El programa que pregunta si es violaci¨®n o no
Una cadena holandesa recrea casos reales de supuestos abusos e invita a los espectadores a opinar
En pleno esc¨¢ndalo internacional por la sucesi¨®n de denuncias de violaciones y abusos en el mundo del espect¨¢culo, una cadena de televisi¨®n holandesa estren¨® el martes un programa titulado ?Es una violaci¨®n o no? El formato combina la recreaci¨®n de una supuesta agresi¨®n sexual interpretada por actores y un debate posterior con 14 j¨®venes (siete chicos y siete chicas) que responden a la pregunta del t¨ªtulo. BNNVARA, la cadena que ha producido el espacio, asegura que ha intentado presentar casos dudosos. Es lo que llama ¡°zona gris¡±: situaciones en las que pareja ya se conoce, ambos estaban bebidos o existe un nexo laboral entre ellos. Entre los colaboradores figuran un abogado, un fiscal y el responsable de un centro sobre la violencia sexual, quienes comentan los hechos. De momento, la respuesta de p¨²blico y cr¨ªtica ha sido buena.
La primera entrega se centr¨® en el caso de Max y Tessa, una pareja que mantuvo una relaci¨®n sentimental en el pasado y se reencuentra en una fiesta. Se hace muy tarde, han tomado varias copas y ¨¦l pierde el ¨²ltimo tren a su casa. Ella accede a dejarle dormir en el sill¨®n de su domicilio. M¨¢s tarde, al observar que Max tiene fr¨ªo y est¨¢ inc¨®modo, le permite meterse en su cama. ?l acaba forz¨¢ndola, pese a que su exnovia le dice repetidas veces que no.
Es una escena sin lo que la cadena denomina ¡°violaci¨®n de libro, donde ella es arrastrada por el suelo y abandonada tras unos ¨¢rboles¡±. Los miembros del jurado juvenil comentan el v¨ªdeo, y en la discusi¨®n se suceden frases algo previsibles, como ¡°la chica le dice que comparta la cama. Bueno, eso es un poco pedirlo [el encuentro sexual]¡±. Finalmente, la mayor¨ªa concluye que ¡°los l¨ªmites de lo permisible no siempre est¨¢n claros¡±.
En el siguiente episodio, que se emitir¨¢ la pr¨®xima semana, la situaci¨®n gira en torno a un becario supervisado en su trabajo por su jefa, quien le invita a tomar algo. ?Es acoso sexual o al chico le gusta que le presten ese tipo de atenciones?, se preguntan los guionistas del espacio. En el tercero, y ¨²ltimo grabado hasta el momento, dos hermanas flirtean con un var¨®n. Es amigo de una de ellas, pero tontea con la otra. En este caso, la duda que se plantea es si las dos mujeres quieren mantener una relaci¨®n sexual con el sujeto o ¨¦l se pasa de la raya.
El grupo de expertos, que ha ayudado a escoger los casos que interpretan los actores, comentan la situaci¨®n desde el punto de vista legal y comparten sus experiencias con los 14 j¨®venes. A la vez, la polic¨ªa holandesa y una fiscal encargada de violencia dom¨¦stica y agresiones sexuales animan a los ciudadanos en la cuenta de Twitter de la cadena a expresar sus opiniones. Las denuncias de abusos reales tambi¨¦n son aceptadas, siempre que se dirijan a la polic¨ªa.
¡°La idea del programa fue presentada el pasado agosto, de modo que no hay coincidencias sospechosas en el caso de su estreno. Desde luego, ha coincidido con el esc¨¢ndalo de los abusos atribuidos a personajes famosos, como el productor estadounidense Harvey Weinstein, o el actor Kevin Spacey, pero nada m¨¢s¡±, recalcan fuentes de BNNVARA.
A pesar de la buena acogida inicial del programa, el hecho de que diferencie entre la violaci¨®n ¡°sin zonas grises¡±, que se supone cometida con violencia e intimidaci¨®n, y la que se produce casi con sordina, ha levantado cr¨ªticas. En especial, por el hecho de que se haya organizado una especie de jurado popular, una figura que no existe en el sistema penal holand¨¦s, para debatir sobre estos casos.
En la vida real, tambi¨¦n han estallado recientemente en Holanda esc¨¢ndalos de abusos sexuales. Uno de los denunciantes es Jelle Brandt Corstius, un popular periodista de televisi¨®n desde 2009, que este a?o ha asegurado que fue forzado por un productor televisivo a mantener sexo oral. Joss Gosschalk, un poderoso director de reparto, ha sido acusado de actos de intimidaci¨®n sexual perpetrados durante d¨¦cadas. ¡°Todo el mundo lo sab¨ªa, pero nadie se atrev¨ªa a hablar¡±, alegan sus supuestas v¨ªctimas. Unas acusaciones que coinciden con las registradas en muchos otros pa¨ªses.
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