The War on Drugs: m¨¢s all¨¢ de la grandeza
El ¨¢lbum de la banda estadounidense recibe una calificaci¨®n de 8'5 sobre 10
Siempre existe un antes y un despu¨¦s. Hasta en las vidas cotidianas, siempre aguarda un momento que cambia la existencia o transforma nuestra visi¨®n del mundo. En la m¨²sica, un determinado disco suele marcar el devenir del ¨¦xito, pero tambi¨¦n el car¨¢cter de un artista, eso intangible que, en el mejor de los casos, admiran propios y extra?os y perdura en la memoria hasta sostenerse como un valor ¨²nico. The War on Drugs tuvieron un punto de inflexi¨®n con Lost in the Dream, una ambiciosa obra, publicada en 2014, nacida de las noches en vela de su creador, Adam Granduciel, l¨ªder del grupo. All¨ª se exploraban los extremos de la enso?aci¨®n y el anhelo bajo un mantra complejo de ra¨ªces folk, rock urbano de los setenta y pop ambiental de los ochenta. Escuchar ese ¨¢lbum era como sumergirse en un oc¨¦ano sensorial. La culminaci¨®n perfecta a lo que ven¨ªa haciendo el grupo de Filadelfia desde su debut en 2008 y, sobre todo, tras el tambi¨¦n muy destacado Slave Ambient.
Artista: The War on Drugs
Disco: A Deeper Understanding
Sello: Atlantic / Warner
Calificaci¨®n: 8¡¯5 sobre 10
Con A Deeper Understanding, su cuarto disco tras dos primeros Eps y el primero en una discogr¨¢fica grande como Atlantic, acaban de ir m¨¢s all¨¢. The War on Drugs acaban de cruzar los l¨ªmites del despu¨¦s. Instalados desde Lost in the Dream como una referencia dentro de la ¨²ltima gran hornada del indie-rock norteamericano, con bandas del calibre de Band of Horses, The National, Hiss Golden Messenger, Dr. Dog, Grizzly Bear o The Avett Brothers, Granduciel y su impresionante s¨¦quito han forjado un formidable car¨¢cter y elevado el list¨®n un buen palmo por encima del resto. La marca son ellos mismos. Son su propia referencia, como sucediese a comienzos de este siglo con Wilco, que desbordaron con el universo de Yankee Hotel Foxtrot y se situaron en su propia galaxia con A Ghost Is Born.
De hecho, Granduciel tiene mucho de Jeff Tweedy. Controla con pu?o de hierro a la banda ¡ªhasta el punto de que el talentoso Kurt Vile decidi¨® volar en solitario tras el primer disco¡ª y vive inmerso en su obsesi¨®n por el sonido, traducido tambi¨¦n en su empecinado estudio de las cruzadas art¨ªsticas de t¨®tems como Bob Dylan, Neil Young y, especialmente, Bruce Springsteen. Junto a Tweedy, es su otra gran conexi¨®n, camuflada en sus profundas y po¨¦ticas evocaciones. Granduciel, que escribe, produce y toca varios instrumentos en el disco, se olvida del cegador brillo del Springsteen de sal¨®n. Persigue sus sombras. Entre lo palpable y lo et¨¦reo, A Deeper Understanding es como un Darkness on the Edge of Town con un sonido expansivo, que consigue una cuadratura de un c¨ªrculo impensable: unir el prisma espectral por momentos del indie de Joy Division o Echo & the Bunnymen con un t¨ªmido toque AOR al estilo de Fleetwood Mac.
Basta el primer verso de la impulsiva Up All Night, la canci¨®n que abre el ¨¢lbum, para situarse en los opresivos paisajes emocionales de Granduciel, que tambi¨¦n tuvo un antes y despu¨¦s en su vida al centrarse s¨®lo en la m¨²sica y dejar el desparrame nocturno de alcohol y drogas. ¡°No s¨¦ por qu¨¦ he estado fuera / Por qu¨¦ no creo en algo aut¨¦ntico¡±, reza. ¡°Quiero encontrar lo que no puede ser encontrado¡±, dice en la buc¨®lica Pain. Pero, al igual que aquel Springsteen de finales de los setenta, hay ¨¦pica sin gloria y b¨²squeda de redenci¨®n, ante la soledad, el peso del pasado y la falta de amor, en sus atm¨®sferas envolventes, desparram¨¢ndose imparables ¡ªhasta los 11 minutos en Thinking of a Place¡ª en esos trazos preciosistas de guitarras ac¨²sticas, saxo, arpa, arm¨®nica, sintetizadores, bater¨ªa y pianos y ¨®rganos para todos los gustos ¡ªun Wurlitzer, un Hammond, un Melotr¨®n, un Yamaha, un Prophet 5...¡ª.
Lo hacen con urgencia en Holding On y Nothing to Find, remitiendo tambi¨¦n al esp¨ªritu de los primeros Arcade Fire, y con seductor balanceo en Strangest Thing, donde se reconoce vivir ¡°en el espacio entre la belleza y la pena¡±. Es el espacio hipn¨®tico The War on Drugs. Una banda due?a de sus propios t¨¦rminos, donde, m¨¢s all¨¢ de la grandeza, hay m¨¢s grandeza. Pocos pueden conseguirlo.
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