Vetusta Morla: Sin estancarse ni renegar de s¨ª mismos

Julio de 2016, escenario principal del Low Festival, en Benidorm: Pucho anuncia fin de etapa de Vetusta Morla ante m¨¢s de 20.000 fieles. Tras una larga manga de conciertos multitudinarios y mucho exprimir los argumentos de sus tres ¨¢lbumes, confiesa que es momento de repensar y coger aire. Noviembre de 2017: Des¨¦ame suerte, apertura de su nuevo ¨¢lbum, atrona desde las plataformas de streaming para anunciar la salida del reto?o, y es l¨®gico preguntarse si realmente ha habido alguna suerte de reinicio o simplemente se trataba de explotar la misma f¨®rmula, por mucho que digan tener ¡°las riendas de un nuevo corcel¡±. Mismos meandros mel¨®dicos, mismas inflexiones vocales, similares met¨¢foras. El mismo pliego de condiciones que ¨C reconozc¨¢moslo ¨C ha creado escuela (Izal, Supersubmarina, Carlos Sadness y cualquiera de nuestros emblemas festivalocr¨¢ticos; hasta el delicado Jacobo Serra participa ya de sus modos), enfervoriza a multitudes y saca de quicio a muchos otros que abominan de ellos en redes. Paradigma de un indie que poco tiene que ver con lo que una vez fue.

Artista: Vetusta Morla

Disco: Mismo sitio, distinto lugar

Sello: Peque?o Salto Mortal/Sony

Calificaci¨®n: 7 sobre 10.

Ojo, sensaci¨®n apresurada: los ¨¢lbumes suelen durar ¨C es de perogrullo, pero en este caso bien pertinente ¨C m¨¢s de media hora, y los 38 minutos de Mismo sitio, distinto lugar no solo no son una excepci¨®n, sino que desmienten la foto fija. Se trata de un cuarto ¨¢lbum ambicioso, que parece plenamente consciente de su propia condici¨®n, de su necesidad de disco grande en todos los sentidos.

No es para menos, porque los auspicios no pod¨ªan ser m¨¢s prometedores: grabaci¨®n en los m¨ªticos Hansa de Berl¨ªn (crisol de obras magnas de Bowie, Nick Cave, Depeche Mode o U2), masterizaci¨®n a cargo de Dave Fridmann (gur¨² de la neopsicodelia que abanderaron Mercury Rev o The Flaming Lips) y producci¨®n de Capi Camp¨®n (supervisor de las equilibradas s¨ªntesis electr¨®nico org¨¢nicas de Jorge Drexler o Natalia Lafourcade). El saldo justifica el ¨®rdago, especialmente en un segundo tramo que niega el inmovilismo, confirma la razonable evoluci¨®n plasmada en La deriva (2014) desde un prisma que toma algo de distancia respecto a la agria contextualizaci¨®n sociopol¨ªtica de aquel y ratifica que hace tiempo se agotaron los argumentos para consignarles como franquicia hispana de Radiohead.

Sus texturas se intrincan, su diversidad r¨ªtmica se agranda y su propensi¨®n a cierta ¨¦pica se filtra de forma m¨¢s sutil. El escarpado colch¨®n sint¨¦tico de El Discurso del Rey (su final es puro sonido Hansa) o Palmeras en la Mancha (su Ser Brigada de Le¨®n Benavente particular), las sacudidas kraut de Te lo digo a ti, el falsete vocal de Guerra Civil oel vals coral de 23 de junio concretan obvios puntos de fuga respecto a su libro de estilo, en un disco que equilibra acelerones con medios tiempos. Entre los ¨²ltimos, una La vieja escuela que les acerca m¨¢s que nunca al canon Arcade Fire (?o era U2?) sin que el ¨¦nfasis se les vaya de las manos. O un cierre titular que acredita su solvencia para enhebrar tramas sonoras sugestivas desde la serenidad.

M¨¢s sujeto a rebarnizado que a reinvenci¨®n ¨C porque el particular entallado de sus melod¨ªas y sus letras sigue siendo suyo ¨C , es este el mejor disco que pod¨ªan hacer si quer¨ªan no quedarse estancados ni renegar de s¨ª mismos.

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Artista: Vetusta Morla.

Sello: Peque?o Salto Mortal (2017).

Formato: MP3, CD y vinilo.

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