Cabron¨ªa
M¨¢s que provocar a la audiencia, algunos monologuistas parecen estar retando a la vida
¡°Me he pasado a?os haciendo chistes de lo plana que soy. Y ahora resulta que tengo c¨¢ncer de mama bilateral. Seguro que mis pechos han escuchado las bromas que llevo haciendo todo este tiempo y han decidido poner tierra de por medio¡±, cuenta la monologuista estadounidense Tig Notaro sobre su doble mastectom¨ªa. De pie, sobre un escenario y micro en mano, se r¨ªe de lo que le da la gana.
Es una forma de humor muy barata. Netflix, que sigue invirtiendo en producci¨®n propia m¨¢s de lo que ingresa, recurre a ella para ajustar las cuentas que han disparado los exorbitados presupuestos de algunas de sus series.
Buceando en el cat¨¢logo de la cadena, siempre extenso e inabarcable, es posible encontrar propuestas que exploran l¨ªmites nunca vistos en El club de la comedia. El especial de Notaro se presenta como un documental sobre la vida de una estrella del g¨¦nero marcada por la enfermedad. En muchos otros casos, son mon¨®logos encadenados que configuran de un solo golpe la identidad c¨®mica de su autor.
Ali Wong es otra que rompe esquemas. Una mujer de raza asi¨¢tica se enfrenta al p¨²blico embarazada de seis meses para contar chistes sobre promiscuidad y enfermedades de transmisi¨®n sexual. Su programa Baby Cobra se estren¨® el D¨ªa de la Madre. M¨¢s que provocar a la audiencia, ambas parecen estar retando a la vida.
En los a?os setenta, la llamada stand up comedy se re¨ªa de la Guerra de Vietnam. Y Richard Pryor recordaba a sus espectadores blancos que los negros no les hab¨ªan robado el asiento durante el descanso. Con este mismo ingenio reflexiona ahora Aziz Ansari, el hombre de moda, sobre lo complicado que es el mundo para los treinta?eros de actuales.
Joaqu¨ªn Reyes es el primer espa?ol que rueda un programa de este estilo para la plataforma digital. El especial Una y no m¨¢s habla de maestras de infancia, v¨¢teres, reporteros de la tele y expresiones t¨ªpicas de Albacete. Recopila lo que ¨¦l define como sus ¡°pinceladas de cabron¨ªa¡±, tan necesarias para la supervivencia.
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