Ese lujo de actor
Cualquier pel¨ªcula en la que aparezca el argentino Ricardo Dar¨ªn posee atractivo para m¨ª
No recuerdo qu¨¦ edad ten¨ªa cuando alguien me cont¨® que las pel¨ªculas, esa enso?aci¨®n suprema, no las hac¨ªan los actores y las actrices, sino que eran obra de unos seres que no aparec¨ªan en la pantalla y que se llamaban directores. Me cost¨® asimilarlo. Pero infinitos a?os despu¨¦s, el im¨¢n que desprenden esos hombres y mujeres a las ordenes de los directores, que hacen y dicen cosas inventadas por otras personas llamadas guionistas, me sigue envolviendo; me cuesta creer que la magia que irradian no les pertenezca solo a ellos. Creo que multitud de espectadores han pagado, pagan y pagar¨¢n la entrada por ver y escuchar a sus interpretes favoritos. Esa certidumbre la tuve en la infancia y la sigo manteniendo en el invierno m¨¢s sombr¨ªo. Por ejemplo: cualquier pel¨ªcula en la que aparezca el actor argentino Ricardo Dar¨ªn posee atractivo para m¨ª. Ser¨¢n mejores o peores, pero tengo claro que a ¨¦l siempre me lo voy a creer, desprender¨¢ fascinaci¨®n, ser¨¢ capaz de expresar con potencia y sutileza los sentimientos m¨¢s variados, clavar¨¢ sus frases, sus gestos y sus miradas, podr¨¢ otorgar vida, autenticidad, seducci¨®n y matices a una ilimitada galer¨ªa de personajes.
Le han concedido un incontestable Premio Donostia. Se los merece todos, aunque su arte no precise de ellos. Estoy convencido de que si trabajara en la producci¨®n anglosajona, hubiera ganado ya m¨¢s de un Oscar. Y exhiben La cordillera, otra confirmaci¨®n (y van...) del talento de este hombre. La dirige el argentino Santiago Mitre. Lo hace con poderoso estilo visual, un guion muy trabajado, una atm¨®sfera repleta de misterio y sugerencias que recuerda el turbio e hipn¨®tico mundo de Polanski. El escenario es un hotel en un impresionante paisaje de los Andes chilenos donde se celebra un encuentro con afanes de gran trascendencia (hablamos de tratados comerciales, del petr¨®leo) entre los presidentes de los pa¨ªses latinoamericanos y con Estados Unidos intentando que sus intereses no sufran alteraciones ante la amenaza de alianzas que pueden suponer una temida revoluci¨®n. El mundo de la pol¨ªtica est¨¢ acompa?ado por las inquietantes movidas familiares y sentimentales del presidente de Argentina, pieza clave en los resultados de esa reuni¨®n. Mantiene un tono enigm¨¢tico, situaciones que dejan campo libre a la imaginaci¨®n del espectador, interpretaciones veraces, di¨¢logos de altura. ?Y Dar¨ªn? Perfecto, en su caso esa es siempre la regla, no la excepci¨®n.
Hace 10 a?os vimos en Cannes la verdaderamente escalofriante pel¨ªcula rumana 4 meses, 3 semanas, 2 d¨ªas. Desde entonces, todos los festivales se desviven por ofrecer en su programaci¨®n cine rumano. Ay, de las ef¨ªmeras modas, de las insoportables tendencias. Ocurri¨® con el cine iran¨ª, el chino, el taiwan¨¦s, el coreano, y no s¨¦ cu¨¢ntos m¨¢s. En los ¨²ltimos tiempos, al parecer, el cine solo puede salvarse del apocalipsis gracias a las pel¨ªculas en permanente estado de gracia que se realizan en Ruman¨ªa y en Latinoam¨¦rica. Ellos sabr¨¢n. Yo, las falacias y las estupideces que pretenden generalizar, no me las creo desde que era peque?ito. Y me asusto inicialmente ante los 160 minutos de la pel¨ªcula rumana Pororoca, dirigida por Constantin Popescu. Desarrolla una tem¨¢tica que inspira pavor no solo a las personas que tienen hijos peque?os, sino a cualquiera con un m¨ªnimo de coraz¨®n y de cerebro, y es la que trata de desapariciones de ni?os, la seguridad de que los ogros existen y los pueden arrebatar. Aqu¨ª ocurre en un parque al que un padre ha llevado a jugar a sus cr¨ªos. La ni?a desaparece. Y comienza para los padres el sufrimiento m¨¢s demoledor, la b¨²squeda infructuosa, el sentido de culpa, las grietas irreparables en una pareja que parec¨ªa razonablemente feliz, el progresivo enloquecimiento que provoca el dolor, la persecuci¨®n obsesiva a la gente que moraba en el parque ese fat¨ªdico d¨ªa tratando de encontrar al raptor. Este depresivo estado est¨¢ descrito con cierta personalidad, clima desasosegante, detalles sutiles. No es una pel¨ªcula desde?able, pero tiene un serio problema y es que le sobra metraje. El desarrollo de esta tragedia y el efecto que pretende conseguir se habr¨ªan logrado igualmente si el director hubiera aligerado el montaje. Se me hace muy larga, in¨²tilmente repetitiva.
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