La eficacia del superventas

Tras un tiempo en el que casi resultaba extra?o que una pel¨ªcula espa?ola adaptara una novela previa, operaci¨®n que parec¨ªa proscrita para la mayor¨ªa de los productores, nuestro cine ¡ªy tambi¨¦n la televisi¨®n¡ª lleva alrededor de un lustro cambiando el sentido con puntuales traslaciones a la pantalla de diversas novelas, principalmente best sellers, consciente de que detr¨¢s de ciertos fen¨®menos literarios hay millones de lectores con los que medio camino hacia el objetivo comercial parece ya labrado. Una traves¨ªa a la que se acerca Jaume Balaguer¨®, tras ocho producciones consecutivas sin refrendo editorial previo, con Musa, basada en la novela de Jos¨¦ Carlos Somoza La dama n¨²mero 13, relato de terror apoyado en diversos gui?os a la alta literatura, pero que en su narraci¨®n es puro alimento para el p¨²blico de masas: entretenimiento pasajero, ausencia de trascendencia y choque emocional alrededor de las m¨¢s altas pasiones.

La pel¨ªcula, de este modo, se convierte en un correcto superventas en im¨¢genes, con gusto, bien contado y convincentemente interpretado, que se puede ver con cierta soltura, pero que nunca atraviesa. En Balaguer¨® siempre hay un narrador poderoso y un eficaz promotor de representaciones y tramas con regusto sobrecogedor. Sin embargo, en Musa, coproducci¨®n con Irlanda, Francia y B¨¦lgica filmada en ingl¨¦s, no hay ese aura malsana que ya desde Los sin nombre ¡ªsu ¨®pera prima y su ¨²nica traslaci¨®n de novela junto a la presente¡ª ha caracterizado al director catal¨¢n, ya fuera desde una ¨®rbita m¨¢s polanskiana ¡ªMientras duermes¡ª, o desde el ins¨®lito y personal¨ªsimo artefacto terror¨ªfico no exento de sentido del humor ¡ªla saga Rec¡ª.

La intriga de Musa, en principio relacionada con las sectas, aunque posteriormente dirigida hacia un terreno sobrenatural que no siempre converge bien con la cotidianidad en la que se ambienta, sobre todo en el personaje de la prostituta, se articula a trav¨¦s de la poes¨ªa, y se acude a detalles cultistas procedentes de nada menos que Dante, Milton, Keats, Cavafis y Shakespeare, entre otros. Pero su complejidad no va m¨¢s all¨¢ de lo necesario, y su relevancia, pese al auxilio de los grandes temas de la existencia ¡ªel amor, la maternidad, el recuerdo, la creaci¨®n¡ª, apenas alcanza un estrato superficial.