¡®Obabakoak¡¯ se reencarna en escena
Bieito dirige la primera versi¨®n dramat¨²rgica del libro de Atxaga, un hito de la literatura en euskera
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
A las puertas del teatro Arriaga de Bilbao, Bernardo Atxaga se resiste a entrar. Dentro est¨¢ el director de escena Calixto Bieito con su equipo a punto de comenzar uno de los ¨²ltimos ensayos generales de su puesta en escena de Obabakoak, la novela que encumbr¨® a Atxaga hace ya casi 30 a?os, un hito en la literatura vasca. ¡°Me molesta intervenir en las adaptaciones o traducciones de mis libros. Cada uno tiene derecho a imaginar lo que quiera cuando lee. Todo juicio sobre un libro tiene que ver, de hecho, con las resonancias que encuentra en cada lector. ?Y qu¨¦ s¨¦ yo lo que puede emocionarle a un japon¨¦s cuando lee Obabakoak?¡±, explica el escritor. Pero ?no le pica la curiosidad? ?De verdad no quiere entrar? ¡°No hay que desperdiciar sorpresas¡±, responde so?ador.
Esto ocurr¨ªa el lunes, en v¨ªsperas del estreno oficial del montaje en euskera, que ser¨¢ este jueves. El autor viaj¨® a Bilbao desde Vitoria, donde vive, para charlar con EL PA?S sobre este acontecimiento, pero se mantuvo firme en su prop¨®sito de no asomarse a los ensayos. Ni siquiera ha le¨ªdo la adaptaci¨®n que ha hecho Bieito de la novela ¡ªque en realidad es un conjunto de cuentos relacionados con un pueblo imaginario llamado Obaba¡ª, como no lo hizo cuando Montxo Armend¨¢riz la llev¨® al cine en 2005. ¡°Estoy seguro de que Calixto ha hecho un gran trabajo. Es un director muy alejado del naturalismo, y eso es fundamental para no convertir Obabakoak en una pieza de costumbrismo rural¡±, opina el escritor.
Nada m¨¢s lejos del estilo de Calixto Bieito que el naturalismo, en efecto. Considerado uno de los directores m¨¢s vanguardistas de Europa, ha alcanzado prestigio internacional por sus rompedoras adaptaciones de ¨®peras y textos teatrales cl¨¢sicos. La temporada pasada fue nombrado director art¨ªstico del Arriaga, que compagina con su puesto de director residente del Theater Basel (Basilea, Suiza).
El verdadero sonido de Obaba
Que Bernardo Atxaga no haya querido intervenir en la adaptaci¨®n teatral de Obabakoak no significa que no se haya emocionado con el proyecto. Primero, porque se estrena en euskera, la lengua en la que ¨¦l concibi¨® el libro. Y tambi¨¦n porque es una producci¨®n del teatro Arriaga de Bilbao, el lugar donde ¨¦l se "convirti¨®" en escritor. "Aqu¨ª nos reun¨ªamos en los setenta para intercambiar libros y hablar de literatura. Gente como Joseba Sarrionandia, Ruper Ordorika o Jon Juaristi", recuerda Atxaga.
Calixto Bieito no dud¨® sobre la lengua en la que deb¨ªa montar la obra, pese a que ¨¦l no habla euskera. ¡°He trabajado en muchos idiomas que no entiendo y eso nunca fue impedimento. ?Por qu¨¦ iba a serlo en este caso? Dej¨¦monos llevar por su sonido original¡±, apunta el director.
El montaje puede verse hasta el s¨¢bado en Bilbao y la semana que viene se representar¨¢ en el Lliure de Barcelona, antes de iniciar una gira por ciudades vascas. El 23 de noviembre se estrenar¨¢ de nuevo en el Arriaga la versi¨®n en castellano.
Obabakoak es la primera producci¨®n que Bieito dirige en el Arriaga, pero no por ello ha eludido el riesgo. ¡°Soy consciente de que es un texto m¨ªtico en Euskadi. Por eso mismo, no me he planteado contentar las expectativas de nadie. Esto es solo una visi¨®n parcial, fragmentos de historias que me han conmovido. Es un puzle, un poema visual, una cantata. La novela lo permite: al no ser una narrativa lineal ni realista, invita a dejar volar la imaginaci¨®n", explicaba tambi¨¦n el lunes, al otro lado de la puerta que Atxaga no quiso traspasar. ¡°Pero, ojo, no hay ni una palabra que no estuviera en el texto original¡±, aclara el director.
Hace unos meses, cuando Bieito empez¨® a vislumbrar el proyecto, le pidi¨® a Atxaga que lo acompa?ara a visitar los paisajes de la novela. ¡°Viajamos juntos a Asteasu, su pueblo, donde pude sentir las historias de Obaba. Muchas son fant¨¢sticas, cierto, pero lo que contienen es real: el amor, el deseo, la muerte, la locura, el miedo¡±, comenta el director.
Atxaga coincide: ¡°Si uno ha o¨ªdo toda la vida que los lagartos pueden entrar por el o¨ªdo y da?ar el cerebro, como se dice en Obaba, su temor es real por mucho que le digan que eso no es posible. No es fantas¨ªa¡±, subraya el escritor. ?Y cu¨¢les son los miedos del siglo XXI, tres d¨¦cadas despu¨¦s de la publicaci¨®n de Obabakoak? ¡°Los mismos, pero con otra forma. Los fantasmas antes aparec¨ªan envueltos en s¨¢banas porque as¨ª se enterraba a los muertos. Ahora los fantasmas est¨¢n en los centros comerciales, donde corren cuentos de ni?os secuestrados entre la multitud, que surgen del mismo miedo que hizo nacer al antiguo Sacamantecas¡±, resume el autor.
En el escenario, 11 actores se preparan para el ensayo. Hay bicicletas y varias pantallas de v¨ªdeo. Todo gris. Una puesta en escena austera, que esconde una gran complejidad t¨¦cnica. Los personajes empiezan a desgranar sus historias. Las viejas historias de Obaba. Lo que viene despu¨¦s lo descubrir¨¢n los espectadores esta noche. No hay que desperdiciar sorpresas.
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Autor:?Bernardo Atxaga.
Editorial:?Alfaguara (2013).
Formato:?version Kindle, tapa blanda y tapa dura (80 p¨¢ginas).
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