Bunbury combate con rock la desesperanza de la realidad
El m¨²sico publica ¡®Expectativas¡¯, su s¨¦ptimo disco en solitario, en el que muestra su desencanto con los tiempos pol¨ªticos y sociales actuales
Fuera de micr¨®fono, mientras el equipo de EL PA?S TV ultima todo para la grabaci¨®n de la entrevista, Bunbury (Zaragoza, 1967) se detiene en charlar sobre la ¨²ltima celebraci¨®n del festival Monkey Week, que unos d¨ªas atr¨¢s reuni¨® en Sevilla a decenas de m¨²sicos emergentes y subterr¨¢neos, al margen del radar de los medios de comunicaci¨®n y el p¨²blico mayoritario. ?l fue uno de los ide¨®logos y principales apoyos de este interesant¨ªsimo certamen, que empez¨® en el puerto de Santa Mar¨ªa, en C¨¢diz, hace m¨¢s de una d¨¦cada. Quiere saber nuevos nombres a los que seguir la pista. Poco antes, tras reconocer que todav¨ªa no ha asimilado la muerte de Tom Petty y lamentarse por no ir a su ¨²ltimo concierto en Los ?ngeles junto a Lucinda Williams, comenta con inter¨¦s los nuevos discos de The National o The War on Drugs, con los que anda fascinado y cuyo ¨²ltimo ¨¢lbum, dice, le pegar¨ªa grabar a Bob Dylan. Aunque tiene el peso de una estrella del rock, tan dadas a desconectar del mundo real, y en este g¨¦nero es el m¨²sico espa?ol m¨¢s internacional, Bunbury sigue mostrando el perfil del tipo mel¨®mano que siempre fue y, sobre todo, apegado a la realidad, esa a la que cr¨ªtica con fiereza en su nuevo disco, Expectativas.
¡°Es un disco que tiene un componente social importante. Intento reflejar en las letras el tiempo que me ha tocado vivir. Toda la parte social es desoladora, oscura y extremadamente desesperanzada. No veo por qu¨¦ sentirme optimista¡±, confiesa sentado en un sof¨¢ en la sala Costello Priv¨¦, en el centro de Madrid. El ¨¢lbum se empez¨® a gestar a finales de 2013, justo al acabar la gira de Palosanto, y termin¨® por convertirse en un torrente compositivo. M¨¢s de 40 canciones que pasaron distintas cribas hasta quedarse en 11. ¡°Creo que va a ser la primera vez que alguna de las canciones que se han quedado fuera va a entrar en el pr¨®ximo disco¡±, se?ala.
Asegura que no fue concebido como un disco conceptual ni musical ni l¨ªricamente pero ahora siente que hay ¡°un concepto unitario¡±. Durante la entrevista, una de las frases que m¨¢s repite es que quiere tener siempre ¡°un pie en el presente¡±. Ese pie tambi¨¦n pisa ese terreno en el aspecto sonoro, con el fin de eliminar ¡°tics rockistas¡± propios de otras d¨¦cadas. ¡°La idea era ver qu¨¦ posibilidades nos ofrece la tecnolog¨ªa para mostrar esto con una cara nueva y actualizada¡±, explica. Por eso, habla de la conexi¨®n del disco con ¡°artistas de rock contempor¨¢neos¡±. ¡°Me siento m¨¢s a gusto en las comparativas con Queens of the Stone Age, The Black Keys o Jack White que en otras que son m¨¢s de ra¨ªz¡±, apunta.
Desde que debut¨® en solitario en 1997 con Radical sonora, es la primera vez que incorpora el sonido de saxo porque, seg¨²n sus palabras, quer¨ªa buscar ese ¡°tinte un poco loco de free jazz¡±. Santi del Campo, que ha trabajado en campos del afrobeat y el jazz, se incorpora a su banda, los Santos Inocentes, y ayuda a mostrar otro molde sonoro en la carrera de Bunbury. ¡°Para m¨ª no es el cambio por el cambio. Para m¨ª es qu¨¦ quiero aprender¡±, afirma. ¡°Hay una serie de artistas que lo que hacen es mostrar lo que dominan. De lo que muchos nos alegramos. Por ejemplo, alguien que sabe hacer de puta madre el soul y te quedas encantado de la vida. Mis discos nacen de cuando en el proceso quiero hacer algo que no s¨¦. Para m¨ª hacer ahora un disco mirando hacia el cabaret, el mediterr¨¢neo o la m¨²sica latina, me supone menos inter¨¦s. Es un terreno que ya he pisado y conozco las claves¡±, cuenta.
A estas alturas, tras el gran ¨¦xito con H¨¦roes del Silencio y en solitario, Bunbury es un artista referencial, al que miran con admiraci¨®n por la gesti¨®n de su obra y su triunfal salto a Latinoam¨¦rica la generaci¨®n de m¨²sicos espa?oles que ha desarrollado sus carreras en el siglo XXI. Es f¨¢cil encontrar primeros y segundos espadas del pop-rock nacional citandole como ejemplo. Dice sentirse agradecido y, m¨¢s all¨¢ de los consejos, valora que los j¨®venes que triunfan ahora superen los problemas de arrojo para salir al extranjero de su generaci¨®n -"desclasada, ni de los ochenta ni de los indies"- y la anterior. ¡°Los m¨²sicos somos n¨®madas. El p¨²blico no viene a nosotros y somos nosotros los que vamos al p¨²blico. Desde el momento que agarras una guitarra ya te puedes sacar el pasaporte¡±.
Su pasaporte tiene tres destinos fijos, al margen de todos los dem¨¢s. Bunbury, que vive en Los ?ngeles, se siente muy cercano por todo lo que pasa en Estados Unidos, Espa?a y M¨¦xico, un pa¨ªs que ama y en el que tiene un p¨²blico tan importante como el espa?ol. Con sus letras desoladoras y agresivas, Expectativas tiene los dos pies en el maltrecho presente. ¡°Mi desesperanza tiene que ver con lo que veo ah¨ª fuera y mi cobijo con lo que veo dentro de m¨ª: las canciones de amor, el cine, la literatura, la pintura¡ Los pol¨ªticos me traen de cabeza¡±. De esta forma, en Cuna de Ca¨ªn, canta: ¡°El exilio es mejor que nuestra prisi¨®n de mediocridad y vulgaridad¡±. Un exilio que para ¨¦l pasa por el arte: ¡°A m¨ª lo ¨²nico que me dan ganas es de sumergirme en mi colecci¨®n de vinilos y esconder la cabeza y decir: ¡®Por Dios, cuando acabe este temporal me avis¨¢is¡¯¡±. Pero, al mismo tiempo, reconoce que esto no es el camino, como canta en La ceremonia de la confusi¨®n, Bandeja de plata o Parecemos tontos. ¡°Con todo, creo que existe una salida al final del t¨²nel. Pero no podemos dejarla en mano de nuestros gobernantes. Creo que tiene que ver con toda la acci¨®n social. Son nuestras acciones cotidianas las que pueden cambiar el mundo¡±, sostiene.
Con su m¨²sculo rock, su nuevo disco anima a combatir la realidad, esa que est¨¢ formada por las expectativas de la vida, que no siempre se cumplen, pero tambi¨¦n y afortunadamente por canciones, que no siempre son verdad pero que, en el mejor de los casos, guardan toda la verdad. ¡°Para m¨ª David Bowie es la medida de todas las cosas", confiesa cuando se le recuerda al genio brit¨¢nico, al que Bunbury siempre ha demostrado devoci¨®n y que tambi¨¦n se fue como Tom Petty antes de tiempo. Y sentencia: "Pienso muchas veces si Bowie considerar¨ªa si esto est¨¢ bien o est¨¢ mal con respecto a cualquier cosa en la vida¡±. Tal y como est¨¢n los tiempos de convulsos, repletos de iluminados, predicadores y l¨ªderes pir¨®manos, se antoja mucho mejor manera de caminar por la vida.?
COMPRA ONLINE 'EXPECTATIVAS'
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.