Andr¨¦s Jaque: ¡°La gran arquitectura ocurre donde se acumula m¨¢s inteligencia¡±
El arquitecto y la Oficina de Innovaci¨®n Pol¨ªtica presentan en el espacio de Tabacalera, en Madrid, una amplia selecci¨®n de sus proyectos en 'Pol¨ªticas transmateriales', su exposici¨®n m¨¢s ambiciosa hasta la fecha
Andr¨¦s Jaque (Madrid, 1971) plantea una arquitectura reactiva, capaz de ensamblar las diferencias y visibilizar los conflictos del presente. Hablamos con ¨¦l de un trabajo que se relaciona sin complejos con lo dom¨¦stico, el movimiento moderno o las grandes infraestructuras.
PREGUNTA. Defiende que su pr¨¢ctica se halla en la intersecci¨®n entre dise?o, investigaci¨®n y activismo¡
RESPUESTA. Aparentemente, la arquitectura est¨¢ ligada a la construcci¨®n, pero para nosotros es imprescindible que interaccione con un presente cargado de historias, trayectorias y contradicciones. Por ejemplo, la presunta arquitectura apol¨ªtica de los Eames durante la Guerra Fr¨ªa en realidad cumpli¨® un programa muy espec¨ªfico: hacer ver que fuera de EE?UU todo era incertidumbre y frialdad mientras que el capital de su pa¨ªs era una vida dom¨¦stica vibrante y feliz, pero al mismo tiempo excluyente. Esto lo hicieron en sus edificios pero tambi¨¦n en v¨ªdeos como Powers of Ten, un p¨ªcnic gal¨¢ctico que he querido repetir para ver d¨®nde falla. Algo parecido ha pasado con Ikea y los interiores de sus cat¨¢logos. Presentan una promesa de felicidad apol¨ªtica, pero cuando miras con detalle descubres que la arquitectura tambi¨¦n tiene otra tradici¨®n y que debe ser capaz de ensamblar lo diferente y canalizar los conflictos. En Ikea Disobedients hicimos un cat¨¢logo de gente que desplegaba en sus casas muchas maneras no codificadas de relacionarse con la arquitectura que ten¨ªan que ver con la negociaci¨®n cotidiana, la movilidad o el desarrollo de los afectos; como Candela, una vecina de Lavapi¨¦s que cocinaba para sus vecinos a cambio de que ¨¦stos le hicieran otros trabajos. Me interesaba visibilizar esas peque?as redes de solidaridad para que empezasen a formar parte de los archivos de arquitectura y mostrar otras formas de entender lo dom¨¦stico. Para m¨ª eso es tan emocionante o m¨¢s que la ret¨ªcula de Manhattan porque cambia los par¨¢metros de c¨®mo se tiene que hacer arquitectura.
P. En Phantom. Mies as Rendered Society, rinde cuentas a uno de los edificios m¨¢s ic¨®nicos del movimiento moderno, el pabell¨®n alem¨¢n de Mies van der Rohe en Barcelona.
R. Lo que me gusta del pabell¨®n alem¨¢n no es tanto su historia sino su presente. Los arquitectos modernos se explicaban mucho, pero el reto es entender lo que explican y hacen sus edificios. Al investigarlos es imposible encontrar ninguno de los preceptos de la modernidad: no hay pureza, abstracci¨®n, coherencia, autonom¨ªa¡ En el pabell¨®n de Barcelona hay trabajadores que limpian los cristales, cortan los arbustos, ponen y quitan vallas o echan cloro al agua del estanque. Tambi¨¦n hay un s¨®tano con una gata ciega donde se esconden las tuber¨ªas y la basura para que el pabell¨®n se experimente como algo impoluto. La trayectoria de las cosas desvela que la arquitectura no es abstracta sino narrativa.
Lo m¨¢s importante es que mis proyectos muevan formas de vida, de estar en el mundo, subjetividades, procesos, tecnolog¨ªas
P. Al visitar la exposici¨®n, sorprende la versatilidad de sus proyectos mediante v¨ªdeos, performances o grandes estructuras. Quiz¨¢s la m¨¢s espectacular fue COSMO, presentada en el PS1 de Nueva York en 2015.
R. COSMO surge como reacci¨®n de las pol¨ªticas municipales de Michael Bloomberg en Nueva York despu¨¦s del 11-S. Para atraer a nuevos habitantes de un mayor poder adquisitivo se cerraron los vertederos de la ciudad y se llevaron el agua sucia a otros Estados. El objetivo era eliminar el mal olor y limpiar la ciudad, pero en ese proceso subi¨® el precio de los alquileres, lo que provoc¨® la segregaci¨®n de su poblaci¨®n y la desarticulaci¨®n de la escena underground. Para denunciar esta situaci¨®n construimos un prototipo que tomaba las aguas fecales y pluviales del alcantarillado y las hac¨ªa pasar por una serie de ecosistemas que la potabilizaba al cabo de dos semanas. Este proyecto sirvi¨® para discutir las pol¨ªticas del agua y c¨®mo la ciudad puede convivir con su propia toxicidad.
P. ?El contenido pol¨ªtico de su trabajo se ¡°activa¡± mediante la est¨¦tica?
R. El refinamiento est¨¦tico es importante y tiene un componente instrumental. Muchas de las realidades que me interesan no son f¨¢ciles de percibir, hace falta alg¨²n tipo de dispositivo que te permita poder sentirlas. Por ejemplo, las fotograf¨ªas de trabajadores sexuales en Hogares pornificados se hicieron con fot¨®grafos de moda. Era importante que sus tatuajes, m¨²sculos, joyas e interiores dom¨¦sticos se pudieran percibir como un urbanismo que se activaba porque generaba deseo. Lo mismo hace ?Grindr con la experiencia de pasar el dedo por la pantalla del m¨®vil y acariciar la imagen de un cuerpo desnudo. Son actos que no se experimentan como conceptos, sino como una excitaci¨®n de los sentidos.
P. En cambio ha evitado ofrecer una imagen hedonista de Grindr en Desconocidos ¨ªntimos, la instalaci¨®n sobre esta red de encuentros sexuales que tambi¨¦n presenta en la exposici¨®n.
R. Desconocidos ¨ªntimos es un proyecto muy cr¨ªtico con Grindr y la deriva de los ¨²ltimos a?os, que le ha llevado de ser una herramienta de emancipaci¨®n LGTBQ a una plataforma que exalta el individualismo e intenta propagar una visi¨®n un tanto mercantilista de lo gay a trav¨¦s de colaboraciones con revistas como Paper Magazine. Creo que se entiende mejor desde su uso y su capacidad de subversi¨®n, al fin y al cabo ha reinventado nuevas maneras de experimentar la ciudad y ha permitido crear redes de solidaridad dentro del colectivo.
P. El plan de Chamart¨ªn, el desarrollo urban¨ªstico m¨¢s ambicioso de Madrid, prev¨¦ la construcci¨®n de miles de viviendas y oficinas. Usted es uno de los arquitectos m¨¢s singulares que ha dado esta ciudad en los ¨²ltimos a?os, pero no va a participar en ¨¦l.
R. Bueno, esa es una pregunta que deber¨ªas hacerles a las personas que tienen esa responsabilidad. Madrid, salvo momentos muy puntuales, ha tenido buenos arquitectos trabajando en otros lugares, por eso vivo en Nueva York y nuestra oficina apenas trabaja en Espa?a. Me hubiera gustado participar en ese plan, pero no me quita el sue?o. Las cosas m¨¢s interesantes que ocurren en arquitectura lo hacen en espacios donde se acumula m¨¢s inteligencia, no en las grandes obras, por eso estoy muy contento de mi trabajo en Princeton o Columbia. Yo creo que ese plan deber¨ªa hacerse teniendo en cuenta los nuevos tipos de humanos y de interac?ci¨®n social, no hacerlo puede provocar que se generen conflictos entre la gente que viva all¨ª y su arquitectura. Cuando Denise Scott Brown y Robert Venturi realizaron su Learning from Las Vegas y otros estudios similares, iban a esos lugares para identificar elementos y estrategias formales que despu¨¦s llevaron a su pr¨¢ctica de arquitectos. Esa postura es obsoleta. Si a m¨ª me interesa Ikea o Grindr no es para hacer un edificio que tenga alguna referencia a ellos, sino para detectar unas realidades y operar en ellas. Lo m¨¢s importante es que mis proyectos muevan esas formas de vida, de estar en el mundo, esas subjetividades, esos procesos, esas tecnolog¨ªas.
Pol¨ªticas transmateriales. Andr¨¦s Jaque. Comisaria: Ariadna Cantis. La Fragua y Espacios. Tabacalera. Madrid. Hasta el 19 de noviembre.
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