Muere Glen Campbell, grande del country

En Espa?a su nombre apenas tiene envergadura, pero en Estados Unidos Glen Campbell era mucho m¨¢s que un icono del country. Estrella cinematogr¨¢fica, presentador de televisi¨®n y prol¨ªfico m¨²sico con m¨¢s de 70 ¨¢lbumes publicados en 50 a?os de carrera, este vers¨¢til cantante fue uno de los grandes art¨ªfices en orillar el g¨¦nero vaquero a aguas del pop, en una visi¨®n musical fabulosa, que aunaba lo mejor de ambos universos, creando un sonido que ha marcado a generaciones de artistas hasta nuestros d¨ªas.

Nacido en Arkansas, Campbell ha muerto en Nashville a los 81 a?os como consecuencia del Alzheimer, enfermedad que le diagnosticaron en 2011 y que combati¨® con una entereza y una humanidad extraordinarias. Solo hasta que el mal fue m¨¢s fuerte que ¨¦l, decidi¨® recluirse e ingresar en un centro m¨¦dico. As¨ª, en el ¨²ltimo lustro, fue emotivo verle tocar entre 2011 y 2012 con aut¨¦nticos achaques de desorientaci¨®n, pero intentando mantenerse activo a trav¨¦s de las canciones. Pero a¨²n m¨¢s conmovedor fue verle en 2014 en el documental Glen Campbell: I¡¯ll Be Me, donde, bajo el aura de su figura p¨²blica tan imponente como adorable, hac¨ªa visibles los problemas del?Alzheimer, con el fin de concienciar a la sociedad de la necesidad de destinar fondos para investigar la enfermedad. La canci¨®n principal de la cinta, I¡¯m Not Gonna Miss You, era una bella balada confesional de despedida que fue nominada al Oscar.

Con su voz caramelosa y su espl¨¦ndido olfato instrumental, sab¨ªa c¨®mo tocar la fibra desde que su padre le regal¨® su primera guitarra de ni?o. Se fogue¨® de joven en garitos de Albuquerque , pero se instal¨® a los 22 a?os en Los ?ngeles, donde empez¨® en una banda de rock¡¯n¡¯roll para terminar convirti¨¦ndose en un reputado m¨²sico de estudio en Capitol, el gran sello de la Costa Oeste. A la guitarra, Campbell fue un fant¨¢stico escudero de grandes artistas como Frank Sinatra, Elvis Presley, Ricky Nelson, The Mamas and The Papas o The Beach Boys ¨C form¨® parte de la gloriosa Wrecking Crew (cuadrilla de demoliciones), el equipo de instrumentistas de lujo del que se rode¨® Brian Wilson, al que sustituy¨® en una gira en 1964, para dar forma al m¨¢gico Pet Sounds-.

Esa escuela en la sombra fue decisiva. En estudios como los de Golden Star, Campbell se hizo un profesional del sonido, un ejecutor nato, una m¨¢quina perfecta de la grabaci¨®n, sin apenas d¨ªas libres entre colaboraciones y colaboraciones de toda condici¨®n. Y algo m¨¢s: desarroll¨® un instinto ¨²nico para mezclar g¨¦neros. De esta forma, al poco de volar en solitario a mediados de los sesenta, deslumbr¨® por su personalidad sonora. Traspas¨® fronteras estil¨ªsticas: sus ra¨ªces country se fusionaban con elegancia y calidad con cuidadosos arreglos pop, en la l¨ªnea de la pionera Patsy Cline. En este sentido, sus relatos de carretera se med¨ªan dentro de paisajes repletos de orquestaciones, tal y como recog¨ªan algunos de sus primeros ¨¦xitos como Rhinestone Cowboy, By the Time I Get to Phoenix, Wichita Lineman o Galveston. Fue lo que en EE UU se llama un crossover, de la manera que antes lo fueron Elvis Presley o Bob Dylan rompiendo etiquetas y uniendo estilos.

Trabajador incansable y tipo con carisma, Campbell compagin¨® su labor de songwriter heterodoxo con la televisi¨®n. Lleg¨® a tener un programa propio en el que invitaba a m¨²sicos del country, al modo que tuvo Johnny Cash. Su desenvoltura ante las c¨¢maras le permiti¨® dar el salto al s¨¦ptimo arte y participar en distintas pel¨ªculas de Hollywood.

Se convirti¨® en un rostro conocido para el ciudadano norteamericano, pero en ninguna disciplina destac¨® m¨¢s que en la m¨²sica, con ese talante de vaquero del viejo oeste en postales sonoras de una gran profundidad melanc¨®lica, muchas de las que cuales deb¨ªa al compositor y amigo Jimmy Webb. Homenaje¨® a Hank Williams, padre del country moderno, grab¨® discos de g¨®spel ¨Cera muy religioso-, se code¨® con los m¨¢s grandes cantantes norteamericanos y version¨® canciones de todo tipo, desde Greenday a John Lennon. Hace apenas unas semanas se public¨® el disco Adi¨®s, un recopilatorio donde se incluyen versiones suyas de temas de Bob Dylan, Fred Neil o Willie Nelson. Adi¨®s es tambi¨¦n el t¨ªtulo de la ¨²ltima canci¨®n del ¨¢lbum. Una balada tierna a coraz¨®n abierto sobre el valor de haber vivido una vida plenamente, con fracasos, ¨¦xitos y sue?os, y ¡°bebiendo margaritas de noche en una vieja cantina de California¡±. Una despedida al alcance solo de los m¨¢s grandes.