El futuro de los cines tal vez no sea el cine

La pasada semana se cruzaron dos noticias sobre el futuro de las salas de cine. Por un lado, Cinesa, la cadena m¨¢s grande de exhibici¨®n cinematogr¨¢fica en Espa?a, mostraba una encuesta sobre los gustos de los espectadores de cine (no solo de sus salas). Y en un apartado se pregunt¨® a los encuestados qu¨¦ querr¨ªan ver en sus pantallas aparte de las pel¨ªculas. Un 42,5% se?al¨® obras de teatro; un 34%, cine cl¨¢sico; un 34%, documentales; un 31%, conciertos, y un 20%, ¨®peras. A los responsables de Cinesa les llam¨® la atenci¨®n que los porcentajes se manten¨ªan en todos los tramos de edad, con lo que han decidido anunciar m¨¢s la ¨®pera ¡ªque habitualmente programan¡ª entre la gente joven. Por cierto, en Espa?a tambi¨¦n se proyectan partidos de f¨²tbol en salas.

La segunda lleg¨® desde Italia. El primer y tercer episodio de la tercera temporada de la serie Gomorra se proyectaron juntos en 325 salas italianas hace casi dos semanas, antes de su estreno en la televisi¨®n en el canal Sky Italia, donde se emite. Durante esos d¨ªas lider¨® la taquilla con 491.833 euros y 55.853 entradas vendidas. Andrea Scrosati, vicepresidente de la cadena televisiva, aseguraba que la experiencia ¡ªla primera vez que se realizaba en ese pa¨ªs¡ª confirmaba una v¨ªa de crear lazos entre toda la industria y que cada d¨ªa aumenta la necesidad de reducir las ventanas de exhibici¨®n (los tiempos que transcurren entre que una pel¨ªcula se estrena en salas hasta que llega a Internet, DVD y televisiones). En Francia, en una decisi¨®n lastrada por el poder de los exhibidores, pasan hasta tres a?os entre que se estrena un filme en salas hasta que llega a plataformas de streaming.

Que se estrenen episodios de televisi¨®n en salas no es nuevo en el resto del mundo. Un ejemplo. El especial de Navidad de la serie brit¨¢nica Sherlock The Abominable Bride (que duraba 90 minutos) entr¨® en enero de 2016 en quinto lugar en la taquilla estadounidense y lider¨® la de China. En los dos d¨ªas que se proyect¨® en Estados Unidos, vendi¨® m¨¢s entradas por sala que Star Wars: El despertar de la fuerza. En Reino Unido se proyect¨® a la vez en cines y en televisi¨®n: 18.600 espectadores fueron a las salas; 11,6 millones la vieron en la peque?a pantalla. En total recaud¨® en los cines 30 millones de euros.

Y volvemos al inicio del estudio de Cinesa, en el que los encuestados priorizaban para elegir la sala en la que ve¨ªan una pel¨ªcula el tama?o de la pantalla antes que la calidad de proyecci¨®n. Abandonado el 3D ¡ªque no ha funcionado comercialmente como se preve¨ªa¡ª, puede que en la variedad de oferta haya un nuevo enganche. Ah¨ª est¨¢ la clave: que el p¨²blico vuelva a las salas a disfrutar del evento, que ir al cine sea una experiencia, independientemente de lo que vean all¨ª. Que los aficionados al cine encuentren nuevos aliados en la cola de la taquilla.