¡°Nunca matar¨ªa por un poema. Hay mejores razones para hacerlo¡±

Argentino de nacimiento (Buenos Aires, 1971), aunque madrile?o de adopci¨®n, el poeta Mariano Peyrou dio el salto a la novela en 2016 con De los otros (Sexto Piso), y este a?o vuelve a la poes¨ªa con El a?o del cangrejo (Pre-textos), reflejo de obsesiones, recuerdos y anhelos en los que vuelca si estilo personal y fragmentario.

De peque?o quer¨ªa ser¡­

Equilibrista. Luego mi primer libro de poemas se llam¨® La voluntad de equilibrio, y en el momento no lo relacion¨¦ con mi vocaci¨®n infantil. Tiempo despu¨¦s de publicarlo, me di cuenta de que no hab¨ªa progresado mucho.

?Cu¨¢l es el mejor consejo que le dio alguno de sus padres?

No recuerdo ninguno. Creo que predicaban con el ejemplo.

?Con qui¨¦n le gustar¨ªa quedar atrapado en un ascensor?

?Con nadie! Prefiero organizar mis citas en el rellano de la escalera.

?Alg¨²n sitio que le inspira?

El parque de El Retiro. El mar, o casi cualquier masa de agua. A veces basta con un charco.

?Cu¨¢ndo fue la ¨²ltima vez que llor¨®?

Lloro mucho.

?Qu¨¦ m¨²sica le sirve para trabajar?

Cualquier est¨ªmulo puede servir para escribir poes¨ªa, sobre todo si interfiere con el pensamiento racional y nos ayuda a escuchar las palabras de otro modo y a encontrar asociaciones que la raz¨®n ignora.

?Cu¨¢l ha sido el mejor regalo que ha recibido?

Ni idea. Pero de los peores regalos me acuerdo muy bien. Son los m¨¢s interesantes.

?Para qu¨¦ sirven los premios?

Para fomentar la autocomplacencia en quienes los ganan, el rencor en quienes no los ganan y un sentimiento de superioridad moral en quienes no se presentan o los rechazan. Para contribuir a la mercantilizaci¨®n del arte.

?Qu¨¦ significa ser escritor?

Quiz¨¢ signifique tener la posibilidad de combatir contra la dictadura del significado.

?Y ser poeta?

Me gustar¨ªa que la poes¨ªa fuera un instrumento para combatir el pensamiento ¨²nico, que es tan variado.

?Caminan, como los cangrejos, de lado los poetas?

Unos caminan de lado, otros en c¨ªrculos, otros hacia dentro o hacia fuera y algunos est¨¢n quietos. Hay una gran diversidad entre los poetas, m¨¢s incluso que entre los crust¨¢ceos.

?Cu¨¢l es el ¨²ltimo libro que le hizo re¨ªr a carcajadas?

No suelo re¨ªrme a carcajadas.

?Y qu¨¦ poema matar¨ªa por haber escrito?

No matar¨ªa por una cosa as¨ª, habiendo tantos buenos motivos para hacerlo. Pero hay dos grandes poemas que admiro de un modo especial, con esa admiraci¨®n que se combina con la envidia y con una especie de identificaci¨®n temperamental: La tierra bald¨ªa, de Eliot, y Zona, de Apollinaire.

?Cu¨¢l ha sido su gran experiencia?

La paternidad. El exilio. El amor. El desamor. La amistad. La muerte de mi madre. Mi opini¨®n sobre esto no es nada estable.

En una fiesta de disfraces, ?de qu¨¦ se disfrazar¨ªa?

De mudo.

?D¨®nde no querr¨ªa vivir?

Se me ocurre que cualquier lugar es horrible si uno vive en ¨¦l, pero tambi¨¦n es verdad que algunos son m¨¢s horribles que otros. Me gustar¨ªa vivir en un lugar donde no hubiera sentimientos nacionales.

En El a?o del cangrejo est¨¢ muy presente la infancia. ?Qu¨¦ queda en usted del chico argentino?

Espero que todo. Me parece un imperativo ¨¦tico mantenerlo vivo y presente y que conviva con todos los que han ido llegando despu¨¦s.

?Qu¨¦ lo deja sin dormir?

El miedo. Esa distorsi¨®n nocturna que hace que los problemas parezcan tragedias s¨®lo es comparable a la distorsi¨®n diurna que los relativiza o los deja fuera de foco.

?Tiene alg¨²n sue?o recurrente?

Casi siempre sue?o que estoy despierto.

?Cu¨¢l es su olor preferido?

Esos que nos llevan lej¨ªsimos antes de reconocerlos.

?Qu¨¦ personaje de la literatura o el cine se asemeja a usted?

Gregorio Samsa.

?Qu¨¦ le hace suspirar?

La gente que habla a gritos en los lugares p¨²blicos.

?Qu¨¦ siente cuando ve su foto en los diarios?

Depende del diario.

Respecto a su trabajo, ?de qu¨¦ est¨¢ m¨¢s orgulloso?

De no estar particularmente orgulloso.

?Cu¨¢l es la noticia que siempre ha esperado leer?

¡°Se ha descubierto que es posible vivir de otra manera¡±.