El Museo de la Biblia se bautiza con pol¨¦mica
Un empresario conservador invierte 500 millones de d¨®lares en un enorme centro en Washington dedicado al texto sagrado
¡°?Bievenidos a Nazaret!¡±, exclama desde algo parecido a una carpinter¨ªa un joven veintea?ero, ataviado como un vecino m¨¢s del pueblo de Jes¨²s. Cuenta que se llama Ela y est¨¢ trabajando en la construcci¨®n de una casa para su hijo, que se va a casar pronto. A su lado unos se?ores invitan a entrar en una sinagoga y, m¨¢s adelante, una mujer vende pescado y relata c¨®mo es la vida en ese rinc¨®n del norte de Israel, que parece extraordinariamente hospitalario y guarda una matem¨¢tica proporci¨®n entre negros y blancos. Son algunos de los actores de la cuarta planta del nuevo Museo de la Biblia, abierto al p¨²blico desde ayer en el coraz¨®n de Washington y que, entre otras cosas, recrea la ciudad santa.
El centro, un edificio de ocho plantas que ha supuesto una inversi¨®n de 500 millones de d¨®lares (unos 424 millones de euros), pretende presentar el texto de la Biblia y su impacto a lo largo de la historia desde un punto de vista acad¨¦mico y neutral, seg¨²n sus impulsores. La muestra tiene por puertas una gigante representaci¨®n de bronce la Biblia de Gutenberg e incluye unos 3.000 objetos, de fragmentos de los Manuscritos del Mar Muerto a una colecci¨®n abrumadora de ejemplares de la Tor¨¢, pasando por la copia que le¨ªa Elvis Presley.
El principal valedor ¡ªy financiador¡ª del proyecto es un multimillonario de Oklahoma, cristiano evang¨¦lico, que lleva al menos desde 2010 coleccionando objetos con este proyecto en mente. Steve Green es due?o de Hobby Lobby, una cadena de tiendas de artes decorativas, y se ha significado a conciencia en las pol¨ªticas sociales m¨¢s conservadoras. En 2014 llev¨® hasta el Supremo la obligaci¨®n que como empresario ten¨ªa de pagar los anticonceptivos, como una parte m¨¢s de la cobertura del seguro m¨¦dico de sus empleadas, mandato que emanaba de la reforma sanitaria de Barack Obama. Green se neg¨®, alegando sus creencias religiosas, y gan¨® la batalla judicial, adem¨¢s de una gran repercusi¨®n p¨²blica.
Hace unos meses volvi¨® a v¨¦rselas con la justicia por algo muy distinto. Hobby Lobby tuvo que pagar una multa de tres millones de d¨®lares (2,5 millones de euros) por haber importado de Irak de forma ilegal miles de piezas de la ¨¦poca mesopot¨¢mica, que, adem¨¢s, tuvo que devolver.
El museo ha dejado claro que ninguna de estas piezas forma parte de la colecci¨®n. S¨ª lo hacen otros miles de objetos, algunas aut¨¦nticas rarezas, como un ejemplar de la conocida como Biblia malvada, otras veces llamada Biblia de los ad¨²lteros o de los pecadores. Data de 1631 y se public¨® en Londres con un garrafal error de edici¨®n: en el s¨¦ptimo mandamiento, donde deber¨ªa decir ¡°No cometer¨¢s adulterio¡±, se comieron ese ¡°no¡± y sacaron adelante un ¡°Thou shalt commit adultery¡± que, para disgusto del Rey James, pas¨® a la historia. El monarca se enfureci¨®, quit¨® la licencia a esos editores y orden¨® destruir todos los ejemplares de aquella obra, pero se salvaron alrededor de una decena. Uno de ellos es el que se puede ver en Washington.
Sin interpretaci¨®n
El mensaje m¨¢s repetido por los impulsores es que su enfoque es puramente acad¨¦mico, que no hay intenci¨®n evangelizadora ¡ª¡°Es una visi¨®n period¨ªstica de la Biblia¡±, dijo hace unos d¨ªas el propio Green¡ª. La cuesti¨®n es si es posible presentar el libro sagrado de forma neutra, sin interpretarlo, y sin que afloren intenciones de doctrina. Una parte importante de la macroexposici¨®n aborda el impacto del libro sagrado en la historia y se adentra en asuntos como la esclavitud en Estados Unidos, mostrando c¨®mo las escrituras se utilizaron tanto para argumentar a su favor como para fundamentar su abolici¨®n. Tambi¨¦n recoge su papel en la lucha por los derechos de los negros.
Sin embargo, por ejemplo, omite asuntos como su influencia en la imagen de la mujer o la consideraci¨®n de la homosexualidad, y tampoco toca el tema de la brujer¨ªa. ¡°Hemos dejado muchas cosas fuera, est¨¢ claro que un libro que ha impactado a todo el mundo en tant¨ªsimos aspectos solo puede cubrir una parte de su influencia y mucha gente echar¨¢ de menos cosas, pero hemos hecho la selecci¨®n aconsejados por acad¨¦micos¡±, afirma Jeremy Burton, director de comunicaci¨®n del centro.
Cr¨ªticas de ambos lados
Cuando empez¨® a concebirlo, Steve Green se planteaba ubicar el museo en la ciudad texana de Dallas debido a que se trataba de una zona con una gran poblaci¨®n creyente, seg¨²n relat¨® en entrevistas de la ¨¦poca, pero siete a?os despu¨¦s el centro se ha hecho realidad a escasas manzanas del Capitolio, en la capital estadounidense, una ciudad rematadamente progresista. ¡°Puedo decir que, si bien mucha gente creen que es un proyecto muy religioso, hay otros que critican la poca presencia de Jes¨²s en la muestra. Mientras vengan cr¨ªticas de ambos lados, est¨¢ bien¡±, afirma Burton.
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