El demonio en el m¨®vil
No hay bajones ni pasotes en el talento que despliega ?lex de la Iglesia
PERFECTOS DESCONOCIDOS
Direcci¨®n: ?lex de la Iglesia.
Int¨¦rpretes: E. Alterio, J. Acosta, E. Fern¨¢ndez, B. Rueda, D. Fern¨¢ndez, P. Nieto, E. Noriega.
G¨¦nero: tragicomedia. Espa?a, 2017.
Duraci¨®n: 96 minutos.
Perfectos desconocidos, me cuentan, es la adaptaci¨®n muy fiel de una pel¨ªcula italiana con el mismo t¨ªtulo que no he visto. Y de entrada, siento una notable desidia ante una tem¨¢tica protagonizada por esos aparatos que marcan actualmente hasta extremos enfermizos, obsesivos e inapelables la existencia de la gente. Hablo de cosas al parecer m¨¢s adictivas que los opi¨¢ceos e imprescindibles para sobrevivir (o vivir, en casos afortunados) llamadas tel¨¦fonos m¨®viles, que adem¨¢s son presuntamente inteligentes y que ofrecen cataratas de whatsapps, fotograf¨ªas, correos electr¨®nicos, SMS, Instagram, Facebook, y no s¨¦ cu¨¢ntos m¨¢s inventos maravillosos de Dios o de Belceb¨². Bastante desgracia, angustia y descoloque tengo constatando en las calles, aceras, sem¨¢foros, bares, restaurantes, hogares e incluso en la oscuridad de los cines, el siniestro parecido de la realidad con La invasi¨®n de los ladrones de cuerpos y otros retratos de zombies aparentemente muy normales, como para prolongar esa estupefacci¨®n en una pel¨ªcula habitada por lo que ocurre en esos tel¨¦fonos y sus consecuencias en la vida familiar, sentimental, amistosa, adultera, profesional y secreta de sus esforzadamente transparentes due?os.
Pero, a pesar de mi alergia hacia el uso de ese mundo que aseguran enriquecedor y fascinante, a los cinco minutos estoy enganchado a las situaciones tragic¨®micas, tensas, pat¨¦ticas, surrealistas, corrosivas que plantea esta pel¨ªcula impecablemente dirigida, con el ritmo mod¨¦lico que precisa cada plano y cada secuencia, rodada en un par de escenarios, ¨¢gil y sorprendente, muy divertida para los que estamos observando y escuchando a unos personajes con supuesta intensa y ancestral comunicaci¨®n entre ellos pero que tambi¨¦n tienen muchas y turbias cosas que ocultarse.
Cuentan que ?lex de la Iglesia se desv¨ªa m¨ªnimamente del guion original de la italiana, algo ins¨®lito en alguien que ha contado tantas veces historias originales. Tambi¨¦n ocurre a veces con su cine que los arranques y planteamientos brillantes no tienen continuidad y que siendo due?o de un poderoso sentido visual, opta en los desenlaces por el dilatado y gratuito desmadre, que disfruta mucho m¨¢s con los alardes de su c¨¢mara que el espectador. Aqu¨ª demuestra en un espacio cerrado que puede ser un narrador sutil, revelador en los peque?os gestos, consciente del valor de una mirada, un peque?o gesto, un silencio inc¨®modo, una elipsis.
El argumento de Perfectos desconocidos lo protagoniza algo tan cotidiano como varias parejas de amigos que se re¨²nen a cenar en la casa de uno de ellos. Con el aditivo de que en la terraza les espera una noche de eclipse. Y para romper la rutina que pueden deparar esas cenas proponen un juego aparentemente inofensivo y l¨²dico que acabar¨¢ en desastre, sabiendo cada uno de sus colegas no lo que no quieren conocer o jam¨¢s intuyeron. Miserias, enga?os y traiciones entre otras cosas. Eso ocurre al plantar sus tel¨¦fonos encima de la mesa al comienzo de la cena para que todos sean testigos del material que va a apareciendo a lo largo de la noche. Y, por supuesto, nada es lo que parece. Y como ocurre en El ¨¢ngel exterminador, lo que en principio era festivo puede acabar en destrucci¨®n. La perfecta sincronizaci¨®n de im¨¢genes y di¨¢logos se complementa con int¨¦rpretes que funcionan muy bien, que bordan a sus personajes. No hay bajones ni pasotes en el talento que despliega ?lex de la Iglesia en esta pel¨ªcula hilarante en varios momentos, inc¨®moda en sus conclusiones. Existe arte en esta adaptaci¨®n que pudo iniciarse con vocaci¨®n artesanal.
Babelia
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