Luppi

Ahora que ha fallecido el actor Federico Luppi est¨¢n apareciendo algunos comentarios que le acusan de malos tratos con varias de sus mujeres. Especialmente se cita a la tambi¨¦n actriz Hayd¨¦e Padilla con quien Luppi se present¨® en teatro en Espa?a con la obra El gran deschave a finales de los a?os setenta mientras formaban la pareja que dur¨® a lo largo de una d¨¦cada. En cine tambi¨¦n actuaron juntos, en Tiempo de revancha, de Adolfo Aristarain (1981), alegor¨ªa sobre la dictadura militar y los presos pol¨ªticos, y en El arreglo (1983), de Fernando Ayala, sobre la corrupci¨®n reinante en el pa¨ªs, de la que se hizo famosa la secuencia del encuentro entre Luppi y el capataz de la obra cuando le reprocha: ¡°No me gusta que hablen a mis espaldas. Si tiene algo que decirme me lo dice de frente¡±, a lo que el personaje de Luppi le replica sin titubeos: ¡°Muy bien, ya que lo ped¨ªs, sos un reverendo hijo de puta, ?quer¨¦s que te lo diga a los gritos?¡±, haciendo coincidir el car¨¢cter del personaje con el real del actor. Porque Luppi fue un tipo vehemente, siempre yendo de cara y sin pelos en la lengua, comprometido en sus pel¨ªculas pol¨ªticas (La Patagonia rebelde, Plata dulce, No habr¨¢ m¨¢s penas ni olvido, Un lugar en el mundo, Martin (Hache), Lugares comunes, por citar s¨®lo algunos de sus m¨¢s notables t¨ªtulos argentinos), en muchos de las cuales ¨¦l mismo se explayaba, como, por ejemplo, en Martin (Hache), cuando dec¨ªa: ¡°El que se siente patriota, el que cree que pertenece aun pa¨ªs es un tarado mental. La patria es un invento. Uno se siente parte de muy poca gente, tu pa¨ªs son tus amigos, y eso s¨ª se extra?a¡­¡±

Extra?¨® Argentina cuando se vino a Espa?a, que no abandonar¨ªa nunca del todo, y a?or¨® Espa?a cuando regres¨® a Argentina. ¡°A las tres horas de estar en casa me deprim¨ª de tal modo que estuve dos o tres d¨ªas llorando por los rincones. Me hab¨ªa acostumbrado a Espa?a. La enfermedad cr¨®nica de Argentina es el peronismo. Populista, sin espesor, repetitivo, trillado¡­¡±, dec¨ªa en una entrevista a este peri¨®dico, aunque ello no le imped¨ªa contradecirse y discutir acaloradamente con sus coet¨¢neos: se hizo famoso su enfrentamiento p¨²blico con Ricardo Dar¨ªn al que calific¨® de ¡°boludo¡± por desavenencias pol¨ªticas, y sus insultos subidos de tono a la actriz y presentadora Mirtha Legrand a la que defini¨® como ¡°una yegua ignorante¡±, porque en su programa de televisi¨®n le hab¨ªa acusado de esos supuestos malos tratos a su esposa, que se hab¨ªa quejado de intentonas sexuales poco ortodoxas.

Combativo, pol¨¦mico, rebelde, contradictorio¡­ se ha ido un gran actor. Y lo a?oraremos.