¡®?Ay, Carmela!¡¯, 30 a?os dando voz a los muertos que no quieren ser olvidados
El cl¨¢sico de Sanch¨ªs Sinisterra regresa con un nuevo montaje, dirigido por Fernando Soto
?Qu¨¦ pueblo o pa¨ªs no tiene muertos que se niegan a ser olvidados? ?D¨®nde no hay muertos mal enterrados? Treinta a?os despu¨¦s del estreno de ?Ay, Carmela!, la obra vuelve a la carga para dar voz a todos aquellos que quieren ser recordados, para reivindicar la memoria de los pueblos. M¨¢s all¨¢ de la historia de dos c¨®micos pobres y cansados que en plena Guerra Civil se ven atrapados en la zona franquista y? obligados a ofrecer un espect¨¢culo de variet¨¦s a las tropas nacionales y a milicianos de las Brigadas Internacionales, ?Ay, Carmela! arrastra un grito contra el olvido. As¨ª lo ve su autor, Jos¨¦ Sanch¨ªs Sinisterra, que con el tiempo ha ido percibiendo como aquella obra escrita en 1985 como homenaje a las Brigadas Internacionales y en recuerdo de la Guerra Civil, se ha ido transformando y universalizando con los a?os en un canto a favor de la memoria, ¡°del deber de los vivos de ayudar a los muertos en su empe?o de no desaparecer¡±.
El primer Paulino
Jos¨¦ Luis G¨®mez (Huelva, 1940) fue el primero que mont¨® y dirigi¨® ?Ay Carmela!. Se estren¨® el 5 de noviembre en el Teatro Principal de Zaragoza, con el propio G¨®mez en el papel de Paulino y Ver¨®nica Forqu¨¦ en el de Carmela. G¨®mez acababa de dejar la direcci¨®n del Teatro Espa?ol y volvi¨® a convertirse en su propio productor. En esta nueva etapa, el hoy acad¨¦mico buscaba un texto de calidad dram¨¢tica que interviniera po¨¦ticamente en la realidad y que fuera asumible para un productor privado. "Con ?Ay Carmela! tuve un enamoramiento instant¨¢neo. Es una obra peque?a pero compacta, enormemente eficaz, escrita con todo el buen saber del teatro de Sanch¨ªs Sinisterra y adem¨¢s entra en un tema que a m¨ª me obsesiona desde hace tiempo y que sigue plenamente vigente, como es el de la memoria hist¨®rica", explica G¨®mez que tiene entre manos dos proyectos en torno a ello, Aza?a, una pasi¨®n espa?ola y Unamuno vencer¨¦is, pero no convencer¨¦is. "Todav¨ªa tenemos muchos muertos enterrados y en circunstancias terribles. Sin memoria hist¨®rica no vamos a progresar. Es posible que sea necesaria una actitud de amistad con respecto al pasado, pero no de amnesia. Hay que perdonar pero no olvidar". El ?Ay Carmela! de Jos¨¦ Luis G¨®mez consigui¨® un ¨¦xito inmediato, con giras internacionales, y a cuyo reparto se fueron uniendo actores como Manuel Galiana, Kiti Mamber o Natalia Men¨¦ndez.
La obra fue estrenada el 5 de noviembre de 1987 en Zaragoza, bajo la direcci¨®n de Jos¨¦ Luis G¨®mez y la interpretaci¨®n del propio G¨®mez como Paulino y de Ver¨®nica Forqu¨¦ como Carmela. Tres d¨¦cada despu¨¦s, esta obra se ha convertido en un cl¨¢sico de la dramaturgia espa?ola y el texto m¨¢s representado de un autor vivo espa?ol. Seg¨²n datos de la Sociedad General de Autores, se han concedido hasta la fecha 189 licencias autorizadas para su representaci¨®n, con miles de funciones, a las que hay que a?adir todos aquellos montajes que se han llevado a escena sin los correspondientes derechos. Fernando Soto dirige la nueva versi¨®n que se ha estrenado en los Teatros del Canal de Madrid y que estar¨¢ en cartel hasta el pr¨®ximo 11 de noviembre. Protagonizada por Cristina Medina y Santiago Molero, este montaje resalta la realidad po¨¦tica del texto, en ese viaje de la muerte a la vida que realiza Carmela desde el m¨¢s all¨¢ ¨C¡°all¨ª no hay n¨¢, aquello es muy grande, hay mucho secano¡±- para aparecerse a Paulino, el narrador de la historia, y recordar juntos su realidad de perdedores.
Recuerda Sanch¨ªs Sinisterra (Valencia, 1940), un dramaturgo enemigo de la suntuosidad, que el proceso de escritura del texto fue misterioso y enigm¨¢tico, turbulento. Estaba de gira con su compa?¨ªa Teatro Fronterizo y su obra ?aque o de piojos y actores, un homenaje al teatro m¨¢s humilde y popular que goz¨® de un enorme ¨¦xito y repercusi¨®n, cuando el autor decidi¨® que lo siguiente ten¨ªa que ser algo parecido a su ?aque, que deber¨ªa de ser tambi¨¦n una obra pobre y barata, con un par de actores y un escenario vac¨ªo. ¡°Quer¨ªa hacer un homenaje a mi padre republicano y, sobre todo, a las Brigadas Internacionales, el ¨²ltimo movimiento ut¨®pico de miles de j¨®venes que vinieron a Espa?a a dar su vida en defensa de la democracia¡±, explica Sinisterra, que situ¨® la obra en el frente de Belchite, en Teruel, en el momento en el que las tropas franquistas conquistan la localidad, a finales de agosto de 1937. Es all¨ª donde surge esa historia de supervivientes, a?ade el director Fernando Soto, de esos dos pobres humanos en un contexto brutal como es la guerra y donde la palabra justicia se vuelve sorda por el ruido de las bombas.
La primera Carmela
Desde el dolor y la compasi¨®n por los dem¨¢s es c¨®mo ve la actriz Ver¨®nica Forqu¨¦ (Madrid, 1955) el personaje de Carmela que ella estren¨® junto a Jos¨¦ Luis G¨®mez hace 30 a?os. Ese montaje de ¡®?Ay, Carmela!¡¯ continu¨® gira con Manuel Galiana, como pareja. Ver¨®nica Forqu¨¦ volvi¨® a representar la obra en teatro en 2007, a las ¨®rdenes de Miguel Narros y con Juan Diego como Paulino, despu¨¦s de haber grabado la funci¨®n para el programa Estudio 1 de TVE junto a Santiago Ramos.
¡°A Carmela le mueve la compasi¨®n por esos brigadistas internacionales que sabe van a fusilar esa noche. Por eso muere, no por convicciones pol¨ªticas. Da la vida por ellos¡±, asegura la int¨¦rprete, que acudi¨® el pasado martes a la representaci¨®n del nuevo montaje en los Teatros del Canal y sali¨® feliz.
Para Ver¨®nica Forqu¨¦, la vigencia de este texto es total. ¡°De hecho, ya es todo un cl¨¢sico de la dramaturgia espa?ola. Desgraciadamente, siempre hay guerras fusilados y v¨ªctimas¡± a?ade la actriz, que recalca la belleza del tratamiento de la muerte en la obra. ¡°Carmela regresa de la muerte para hacer ver a Paulino la realidad de la vida, para decirle que es un cobarde y que no hay que tener miedo. Vuelve para hacerle ver la verg¨¹enza de llevar una camisa falangista¡±.
De las cerca de sesenta obras dramat¨²rgicas escritas por Sanch¨ªs Sinisterra, no es ?Ay, Carmela!, que llev¨® al cine Carlos Saura en 1990 y cuya versi¨®n no fue del agrado del autor, su texto m¨¢s querido. ?l cree que tiene otros textos mejores, de mayor sutileza y complejidad, como Lector por horas o El cerco a Leningrado, su eleg¨ªa a la utop¨ªa del comunismo, pero reconoce que ?Ay, Carmela! es el que m¨¢s ¨¦xito ha tenido y, sin duda, el m¨¢s solicitado. Ha sido representada en pa¨ªses de todo el mundo y en contextos muy diversos y remotos. El texto, como se?ala Sinisterra, que dirigir¨¢ en el Espa?ol el pr¨®ximo mes de marzo su ¨²ltima obra El lugar donde rezan las putas, bien vale para los desaparecidos de Argentina o Chile, para los asesinados en Medell¨ªn o M¨¦xico, el drama de Sarajevo, la salvajada de los campos de concentraci¨®n nazi y tantos y tantos casos m¨¢s. ¡°Eso quiere decir que la obra no ha envejecido demasiado o que las circunstancias han exigido que ese acto de memoria siga vigente, lo cual es muy triste. El hecho de tener que seguir exigiendo que los muertos no pueden ser olvidados, que tenemos un deber para los muertos mal enterrados, para todos aquellos que siguen en fosas comunes, me produce un punto de melancol¨ªa, un sentimiento ambivalente¡±.
Enemigo de los nacionalismos, Sinisterra, un catal¨¢n nacido en Valencia, que dice de s¨ª mismo ser un ap¨¢trida, se lamenta de la obscenidad de los pol¨ªticos catalanes que, por c¨¢lculos electoralistas, han dejado en la estacada a tantos j¨®venes independentistas que han gritado de alegr¨ªa por las calles de Barcelona..
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Autor:?Jos¨¦ Sanchis Sinisterra.
Editorial:? Austral (2016).
Formato: tapa blanda (192 p¨¢ginas).
Babelia
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