La terna dio la cara ante el dificultoso segundo desaf¨ªo torista en Las Ventas

Javier Cort¨¦s y G¨®mez del Pilar, a¨²n sin trofeos, fueron los encargados de poner el argumento al segundo desaf¨ªo ganadero celebrado en Las Ventas, entre los hierros de Palha y Hoyo de la Gitana.

Con un cuarto de entrada (6.750 espectadores, seg¨²n la empresa), se lidiaron tres toros -primero, tercero y quinto- de Palha, bien presentados, reserv¨®n y con peligro el primero, y buenos y a menos, tercero y quinto; y otros tantos de Hoyo de la Gitana, serios, faltos de casta y deslucidos.

Rub¨¦n Pinar: estocada baja (silencio); casi entera tendida (silencio).

Javier Cort¨¦s: pinchazo y estocada baja (ovaci¨®n); dos pinchazos, media atravesada y descabello (ovaci¨®n).

G¨®mez del Pilar: estocada (aviso y vuelta al ruedo tras fuerte petici¨®n de oreja); pinchazo hondo (silencio).

La dura rev¨¢lida de septiembre en Madrid lleg¨® para tres toreros con intenci¨®n de abrirse paso con el segundo desaf¨ªo ganadero entre Palha y Hoyo de la Gitana. Torismo puro y duro. Al final, la balanza se decant¨® a favor de los de luces, que dieron la cara de verdad y se justificaron sobradamente. Fueron ellos los verdaderos protagonistas del ¡®desaf¨ªo¡¯, especialmente un gran Javier Cort¨¦s, sin espada, y un entregad¨ªsimo G¨®mez del Pilar al que el palco neg¨® descaradamente una oreja de su primero.

A portagayola recibi¨® este torero al tercero de la corrida, de Palha, que derrib¨® en la primera vara y acudi¨® de largo y con alegr¨ªa en la segunda tras una vistosa zapopina por parte del madrile?o para ponerlo en suerte. Generosidad del torero, que el p¨²blico agradeci¨®.

Para el respetable fue, precisamente, el brindis de Del Pilar, que ech¨® las dos rodillas en tierra en el inicio de faena. El toro, de enga?osa movilidad, solo se tragaba los dos primeros muletazos. Del Pilar le rob¨® otros sueltos de buen corte en el contexto de una faena de mucha entrega, y en la que lleg¨® a sonar una aviso antes de ir a por la espada, que manej¨® tambi¨¦n con acierto. Le pidieron con fuerza la oreja, pero el us¨ªa no accedi¨®, y todo qued¨® en una vuelta al ruedo de las de verdad.

A la puerta de chiqueros se volvi¨® a ir con el sexto, con el que el tercio de varas result¨® interminable, al empe?arse en el imposible de hacer ir de largo a un astado que se agot¨® tambi¨¦n pronto en la muleta. A pesar de ello, G¨®mez del Pilar le rob¨® algunos muletazos sueltos muy largos y templados.

Se esperaba con expectaci¨®n el regreso a Madrid de Javier Cort¨¦s tras siete a?os de ausencia; el llamado ¡®rubio de Getafe¡¯ demostr¨® que est¨¢ capacitado para funcionar en cuanto le den oportunidades, m¨¢s all¨¢ que las que le brindan algunas empresas de Francia.

Su primero fue un enorme toro de Hoyo de la Gitana. 650 kilos de seriedad y m¨²sculo. No se emple¨®, sin embargo, lo suficiente en el caballo, por mucho que en la segunda vara se arrancara en la media distancia y se dejara pegar. Se dobl¨® con torer¨ªa Cort¨¦s en las probaturas, y se coloc¨® de verdad desde la primera tanda. El medio pecho por delante, la muleta al pit¨®n contrario, y a tragar con un toro muy agarrado al piso y que se defend¨ªa antes de arrancarse. No fue una faena lucida, -el toro no se prest¨® a ello-, pero s¨ª de arrestos, valor y, sobre todo, actitud.

El quinto fue bueno lo poco que dur¨®, y con ¨¦l emergi¨® un gran Javier Cort¨¦s, muy puro en los naturales con los que inici¨® la faena. Otra vez en el sitio, muy cruzado, de verdad. Y tore¨® con mucho temple y hondura en los soberbios muletazos que extrajo tambi¨¦n por el lado derecho. Se vaci¨® por completo el madrile?o, que fall¨® a espadas.

El primero de Pinar fue un Palha dif¨ªcil y con peligro, un toro muy reserv¨®n y al acecho, que buscaba al torero en el segundo muletazo. Pinar solvent¨® la papeleta con oficio. El cuarto, de Hoyo de la Gitana, fue un toro muy descastado. Qu¨¦ mala suerte la de Pinar, que, visiblemente contrariado, no le qued¨® otra soluci¨®n que abreviar.