Andr¨¦s Su¨¢rez: ¡°Encuentro m¨¢s canciones en el supermercado de mi pueblo que en los bares¡±
Frente a un caf¨¦ solo y un vaso de agua cuenta Andr¨¦s Su¨¢rez (Ferrol, 1983) que estar en un bar a las 20:00 -hora a la que tiene lugar la entrevista- se le hace muy raro. ¡°Ya no voy de bares, no vivo la noche como antes. Apenas salgo de casa¡±, asegura el gallego, que reside a las afueras de Madrid. Sus primeros a?os en la capital, sin embargo, los pas¨® entre el Libertad 8 y Lavapi¨¦s, barrio donde vivi¨® y mont¨® un estudio de grabaci¨®n que no lleg¨® a usar por el incesante ruido que hab¨ªa en la calle. En aquella ¨¦poca, Su¨¢rez pensaba que dormir ¡°era perder el tiempo o morir un poco¡±. Escribi¨® tres discos -Cuando vuelva la marea (2011), Moraima (2013) y Mi peque?a historia (2015)-, con la persiana bajada, durmiendo muy poco y con ojeras permanentes. En ellos hablaba de la misma persona, un amor no correspondido al que dej¨® marchar. ¡°Fue una etapa oscura, pesimista y depresiva. Conoc¨ª los l¨ªmites del amor, por lo tanto tambi¨¦n del dolor. Me enamor¨¦ y sali¨® mal. No me arrepiento, pero me aburr¨ª, me cans¨¦¡¡±.
Andr¨¦s Su¨¢rez es un hombre de aldea, Pant¨ªn, que lleg¨® a Madrid con 17 a?os a comerse un mundo que acab¨® devor¨¢ndolo a ¨¦l. ¡°Acab¨¦ muy quemado de esa etapa. A Madrid le debo todo, pero nunca estuve tan a favor de la luz como lo estoy hoy¡±. Ahora cuando sale es por las ma?anas a pasear con sus perros por Torrelodones. All¨ª, alejado del bullicio de la ciudad, se siente un poco m¨¢s cerca de Galicia y ha creado los estudios Moraima. Este giro de la suerte que le ha llevado hasta el momento de felicidad y confort en el que se encuentra y que ha dado como resultado Desde una ventana, su s¨¦ptimo ¨¢lbum, se le ha atragantado a m¨¢s de un seguidor acostumbrado a recrearse en la tristeza mientras escuchaba sus canciones. ¡°Cuando sali¨® el disco hubo gente que lo critic¨®. Los mismos que me llamaban pesado y aburrido son los que ahora echan de menos esa tristeza y me piden otro disco como los anteriores¡±, apunta.
Sigue siendo un tipo melanc¨®lico, triste y t¨ªmido, a fin de cuentas, como ¨¦l mismo bromea: es cantautor, pero un cantautor que no le canta m¨¢s al desamor. De ¨¦l ya lo ha dicho casi todo. ¡°Nos creemos que para componer no se puede estar bien porque nos encanta sufrir y llorar con la m¨²sica. Pero al amor tambi¨¦n se le puede escribir. El coraz¨®n me arde [primer single del disco] es justo eso: la historia de un enamoramiento, el subid¨®n del principio, los primeros polvos con La flaca, estar en un hotel destroz¨¢ndolo, ara?¨¢ndolo y que venga la polic¨ªa a la puerta de la que est¨¢is liando. Un disco abarca el momento vital en el que te encuentras y yo ahora encuentro m¨¢s canciones en el supermercado de mi pueblo a plena luz del d¨ªa que en todos los bares que he pisado en mi vida. Hacer otro disco como Moraima ser¨ªa imperdonable para mi carrera¡±.
Nunca tuvo plan B, que la m¨²sica no se convirtiera en su medio de vida nunca ha sido una opci¨®n y cuando se le pregunta cu¨¢ndo supo que los escenarios eran lo suyo responde sin dudar que lo ten¨ªa claro incluso antes de nacer. Su madre, la misma que le llev¨® a ver a Extremoduro cuando solo ten¨ªa 13 a?os (¡°vi ese concierto como si fuera el ¨²ltimo momento de mi vida¡±), le cantaba Yolanda de Pablo Milan¨¦s cuando estaba embarazada de ¨¦l. ¡°Recuerdo quedarme dormido de peque?o con Miguel Bos¨¦, Mecano o Pablo Milan¨¦s. Mi mayor referente es Joaqu¨ªn Sabina, personal y profesionalmente. Y Ruibal es mi otro Sabina, tiene el don de la palabra. Juan Luis Guerra y Enrique Urquijo son tambi¨¦n pilares fundamentales. No he vuelto a encontrar una sola canci¨®n como las de Urquijo. Admiro a mucha gente que empieza y compa?eros m¨ªos como Vanesa Mart¨ªn [que suena durante la entrevista] o Funambulista, pero no he vuelto a escuchar otra como Ojos de gata¡±.
Si algo tiene claro Andr¨¦s Su¨¢rez, es que no ha llegado hasta aqu¨ª para abrazar el premio. ¡°Pensar que a t¨ªtulo profesional ya lo tienes todo hecho por llenar el WiZink Center [¨¦l lo hizo el pasado 4 de noviembre] es una gilipollez. A m¨ª me pone hacer una entrevista, un viaje, un concierto¡ El d¨ªa que pierda esta excitaci¨®n que me produce mi trabajo estar¨¦ perdido¡±. El compositor sentencia, da un ¨²ltimo sorbo a su caf¨¦ y emprende el camino de regreso hacia ese territorio seguro que es hoy su casa.
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