H¨¢litos de vida
El autor austriaco Robert Seethaler traza un hermoso relato sobre la relaci¨®n del hombre con la naturaleza
Esta es la historia de Andreas Egger, que a los 21 a?os encontr¨® a su vecino Hannes, El Corneta, moribundo en la nieve, se lo carg¨® a la espalda, se enfrent¨® a la ventisca para llevarlo al pueblo en un esfuerzo agotador y al hacer un alto se le escurri¨® del armaz¨®n de madera en que lo transportaba, dio media vuelta y se perdi¨® monta?a arriba en la blancura helada.
El ni?o Andreas Egger perdi¨® pronto a su madre y lo recogi¨® un cu?ado de ella, el granjero Kranzstocker, que a los ocho a?os lo unci¨® a un yugo de madera para bueyes. Un d¨ªa en que lo castig¨® con la vara de avellano le rompi¨® el f¨¦mur al chico, se disloc¨® y qued¨® cojo. El peque?o Egger pas¨® a la escuela diariamente tras hacer las faenas del establo y lleg¨® a leer. Se hizo fuerte, ¡°pensaba despacio, hablaba despacio, caminaba despacio, pero cada pensamiento, cada palabra y cada paso que daba dejaban un rastro justo donde, a su juicio, deb¨ªan dejarlo¡±. Se hizo hombre y a los 18 a?os se rebel¨®, plant¨® al granjero y se fue de su casa. A los 29 consigui¨® arrendar un terreno con un henal. Luego fue cuando ocurri¨® el episodio de El Corneta.
Entonces apareci¨® Marie. Fue el primer y ¨²nico amor de Andreas, un soplo de ternura en aquel mundo inclemente. Ella qued¨® embarazada, pero antes de dar a luz un alud la sepult¨® junto con la casa y Andreas se qued¨® solo. Abocado a la soledad, que ser¨ªa su nueva compa?era, abandon¨® el valle y se enrol¨® en la compa?¨ªa que constru¨ªa una estaci¨®n de monta?a y un telef¨¦rico, donde trabaj¨® ¡°balance¨¢ndose entre el cielo y la tierra¡±. Lleg¨® la guerra, lo alistaron y pas¨® ocho a?os prisionero en Rusia. Tras la liberaci¨®n se emple¨® como gu¨ªa en las monta?as para todos los turistas que empezaron a invadir el valle. Fue entonces cuando encontraron el cad¨¢ver de El Corneta congelado en un nevero. Para entonces, Egger hab¨ªa alcanzado y perdido alguna de sus ilusiones y sue?os, porque ¡°muchos hab¨ªan permanecido inalcanzables, o se los hab¨ªan arrebatado apenas los hab¨ªa logrado¡±.
En cierto modo, esta podr¨ªa ser la historia de Job. Como Egger no cre¨ªa en Dios sino s¨®lo en la vida, fue ¨¦sta la que le hizo pasar todas las calamidades. Y ¨¦l sobrevivi¨® esperando a que un d¨ªa la vida lo reconociera como Dios reconoci¨® a Job al final de sus desdichas. Pero la vida se limit¨® solamente a hacerle un hueco dentro de ella. Entonces Egger luch¨® desde dentro de ella con nobleza y sin saber para qu¨¦, s¨®lo siguiendo su instinto, cerca de los hombres aunque en una soledad extrema: s¨®lo se ten¨ªa a s¨ª mismo y a la naturaleza, en cuyo seno hab¨ªa nacido. Hasta que la Dama Fr¨ªa, aquella que segu¨ªa a Hannes, El Corneta, vino a buscarlo.
Este hermos¨ªsimo relato s¨®lo es posible gracias al talento de Robert Seethaler para describir la relaci¨®n entre el hombre y la naturaleza. La belleza y la emoci¨®n que contienen sus descripciones espaciales y emocionales, junto al valor de la voluntad ante la aspereza de un entorno del que Andreas extrae h¨¢litos de vida en los que apenas florecen momentos de felicidad sumados a la nobleza elemental del personaje, forman un todo compacto, directo y convincente; todo ello bien trasladado al castellano por la traductora. El secreto de Seethaler est¨¢ en integrar la historia de Egger con el sentimiento de la naturaleza, que aparece como el soporte emocional del car¨¢cter del personaje.
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Autor:?Robert Seethaler.
Editorial:?Salamandra (2017).
Formato:?tapa blanda (139 p¨¢ginas).
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