¨ªdo el personaje. La serie ha fracasado y el presupuesto se agota. Alguien tendr¨¢ que rescindirle el contrato y reescribir la serie en democracia. Los productores cubanos conocen su nulidad. Si le amparan, corren el peligro de perderlo todo: los plat¨®s venezolanos y al figurante, reciclable en papeles de conductor de autob¨²s.
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