La poes¨ªa mestiza y fronteriza de Javier Ruibal conquista el Premio de M¨²sicas Actuales
¡°Siempre he sido como un vinatero entregado¡±, asegura el cantautor, que acababa de celebrar con un doble ¨¢lbum sus 35 a?os de oficio
Al gaditano Javier Ruibal (Puerto de Santa Mar¨ªa, 1955) se le avecinaba una ma?ana de sosiego, charletas y brisa marina en Santa Cruz de Tenerife, a la espera del concierto que ofrec¨ªa por la tarde en la ciudad y al d¨ªa siguiente en La Palma. Pero una llamada de Montserrat Iglesias, la directora general del INAEM, le cambi¨® por completo la agenda y los biorritmos. La consecuci¨®n del Premio Nacional de las M¨²sicas Actuales, dotado con 30.000 euros, constituye el reconocimiento a una trayectoria que acaba de cumplir 35 a?os y siempre ha destacado por su luminosidad mel¨®dica y el compromiso con el acervo cultural andaluz. ¡°Hasta ahora he sentido como si hubiera estado jugando, porque nunca se puede perder la dimensi¨®n l¨²dica de este oficio, pero este premio es una cosa muy seria y cargada de responsabilidad¡±, reconoc¨ªa por tel¨¦fono el autor de discos tan importantes para la canci¨®n mestiza y aflamencada como Pensi¨®n Triana, Contrabando o Qu¨¦date conmigo.
El nombre de Ruibal engrosa un palmar¨¦s en el que ya figuraban los de Santiago Auser¨®n, Martirio (ambos, integrantes del jurado), Amaral, Carmen Par¨ªs, Kiko Veneno o Jorge Pardo. Y el car¨¢cter ilustre de estos compa?eros de viaje era un motivo adicional de orgullo para el trovador gaditano. ¡°Supongo que nos une a todos una misma vocaci¨®n de hacer m¨²sica sin expectativas triunfalistas, de hacer lo que prometimos sin aspavientos ni fantas¨ªas de ¨¦xito inmediato¡±, reflexionaba.
En su caso, estas tres d¨¦cadas y media de repertorio propio le han servido para rendir tributo a las geograf¨ªas que m¨¢s le fascinan, siempre con vocaci¨®n fronteriza (Andaluc¨ªa y el Mediterr¨¢neo, pero tambi¨¦n el Magreb, India o el Caribe), y para, de paso, ¡°dar respuesta a las preguntas vitales que nos asaltan a todos¡±. ¡°Solo puedo asegurar¡±, anot¨®, ¡°que llevo un mont¨®n de tiempo trabajando para no echar agua al vino. Siempre he sido un vinatero entregado¡¡±.
Javier Ruibal no tuvo un debut excesivamente precoz (Duna, su primer trabajo discogr¨¢fico, lleg¨® a los 28 a?os), pero el galard¨®n ministerial le trajo a la memoria el sue?o de aquel chaval¨ªn que le¨ªa a Lorca y trasteaba con la guitarra sin desmayo. ¡°A veces pienso que llevar tanto tiempo en esto es un milagro, un bingo¡±, confiesa. ¡°Yo era un ni?o que viv¨ªa la obsesi¨®n de cantar, tocar y componer, y al que algunos colegas c¨®mplices le iban diciendo: ¡®Bien, Javierito, t¨² sigue¡¯. Cumplir 35 a?os y seguir en ello es una bendici¨®n y la constataci¨®n de que la vida te da palmaditas en la espalda. Bueno, y de que el tiempo dura muy poco¡¡±.
Los amigos, desde Drexler a Carmen Linares, Miguel R¨ªos, Dorantes, Pasi¨®n Vega o Kiko Veneno, le hab¨ªan agasajado hace una temporada con cuatro noches, junto a las murallas de C¨¢diz, de las que salieron las treinta y tantas grabaciones incluidas en su doble ¨¢lbum 35 Aniversario. ¡°Hab¨ªan sido cuatro fiestas inolvidables, de esas que se guardan para siempre en la memoria del coraz¨®n¡±, relata el cantautor, ahora consciente de que la distinci¨®n ministerial le har¨¢ redoblar sus par¨¢metros de autoexigencia. ¡°Los premios te ponen en la tesitura de que vas a ser m¨¢s observado a partir de ahora, e incluso de que habr¨¢ nuevos p¨²blicos que miren hacia ti. Y ser¨¢ importante que me pillen escribiendo y demostrando que me tomo el arte muy en serio¡±.
En 35 Aniversario ya desliz¨® Ruibal algunos temas nuevos de los que le asaltan de un par de a?os a esta parte, pero conf¨ªa en reunir los suficientes como para entregar un nuevo ¨¢lbum a lo largo de 2018. ¡°No hab¨ªa pensado en el t¨ªtulo, pero a lo mejor despu¨¦s de lo de hoy tengo que ponerle Continuar¨¢¡¡±, improvisaba entre risas. El timbre se le ensombrece, sin embargo, cuando se le pregunta si los episodios de estas ¨²ltimas semanas tienen algo de po¨¦tico. ¡°Siento una grand¨ªsima preocupaci¨®n al comprobar la escas¨ªsima profesionalidad de los pol¨ªticos espa?oles¡±, se lamenta. ¡°No se pueden hacer las cosas a las bravas, ni las reivindicaciones ni las represiones, pero nuestros dirigentes no est¨¢n demostrando ni la prudencia ni el di¨¢logo que deber¨ªan serles consustanciales¡±. Y hace una pausa final antes de remachar: ¡°Solo una cosa s¨ª tengo clara. La letra, con sangre, no entra. En todo caso entra con poes¨ªa¡¡±.
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