M¨¢scaras que nos desnudan

Dos bofetadas de la vida, un divorcio y un despido en un expediente de regulaci¨®n de empleo en la televisi¨®n auton¨®mica donde trabajaba como realizador, le mostraron al fot¨®grafo Javier Tresguerres que personas que se dec¨ªan sus amigos "pod¨ªan cambiar su actitud hacia uno cuando la vida se tuerce. De aquellos tragos decidi¨® salir con un proyecto fotogr¨¢fico que le ha "servido de div¨¢n" en los ¨²ltimos a?os. Se instal¨® en un peque?o plat¨® en el que empez¨® a construir m¨¢scaras antig¨¢s, m¨¢s de 50, que decor¨® y pint¨®. Despu¨¦s comenz¨® a retratar a hombres y mujeres desnudos que solo llevaban sus m¨¢scaras, en una alegor¨ªa de que "en la vida hay mucha falsedad y damos a veces una imagen que no es la nuestra", dice Tresguerres (Oviedo, 1957), que pone a las redes sociales como ejemplo de esa impostura: "Te ense?o mis intimidades, mis fotos, pero luego resulta que es mentira y no soy as¨ª".

De este trabajo de casi ocho a?os procede Enmascarados, su primera exposici¨®n y fotolibro, que se ha autoeditado. Las 53 im¨¢genes de esta muestra pueden verse en el Ateneo de Madrid hasta el 30 de septiembre, despu¨¦s viajar¨¢n al Palacio de Congresos Pr¨ªncipe Felipe de Oviedo del 1 al 15 de noviembre. Con un pasado de guionista y de publicista en distintos formatos, Tresguerres ha logrado una puesta en escena que lleva al espectador a percibir que las m¨¢scaras forman parte de la anatom¨ªa de los fotografiados, que no parecen humanos, "sino seres biomec¨¢nicos", se?ala. El autor pone as¨ª de manifiesto "la asfixiante atm¨®sfera que nos rodea y que hace crecer en nuestros rostros esas m¨¢scaras horribles".

El fetichismo, el sado, el sexo y la violencia son algunos de los asuntos reflejados en unas im¨¢genes en las que, con los personajes saliendo de la penumbra, se suceden los homenajes a ic¨®nicas representaciones art¨ªsticas, como el pensador, san Sebasti¨¢n martirizado o el nacimiento de Venus, y reconocimientos a fot¨®grafos como Robert Mapplethorpe o Helmut Newton. "En esta obra he querido romper la sensualidad y la belleza de los cuerpos con m¨¢scaras que resultan desagradables, se trataba de enfrentar el atractivo de un desnudo con algo que provoca lo contrario".

Consciente de que algunas de sus instant¨¢neas resultar¨¢n dif¨ªciles de digerir para determinadas personas, Tresguerres subraya su sorpresa por "la reacci¨®n positiva de la gente" que ya ha acudido a ver las impactantes fotograf¨ªas de Enmascarados al Ateneo. Quiz¨¢s porque los visitantes descubren que las m¨¢scaras no siempre se usan para ocultar. Como escribi¨® Oscar Wilde: "Dad una m¨¢scara a un hombre y os dir¨¢ la verdad".